Los Pumas perdieron en Dublín pero dejaron una gran imagen
En un partido que tuvo un montón de adversidades, contra uno de los mejores equipos del planeta rugby y un criterio arbitral que fue clave en el desarrollo final, Irlanda le ganó 22-19 a Los Pumas para aumentar esa serie negra que tienen sobre los argentinos en Dublín.
El equipo nacional, en cambio, vendió muy cara su derrota, que en el saldo final resultó inmerecida. Con muchas adversidades que se superaron a puro coraje, el cierre en campo local mereció un mejor premio.
Un comienzo cuesta arriba
El inicio fue frenético, de una intensidad excepcional y con situaciones para ambos lados. Hubo un try para Los Pumas que fue anulado por una falta previa de Moroni, que terminó con tarjeta amarilla y revisión, luego de haber apoyado. Con esa ventaja a favor los locales jugaron la infracción y luego de un line rápido abrieron el marcador, con try de Crowley convertido por él mismo (7-0). De poder arrancar ganando el equipo se encontró perdiendo en el inicio, rápidamente.
A los seis minutos llegó la segunda conquista local, que aprovechó un par de tackles errados para que Hansen ponga el 12-0 demasiado rápido para Irlanda. Argentina, con un jugador menos, lo fue a buscar y descontó con un penal a los 11 de Tomás Albornoz (12-3).
Sobre los 16 minutos el que salió amonestado fue el pilar derecho Bealham, por una acción peligrosa sobre Joel Sclavi en un ruck. Así, el tucumano Albornoz volvió a descontar (12-6).
Con uno menos el que aprovechó el momento fue Irlanda, que aumentó la ventaja con un gran drop de su apertura Crowley para el 15-6. El partido era muy disputado y con errores compartidos. La diferencia en el marcador se daba por el mejor aprovechamiento de las situaciones del conjunto local. Los Pumas volvieron a sumar, gracias a una nueva patada desde muy lejos (47 metros), pero con gran eficacia por el infalible Tomás Albornoz (15-9).
Sobre los 31 volvió a anotar el equipo irlandés, tras una fuerte presión sobre la defensa argentina. McCarthy apoyó luego de un line y maul (22-9). La última de la primera etapa fue para Argentina, pero no hubo buenas decisiones para lograr un try que podía ser clave para descontar, y encarar de otra forma el desarrollo final. Irlanda defendió bien y se fue al descanso con una amplia ventaja de 22-9.
La reacción en la segunda parte
Después de la decepción que significó no haber marcado al cierre del primer tiempo, Los Pumas salieron decididos a acortar distancias. Así dominaron en el inicio del complemento, pero no lograban conectar. Necesitaban un try para ponerse en partido, y así lo hicieron luego de un gran quiebre de Mallía por el centro de la cancha (22-16).
Argentina empezaba a ganar confianza, gracias a una defensa que presionaba hacia arriba. Y Crowley comenzaba a equivocarse en las decisiones. Parecía que era el momento. Albornoz achicó con otra patada a los postes (22-19), y los locales se quedaban otra vez con 14 jugadores por la amarilla a McCarthy. A los 15, Los Pumas pudieron empatarlo, pero Albornoz falló el único remate de drop cercano a los palos.
Los Pumas estaban en partido, lograron incomodar al equipo local que otra vez con 15 hombres intentaban retomar el control. Quedaban 20 minutos y el resultado estaba abierto (22-19). Sin embargo, Los Pumas no lograban consolidase en el territorio local.
Un penal en contra puso a Irlanda otra vez en campo argentino. Fueron con todo para definir el partido, pero los argentinos defendieron con uñas y dientes para salvar el try local. Quedaban menos de diez minutos y Los Pumas se sostenían por una defensa gigante. Sólo faltaba cerrarlo con una jugada en ataque. Pero a los 35 minutos hubo una limpieza de ruck peligrosa de Gómez Kodela, que fue sancionada con amarilla e Irlanda otra vez fue en ataque a buscarlos y se topó con una defensa descomunal, realmente espectacular, infranqueable para jugar la última en campo irlandés.
Los Pumas fueron con todo por la hazaña, con 14 jugadores y contra el árbitro, que uno a uno dejó pasar una serie de infracciones del equipo local en la última jugada. Y así llegó el final con Los Pumas protestando, y con la cabeza bien alta pese al 22-19 en contra.
Los de Contepomi defendieron con grandeza y demostraron porqué están entre los mejores equipos del mundo. El score adverso del final esta vez duele más ya que fue injusto, y poque Los Pumas sin dudas merecieron más.
Habrá que dar vuelta la página y pensar en Francia, en donde el próximo vienes el equipo nacional cerrará la ventana, ojalá que con un partido a la altura de este segundo tiempo.