El Ficer 2024 en la «Senda india»
Con un impresionante éxito de público, que colmó todas sus salas y espacios, el festival organizado por cineastas de la provincia logró posicionarse como un acontecimiento clave en el calendario cinematográfico nacional.
Desde Paraná
De pronto, en un fantasmagórico blanco y negro, la silueta etérea de Juan L. Ortiz se desplaza fluida, libre, por las barrancas sobre el río Paraná, como si el poeta hubiera regresado especialmente a su tierra para abrazar al Festival Internacional de Cine de Entre Ríos… Ese raro sortilegio –que hay que agradecer al rescate de un cortometraje que se creía olvidado de la cineasta santafesina Marilyn Contardi– impregnó de sentido las cinco intensas jornadas del Ficer, un festival que parece nacido, como hubiera querido Juanele, en el aura del sauce.
Hecho con tanto lirismo como profesionalidad, el Ficer –cuya sexta edición culminó el domingo pasado con un impresionante éxito de público, que colmó todas sus salas y espacios- logró posicionarse como un acontecimiento clave en el calendario cinematográfico nacional. Se trata de un festival esencialmente popular –la entrada es libre y gratuita- pero que no por ello resigna calidad ni riesgos estéticos en su cuidada curaduría; de un encuentro impulsado y sostenido por el gobierno provincial pero concebido por algunos de los más consecuentes cineastas de Entre Ríos, empezando por su director artístico, Eduardo Crespo, y por el flamante presidente del Instituto Autárquico Audiovisual de Entre Ríos (IAAER), Maximiliano Schonfeld, ambos realizadores de recorrido y prestigio internacional.
Justamente el hecho de que dos cineastas de la provincia hayan decidido asumir una función pública es un hecho que fue muy celebrado por sus colegas de todo el país, especialmente en un momento en que la cultura en general y el cine argentino en particular están siendo desfinanciados por el gobierno nacional y atacados por odiadores profesionales en las redes sociales. En una charla pública con los directores y productoras presentes en el Ficer, se celebró esta decisión de ocupar espacios y asumir responsabilidades allí donde sea posible, para imaginar distintos caminos para el cine nacional. “Quizás debemos pensar que, muy a pesar nuestro, estamos en un momento refundacional”, expresó uno de los cineastas en la reunión, donde se percibió que allí seguía latiendo el espíritu crítico, autocrítico y contestatario que había nacido apenas un mes antes, en la muestra Contracampo, organizada a la par del desvirtuado Festival de Mar del Plata.
“Este año el Ficer tenía que crecer y crecimos –señaló Crespo en la ceremonia de clausura- porque tuvimos la voluntad política de un gobierno que entendió que se venía haciendo un trabajo muy importante con el cine en la provincia”. De hecho, el gobernador Rogelio Frigerio aprovechó el marco del Ficer para anunciar la decisión del gobierno provincial de “promover la realización de producciones a través del llamado Cash Rebate (reembolso en efectivo)”. Se trata de la devolución de una parte significativa de la inversión para realizaciones audiovisuales que se realicen en la provincia. Asimismo, el gobernador manifestó su satisfacción por “promover la industria del cine que, entre otras cosas, da trabajo de calidad”.
El carácter eminentemente federal del Ficer no sólo quedó expuesto a su vez en el Mercado Regional, dirigido por otro realizador entrerriano, Sergio Mazza, que contó con seis millones de pesos en premios para desarrollo de proyectos, provenientes de las provincias del Litoral, a las que se sumaron Santa Fe, Córdoba y Chaco, lo que hace de Entre Ríos un punto de reunión estratégico. Además de la Correntada Cine Argentino (de la que participó todo el equipo de Puán) y del Panorama Regional, la Sección Oficial en competencia también fue un ejemplo de diversidad federal, que encontró su coronación en el premio a la mejor película –que coincidió también con el premio de público- para Senda india, de la directora salteña Daniela Seggiaro, una obra concebida a partir de registros en video que un joven wichí realizó en 1991 como prueba para un juicio que llevaba adelante su comunidad. No está demás señalar que Senda india –que recién inicia su recorrido nacional e internacional- propone un gesto de reapropiación cultural en momentos en que el gobierno de Javier Milei hace temer lo peor para las comunidades indígenas.
“Como jurado ponemos de manifiesto la diversidad y riqueza de la selección de películas que integran la competencia, que da cuenta de una cinematografía llena de vitalidad en un momento en que es atacada de manera absurda y maliciosa por el poder de turno y sus seguidores”, expresó en sus considerandos el jurado integrado por el cineasta Rodrigo Moreno, la actriz y realizadora Romina Paula y por la programadora Carolina Monti, del Festival Internacional de Cine Independiente de La Plata, FestiFreak. “En este contexto tuvimos en cuenta también el carácter federal del Ficer y su voluntad de posicionarse como un espejo en el que toda esa diversidad formal, temática y regional pueda reflejarse”.
Por su parte, la directora de Senda india agradeció a todo el equipo que hace posible el festival: “Realmente es admirable que en este tiempo de oscuridad, el Ficer encienda las pantallas para vernos, para encontrarnos, para pensar y para brillar con nuestra pasión por el cine; es algo maravilloso”. Seguramente, desde sus queridas barrancas del Paraná, Juanele hubiera estado de acuerdo.