El gobierno de Panamá rechazó la amenaza de Trump de retomar el control del Canal
El presidente de Panamá, José Raúl Mulino, afirmó que el canal interoceánico «es panameño y lo seguirá siendo», en respuesta a la amenaza del presidente electo de Estados Unidos, el republicano Donald Trump, quien exigió su devolución si no se reducen las tarifas que cobra para su tránsito. Sindicatos de trabajadores panameños también expresaron su descontento este lunes quemando una bandera estadounidense junto con carteles de Trump. China, a quien el magnate denunció por presunta injerencia, aseguró que el Canal de Panamá «es una gran creación del pueblo panameño» y que «siempre respetará» la soberanía del país latinoamericano.
La respuesta de Mulino
«Compatriotas, como presidente quiero expresar de manera precisa que cada metro cuadrado del Canal de Panamá y sus zonas adyacentes es de Panamá y lo seguirá siendo. La soberanía e independencia de nuestro país no son negociables», dijo Mulino en un video difundido por el gobierno. La vía que une al Atlántico y el Pacífico y por la que pasa cerca del tres por ciento del comercio mundial, es parte de la «historia de lucha y una conquista irreversible» de Panamá, afirmó el gobernante.
El canal de Panamá fue construido por Estados Unidos, que lo inauguró en 1914 y lo administró hasta su traspaso al Estado panameño el 31 de diciembre de 1999, como quedó establecido en los Tratados Torrijos-Carter firmados el 7 de septiembre de 1977 en Washington por los entonces presidentes, el panameño Omar Torrijos (1929-1981) y el estadounidense Jimmy Carter (1977-1981).
Trump, quien asumirá el próximo 20 de enero el gobierno estadounidense, se quejó el sábado y también este domingo de las tarifas «exorbitantes» y el manejo del Canal de Panamá, y amenazó con exigir su «devolución» si no se respetan los principios «morales y legales». También criticó al expresidente Carter, quien «tontamente lo regaló (el canal) por un dólar, durante su mandato», y volvió a reclamar que China tiene injerencia en la administración de la vía acuática, de la que Estados Unidos es el principal usuario.
«Las tarifas no son un capricho»
Mulino, quien asumió la presidencia el pasado 1 de julio para el quinquenio 2024-2029, destacó que «desde que está en manos panameñas el canal creció, es administrado por profesionales idóneos, quienes con reglas claras se encargan de su funcionamiento, conservación y mantenimiento, asegurando su operación segura, continua, eficiente y rentable».
«Las tarifas no son un capricho, se establecen de manera pública y en audiencia abierta, considerando las condiciones del mercado, la competencia internacional, los costos operativos y las necesidades de mantenimiento y modernización de la vía interoceánica», afirmó Mulino. El canal de Panamá, que se enfrentó a una grave sequía que lo obligó a restringir durante meses el paso de buques, entregó esta semana al fisco un aporte 2.470,7 millones de dólares correspondientes al año fiscal 2024.
Mulino también aseguró que «el canal no tiene control directo o indirecto ni de China, ni de la Comunidad Europea ni de Estados Unidos o de cualquiera otra potencia». «Como panameño rechazo enérgicamente cualquier manifestación que tergiverse esta realidad y seguirá (el canal) estando en manos panameñas como patrimonio inalienable de nuestra nación y garantizando su uso para el tránsito pacífico e ininterrumpido de naves de todas las naciones, como lo establece la Constitución y el Tratado de Neutralidad», agregó el mandatario.
«Somos un país abierto al diálogo»
Mulino aseguró que «Panamá respeta a las demás naciones y exige respeto», y que con el nuevo gobierno de Estados Unidos aspira «a conservar y mantener una respetuosa relación». EE.UU. es el principal socio comercial y aliado político de Panamá. Los temas de seguridad como la migración ilegal, el narcotráfico, el terrorismo y el crimen organizado «deben ser prioridad en nuestra agenda bilateral, ya que son una amenaza real que nos debe preocupar y mucho», sostuvo el jefe del estado panameño.
Por Panamá transitan cada año miles de migrantes irregulares que viajan hacia Estados Unidos. El país centroamericano ya rechazó durante la primera presidencia de Trump (2017-2021) acoger a esta población mientras tramita visas para ingresar a EE.UU., una iniciativa que el líder republicano pretende revivir. «Somos un país abierto al diálogo, hoy y siempre, a las inversiones y a las buenas relaciones, pero con la clara consigna de que la patria está en primer lugar. Eso para este presidente panameño no es negociable», concluyó Mulino su mensaje.
Los sindicatos también protestan
La reacción popular contra los dichos de Trump no tardó en llegar en Panamá. Este lunes el Sindicato Único Nacional de Trabajadores de la Industria de la Construcción y Similares (Suntracs), el más poderoso de Panamá, compartió un video quemando una bandera de Estados Unidos y fotos con el lema «Fuck Trump» frente al Parlamento en el marco de una manifestación contra un proyecto de ley en debate para reformar la Seguridad Social.
También se incendiaron volantes con la cara del magnate republicano, y los sindicatos colocaron sobre una cerca del Parlamento un enorme cartel que decía «Donald Trump. Enemigo Público de Panamá. ¡Yanki animal, deja el canal!». «Estamos rechazando las amenazas de Donald Trump. Este territorio es de los panameños y aquí ejercemos nuestra determinación, soberanía, nuestro canal y nuestro territorio. Ningún oligarca o no oligarca traidor a la patria va a poder ceder nuestro territorio», dijo el secretario general del Suntracs, Saúl Méndez, en el video divulgado por ellos.
China apoya la soberanía panameña
La portavoz de la Cancillería china Mao Ning declaró en una rueda de prensa que su país «siempre respetó la justa lucha del pueblo panameño por la soberanía» sobre la vía de transporte. Mao recordó que «se produjeron grandes manifestaciones a gran escala en China ya en los años 60 para mostrar un fuerte apoyo al pueblo de Panamá» y agregó que «bajo la eficiente gestión de Panamá, el canal continuará haciendo nuevas contribuciones a la facilitación de la integración y los intercambios entre diferentes países».
Presidentes como el colombiano, Gustavo Petro, o la mexicana, Claudia Sheinbaum, también expresaron su solidaridad con Panamá. El secretario general de la Organización de los Estados Americanos (OEA), Luis Amagro, escribió en la red social X que «esperamos el más pleno e irrestricto cumplimiento de los acuerdos firmados, aprobados y en vigencia entre los dos países».