Estados Unidos sancionó a 21 altos cargos de Venezuela por «fraude» y «represión»
Estados Unidos sancionó este miércoles a 21 altos cargos de Venezuela a los que acusa de «represión» y de «robar las elecciones» presidenciales del 28 de julio, en las que se proclamó la reelección de Nicolás Maduro. Esta nueva ronda de sanciones llega después de que la administración de Joe Biden, que el próximo 20 de enero pasará el relevo al republicano Donald Trump, reconociera al opositor Edmundo González Urrutia como el «presidente electo» de Venezuela. El gobierno de Venezuela rechazó las nuevas penalizaciones y aseguró que el país caribeño «jamás podrá ser doblegado» por el estadounidense.
La agresiva postura de Washington
La Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del departamento del Tesoro sancionó a funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB), que usaron «sus armas de fuego para reprimir a los manifestantes, arrestar y golpear a menores, y llevar a cabo detenciones arbitrarias», la Policía Nacional Bolivariana (PNB), la Milicia Bolivariana, el Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (SEBIN) y la Dirección General de Contrainteligencia Militar (DGCIM).
Entre otros nombres se destacan los jefes del servicio de inteligencia, Alexis José Rodríguez Cabello, de la DGCIM, general Javier José Marcano Tábata, y de la policía nacional, general Rubén Santiago. Las sanciones apuntan a varios ministros como el de Comunicación, Freddy Ñáñez y el del Servicio Penitenciario, Julio García Zerpa. También fue incluida Daniella Desiree Cabello, hija del ministro del Interior Diosdado Cabello. Desde septiembre está a cargo de la Agencia de Promoción de Exportaciones, que sustituye en la práctica a la autoridad del control de cambio que estuvo vigente en Venezuela por más de 15 años.
Bajo esta decisión quedan bloqueadas todas las propiedades de los sancionados en Estados Unidos y se prohíbe llevar a cabo transacciones financieras con esas personas. Los sancionados «apoyaron y llevaron a cabo las órdenes de Maduro para reprimir a la sociedad civil en sus esfuerzos por declararse fraudulentamente ganador de las elecciones presidenciales de Venezuela del 28 de julio», afirmó el departamento del Tesoro en un comunicado.
El Departamento de Estado impuso restricciones de visa a «individuos alineados con Maduro». Con estas nuevas medidas casi dos mil personas se ven afectadas por las visas restringidas. Hasta la fecha el Tesoro estadounidense sancionó a 150 venezolanos y a un centenar de entidades del país caribeño por acometer «acciones antidemocráticas».
Política y petroleo
El Consejo Nacional Electoral (CNE) proclamó en los comicios del 28 de julio la reelección de Nicolás Maduro como presidente de Venezuela, pero el organismo no ha publicado las actas con los resultados desagregados de las elecciones. La Plataforma Unitaria Democrática (PUD), la principal coalición opositora del país, presentó por su parte unas actas que dan la victoria a su candidato, González Urrutia. Pero el oficialismo también rechaza esas actas, al cuestionar su veracidad.
Estados Unidos reconoció en agosto a González Urrutia como el ganador de las elecciones debido a la «abrumadora evidencia» de su victoria, y el 19 de noviembre lo nombró por primera vez como «presidente electo». Un alto funcionario estadounidense dijo al respecto que corresponde a cada país tomar este tipo de decisiones y remarcó que hacer ese reconocimiento «suma presión» sobre Maduro.
En 2019 la primera administración de Trump lideró el reconocimiento internacional del entonces líder opositor venezolano Juan Guaidó como «presidente interino» del país, pero éste nunca tuvo un poder efectivo. Washington sigue sin tocar a las licencias petroleras, pese a que la líder opositora venezolana María Corina Machado lo reclama con insistencia.
La industria petrolera de Venezuela está sancionada desde 2019 pero Washington otorga licencias individuales para operar en Venezuela a varias compañías, como la estadounidense Chevron. «Esto es algo que estamos revisando continuamente mientras buscamos alcanzar nuestros objetivos de política exterior en Venezuela», afirmó un funcionario estadounidense bajo condición de anonimato.
«Acto desesperado»
En los últimos días aumentó la presión internacional sobre el gobierno de Maduro. El G7, integrado por Estados Unidos, Canadá, Italia, Alemania, Reino Unido, Japón y Francia, consideró a González Urrutia como el ganador de las elecciones. Esto llevó a Maduro, reelecto para un tercer mandato (2025-2031), a plantearse revisar las relaciones con estos países.
En un comunicado, Venezuela repudió las sanciones de Estados Unidos. El Ejecutivo venezolano expresó que las «medidas coercitivas unilaterales» anunciadas contra un «grupo de patriotas» representan un «acto desesperado de un gobierno decadente y errático, que busca ocultar su rotundo fracaso electoral y la grave crisis social en la que deja al país» norteamericano.
El gobierno de Maduro remarcó que los funcionarios sancionados «se han dedicado a salvaguardar la paz, la estabilidad, la recuperación económica y la unidad nacional ante la violencia fascista diseñada, financiada y promovida desde Washington, contra la voluntad democrática del pueblo venezolano». Además advirtió que «el pueblo de Bolívar y Chávez jamás podrá ser doblegado y que su camino triunfante hacia la consolidación de la paz y la estabilidad política, económica y social es irreversible».