“Plan sistemático” de empobrecimiento

“Este modelo sólo genera exclusión y más pobreza. Y necesita de la violencia, la guerra y la represión para imponerse. Los trabajadores, los niños, los jóvenes, los abuelos, los más débiles, son las víctimas de este sistema”, denuncian los Departamentos de Pastoral Social, Justicia y Paz y la Vicaría de Solidaridad de la diócesis católica de Quilmes en un documento conjunto emitido con motivo del nuevo aniversario del golpe cívico-militar.
“Este modelo sólo genera exclusión y más pobreza. Y necesita de la violencia, la guerra y la represión para imponerse. Los trabajadores, los niños, los jóvenes, los abuelos, los más débiles, son las víctimas de este sistema”, denuncian los Departamentos de Pastoral Social, Justicia y Paz y la Vicaría de Solidaridad de la diócesis católica de Quilmes en un documento conjunto emitido con motivo del nuevo aniversario del golpe cívico-militar.
En el mismo texto los organismos sociales de la diócesis que conduce el obispo Carlos Tissera, renuevan su compromiso con “los derechos humanos, el valor de la democracia, en que otro mundo es posible” y, dicen, “estamos en contra de todos los signos de muerte” mientras “seguimos pidiendo por Memoria, Verdad y Justicia”.
El documento conocido con ocasión del 24 de marzo sigue en línea con pronunciamientos críticos recientes de la diócesis quilmeña cuestionando las políticas del gobierno que encabeza Javier Milei.
Denuncian ahora los católicos de Quilmes que “el actual gobierno nacional ha avanzado en el desmantelamiento de las políticas de derechos humanos, en el vaciamiento de los lugares de memoria, en la reinstalación de la ‘teoría de los dos demonios’ -y, peor aún, la figura de ‘un solo demonio’ al que se deberían enfrentar ‘los argentinos de bien’-, en la desacreditación de los organismos de derechos humanos, en ataques más directos o más solapados a las Madres y a las Abuelas de Plaza de Mayo”. Sintetizando todo en “el desprecio efectivo por la Verdad y la Justicia”.
Con tristeza y “luego de tantas luchas y conquistas” dicen los organismos sociales de la Iglesia de Quilmes, “nuestro país parece asistir al despliegue de ‘un plan sistemático’ o ‘estrategia de desigualdad’ ” que consiste en “desindustrialización, transferencia de ingresos a los sectores más concentrados de la economía con el consecuente empobrecimiento de las mayorías populares, precarización laboral, lapidación de los recursos naturales, menosprecio de las minorías y de los pueblos originarios”. Se trata, agregan, de “un verdadero ‘saqueo’, tomando la imagen de nuestro recordado Pino Solanas cuando retrató aquel final trágico de la aventura neoliberal de los noventa, en aquel diciembre de 2001”.
Reforzando su argumentación los católicos quilmeños señalan que lo expuesto “no es una nueva metodología”. Y precisan que “este saqueo necesita el uso de la fuerza para consolidarse”, que “estamos actualmente en esta difícil coyuntura” pero “a tiempo de reflexionar y anteponer a la violencia institucional y a los discursos de odio, la palabra serena y la decisión de seguir apostando por la vida y la esperanza de quienes trabajamos por la paz como fruto de la justicia”.
Haciendo un análisis más global se dice también que “asistimos, en la Patria y en el mundo, a un avance del capitalismo que en su nueva forma de ‘tecnofeudalismo’ asume las notas más inhumanas y crueles” que se pone en evidencia en “una insistente concentración de la riqueza; la ganancia económica por la especulación financiera en detrimento de la producción como fruto del trabajo humano; el juego y las apuestas ofrecidas en especial a los jóvenes como salidas hacia el enriquecimiento fácil; maniobras con monedas virtuales con estafas millonarias”.
Frente a esta realidad, continúa el texto, se plantean “siempre salidas individuales y en contra de proyectos comunitarios” porque “para este capitalismo financiero y tecnológico, la democracia pareciera un estorbo”. De esta manera, se agrega, “proponiendo un estado cada vez más ausente, habilitan en nuestros barrios el avance del narcomenudeo y el narcotráfico”.
De manera puntual se señala que “nos preocupa la reciente sanción de la Ley sobre el ‘Abordaje Integral del Crimen Organizado’ denominada ‘ley antimafias’”, porque “detrás de una supuesta preocupación por las ‘organizaciones criminales’, como expresa la letra de la ley, se tiende un manto de sospecha sobre toda protesta social” y, por otro lado, “se contradice con la llamada ‘ley de blanqueo’, que habilita una suerte de amnistía para reconocer dólares de origen incierto”. “Nada más parecido a los tiempos de la última dictadura”, se subraya.
Por otra parte y también en relación con el día de la Memoria por la Verdad y la Justicia, la Diócesis de Quilmes realizó un acto en su iglesia catedral junto con la Iglesia Evangélica del Río de la Plata, Iglesias Reformadas en Argentina y la Iglesia Evangélica Metodista. Del encuentro, en el que se hizo memoria de Jorge Novak (1928-2001), primer obispo de Quilmes y firme defensor de los derechos humanos, participaron los obispos Carlos Tissera y Eduardo Redondo, el obispo emérito de Río Gallegos Juan Carlos Romanín, y el pastor Arturo Blatezky. Este último recordó un diálogo que sostuvo con Novak en el que le contaba que el programa de la diócesis era «Cristo crucificado en los más pobres», y repetía que «necesitamos un pueblo unido desde el corazón y el espíritu para que haya paz y esperanza».
En la misma ocasión las autoridades religiosas bendijeron los cuadros de Novak que se llevarán al sitio de memoria «Pozo de Quilmes». Luego se hicieron presentes en la Plaza San Martín para un homenaje al ex obispo quilmeño y donde los movimientos sociales se congregaron para celebrar la jornada de la Memoria por la Verdad y la Justicia junto con las «Madres» y «Abuelas».
[email protected]