¿Cómo usar el streaming para capacitación y posicionamiento de marca?

En las empresas, los canales tradicionales de comunicación pueden verse interceptados por ruido o interferencias que no permiten transmitir los mensajes con claridad. Al mismo tiempo, los cambios generacionales presentan el desafío de adaptar los contenidos y modos de transmisión a los intereses y motivaciones de las generaciones más jóvenes, mucho más cercanas a las nuevas tecnologías.

Surge entonces la necesidad de ofrecer un canal o bien eventos de streaming corporativos para difundir la cultura de una organización o marca, mediante charlas, entrevistas o juegos interactivos. Este formato también sirve para brindar capacitaciones, píldoras de conocimiento y experiencias interactivas, al tiempo que permite conectar con una audiencia externa y construir una comunidad de seguidores.

La tecnología del streaming permite transmitir contenido multimedia (audio, video, podcast, videojuegos, etc.) a través de Internet en tiempo real, sin necesidad de descargarlo en el dispositivo del usuario. Durante la transmisión, permite la interacción entre los usuarios, sumando comentarios y preguntas al programa en curso.

Pero también, gran cantidad de seguidores acceden a los contenidos de manera asincrónica, ya que estos quedan almacenados en plataformas, pudiendo ser consumidos en cualquier tiempo y horario. El contenido puede ser transmitido en directo y en tiempo real, o bien grabado en diferido, como en el caso de podcasts, películas o series.

Ventajas del streaming en empresas

La llegada del streaming permite acceder a la información de una manera más cercana y sencilla ya que la conexión puede darse a través de múltiples dispositivos tecnológicos (celulares, tabletas, computadoras), facilitando el acceso en cualquier momento y lugar, con una perspectiva por parte del usuario de «always on».

Pero también, el streaming ha modificado el modo en que se crea contenido, generando una gran expansión de canales y cuentas de comunicadores que apuntan a públicos diversos.

Si bien este crecimiento hace pensar en una regulación de la cantidad de información disponible, también es cierto que el fenómeno de streaming marca una tendencia en el modo de consumo a la que es importante prestar atención.

Y esto impacta no solo a la industria de producción audiovisual, sino también a los campos de educación y trabajo, llevando la pregunta de qué estrategias pueden resultar de mayor impacto al momento de transmitir mensajes, conocimiento o favorecer los aprendizajes.

¿Por dónde empezar con el streaming en empresas?

Uno de los casos destacados de eventos de streaming fue el desarrollado por la Confitería La Ideal, bar notable ubicado en el centro porteño, a fines de noviembre de 2024. Los usuarios que siguieron la transmisión pudieron conocer la historia, arquitectura, gastronomía y servicios del bar notable, a través del canal de YouTube y las redes sociales.

Este evento sienta un antecedente, de un caso de streaming orientado a la audiencia externa pero que, en su producción articula también con el público interno, al permitir conocer de una forma amena y creativa la imagen y servicio de la confitería.

Existen múltiples posibilidades de streaming que pueden nacer a partir de este disparador. Y en todas ellas, la creatividad está a la orden del día. Con esta herramienta, se pueden crear opciones, manteniendo el sello propio de cada compañía y atendiendo a la mejor estrategia frente a los objetivos que se quieran lograr, ya sean internos de comunicación, capacitación o integración o bien externos, como forma de publicitar y difundir la marca empresarial.

El streaming es considerado por muchos una moda, pero llegó para quedarse. Hoy asistimos a un cambio en los modos en los que se produce y consume información y entretenimiento. Estos nuevos FICS (formatos de información y comunicación), están desembarcando en las organizaciones para abrir nuevas dinámicas de interacción, capacitación y difusión de marca.

(*) Licenciada en psicología, MN 48082. Directora de SCI Comunidad.