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Plan B para la Corte Suprema

Mientras apuesta sus últimas fichas a aprobar este viernes el pliego de Ariel Lijo como juez de la Corte Suprema, el Gobierno dejó trascender las alternativas que baraja si no consigue los votos necesarios en el Senado. En una suerte de amenaza, en la Casa Rosada adelantaron que si desde la oposición rechazan la candidatura del juez federal están pensando en «nombrar por decreto a las dos personas más libertarias que haya». Los primeros nombres que hicieron circular son los de Ricardo Rojas y Ricardo Ramírez Calvo. 

Mientras apuesta sus últimas fichas a aprobar este viernes el pliego de Ariel Lijo como juez de la Corte Suprema, el Gobierno dejó trascender las alternativas que baraja si no consigue los votos necesarios en el Senado. En una suerte de amenaza, en la Casa Rosada adelantaron que si desde la oposición rechazan la candidatura del juez federal están pensando en «nombrar por decreto a las dos personas más libertarias que haya». Los primeros nombres que hicieron circular son los de Ricardo Rojas y Ricardo Ramírez Calvo. 

La fecha límite para definir la suerte de Lijo en el Senado es el próximo viernes, cuando finaliza la convocatoria a sesiones extraordinarias firmada por el presidente Javier Milei. Hace casi un año el Gobierno libertario envió el pliego del magistrado junto al del abogado ultraconservador Manuel García Mansilla. El primero logró avanzar en la Cámara alta. En agosto se hizo una audiencia pública y se recogieron opiniones sobre su candidatura. Finalmente, la semana pasada se presentó el despacho de comisión, que contaba con firmas del oficialismo, sus aliados y también de la catamarqueña Lucía Corpacci, de Unión por la Patria. 

En las últimas horas el secretario de Justicia, Sebastián Amerio, y el flamante Procurador del Tesoro, Santiago Castro Videla, estuvieron analizando el tema en Casa Rosada, ante las dificultades que presentaba el Senado. Amerio aportó otros dos nombres, el de Alberto Bianchi, socio de Castro Videla, y Carlos Laplacette. 

Por lo pronto, desde la mesa chica libertaria aseguran que el período de negociaciones está cerrado y que resta esperar las manos alzadas en la sesión. Además, prometen que el 1 de marzo, en la apertura de las sesiones ordinarias, estarán sentados los dos jueces que el Ejecutivo desea «a como dé lugar».

Fuente: Pagina12

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