River goleó a Central y aseguró su lugar en la Copa Libertadores
El dolor por la pérdida de un ser querido es difícil de aceptar, sobre todo cuando el episodio se presenta de manera inesperada. El técnico de River dejó de tener a su padre el último sábado, y sin embargo decidió conducir al equipo en el encuentro ante Rosario Central. Máximo Gallardo era el técnico del equipo senior de la entidad, y venía transitando un estado delicado de salud.
La práctica del equipo fue conducida por el ayudante Matías Biscay ese día, y se dudaba de la presencia de Gallardo en en partido ante los rosarinos. Pero el entrenador se sumó a la concentración del plantel a las 16 horas del domingo, y salió más tarde a la cancha.
El público le brindó –se lo vio con los ojos humedecidos– contención con muestras de afecto ante semejante hecho, con aliento y aplausos desde los cuatro costados. La intención de los jugadores de regalarle un triunfo al técnico, hizo que rápidamente tuviera una doble chance para ponerse en ventaja: Broun tapó primero un tiro de Echeverri, y de ese rechazo Bustos remató cruzado llegando por la derecha.
El desarrollo del juego fue en el terreno de Central, principalmente por la presión que ejercían los volantes locales. Por ese motivo, Broun se convirtiendo en uno de los hombres más destacados, ya que respondía con corrección en sus intervenciones. Gallardo, del otro lado de la línea, daba pocas indicaciones y se dedicaba a alentar a sus jugadores.
El dominio se plasmó recién en el descuento de la primera parte, cuando Solari convirtió el primer gol con un remate cruzado, luego de recibir la pelota de parte de Echeverri. El autor salió corriendo para abrazar a Gallardo, y el resto de los jugadores se sumaron para poder compartir con él este momento.
El desarrollo no varió en el segundo tiempo, y la situación se definió en apenas dos minutos. El ingresado Borja convirtió el segundo con un toque de zurda, luego de recuperar la pelota y combinar con Gonzalo Martínez. Dos minutos más tarde, Martínez volvió a tener incidencia con un tiro libre preciso, y Solari ingresó por atrás de todos para marcar el tercer gol, el segundo en su cuenta personal.
El broche lo puso Gonzalo Martínez con un penal en el final. El exHuracán cumplió una actuación convincente, y continúa haciendo méritos para comenzar el año que viene como una pieza fundamental en la estructura de Gallardo.
El objetivo de River estaba cumplido. El lugar en la edición 2025 de la Copa Libertadores quedó asegurado, y afrontará el último compromiso ante Racing con mayor tranquilidad. La necesidad que transmitió Gallardo en los últimos días de que se termine pronto el año para poder iniciar una nueva etapa, cuenta con el agregado de lo que sucedió con su padre, y que se vaya más rápido aún el 2024.
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