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El PRO con reunión de trabajo y pataleos en la Casa Rosada

El bloque de diputados del PRO, que viene votando en el Congreso todo lo que el gobierno le pide aunque considera que el vínculo no es recíproco, se reunió este lunes en Casa Rosada con el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, el ministro de Desregulación Federico Sturzenegger y hubo una presencia sorpresiva: esta vez ingresó al salón de los Escudos –donde estaban reunidos los funcionarios y diputados– el asesor del Presidente –sin cargo formal–, Santiago Caputo. Desde el PRO venían reclamando que alguien que integre el «triángulo de hierro», y que tenga poder de decisión, forme parte de las conversaciones para ver si, de ese modo, son escuchados sus reclamos. 

El bloque de diputados del PRO, que viene votando en el Congreso todo lo que el gobierno le pide aunque considera que el vínculo no es recíproco, se reunió este lunes en Casa Rosada con el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, el ministro de Desregulación Federico Sturzenegger y hubo una presencia sorpresiva: esta vez ingresó al salón de los Escudos –donde estaban reunidos los funcionarios y diputados– el asesor del Presidente –sin cargo formal–, Santiago Caputo. Desde el PRO venían reclamando que alguien que integre el «triángulo de hierro», y que tenga poder de decisión, forme parte de las conversaciones para ver si, de ese modo, son escuchados sus reclamos. 

La reunión comenzó con el ministro de Desregulación explicando a los diputados del PRO y del MID de qué se trata el proyecto de ley Hojarascas que este lunes envió el Ejecutivo al Congreso, pero también se conversó sobre el presupuesto 2025 que Milei presentó en Diputados y que se está trabajando en comisiones. Sobre este último tema, cerca de Milei amenazan altivos con que a ellos no les interesa que se apruebe porque prefieren asignar las partidas como les plazca, pero desde el PRO sostienen que «es importante como señal hacia el mundo que la Argentina tenga Presupuesto», según dijo el jefe de la bancada PRO, Cristian Ritondo, después del encuentro.

Otro de los temas en agenda fue el de modificar el código penal y también el de avanzar con las privatizaciones: se repasó el proyecto presentado por Hernán Lombardi para vender Aerolíneas Argentinas y, además, debatieron sobre el conflicto universitario. El PRO acompañó el veto en contra de las universidades, pero ahora Ritondo reflexionó que las universidades públicas “siguen siendo lugares para la movilidad social ascendente”. 

Una de las ideas que hablaron los PRO con el gobierno fue la de avanzar con una reglamentación que habilite a la Sindicatura General de la Nación (SIGEN) a auditar los fondos universitarios. Más allá de las auditorías propias que ya hacen las casas de estudio y las que les hace la Auditoría General de la Nación.

“La SIGEN es una auditoría interna y la AGN es externa. Son dos cosas distintas: al titular de la SIGEN lo nombra el Ejecutivo y el otro es un auditor externo nombrado por el Congreso, tanto por el Senado como por Diputados, con lo cual, los dos tienen poder. Se le había sacado a la Sindicatura –la auditoría interna–, y el poder de controlar a las universidades. Eso es lo que queremos revertir”, se sinceró Ritondo al finalizar la reunión.

El titular de la bancada amarilla, una vez que terminó el encuentro, se retiró junto a Santiago Caputo y estuvieron más de media hora reunidos a solas. «No pedimos participar de las decisiones del Gobierno, lo que planteamos desde un principio es que en las resoluciones que se tomen, y que después vayan al Parlamento, sí estemos sentados en esa mesa, porque tenemos voz y voto para ese tipo de cosas y es requerido el PRO. Entonces queremos estar en la decisión política”, reclamó Ritondo, y reflexionó que el PRO es «el principal sostén del gobierno».

Esta fue la primera reunión que se dio después de que el PRO y el resto de los bloques aliados acompañaron el veto de Milei en contra del financiamiento universitario. Cerca del Presidente siguen diciendo que están armando un «agasajo», para los 85 diputados que votaron para contribuir en el desfinanciamiento de la universidad pública, pero que esta vez, a diferencia del asado para los «87 héroes» que votaron en contra de los jubilados, la invitación será extendida y habrá cerca de 100 comensales. Ese ágape, esta vez, no se hará en la Quinta de Olivos. 

Más allá de los asados, banquetes y palmadas en la espalda, el PRO siente que no son escuchados, no son tenidos en cuenta sus reclamos, ni tampoco su agenda parlamentaria. Es decir, la Casa Rosada se sirve de ellos –hubiera sido imposible sacar cualquier ley con un bloque de solo 39 diputados como tiene Milei–, pero no los tiene en cuenta, ni tampoco los reclamos de su líder político, Mauricio Macri. 

En cuanto a los reclamos de los legisladores PRO, un claro ejemplo de la no importancia que les dan desde Casa Rosada es lo que pasó con las modificaciones que propusieron al decreto de acceso a la información pública. Francos les había prometido que irían para atrás con ese tema y nada fue cumplido. Es más, el jefe de gabinete fue desautorizado por el propio vocero Manuel Adorni en ese caso puntual. 

“Nuestra intención es seguir avanzando para modificar esa norma”, dijo Silvana Giudici del PRO y contó que la solución que les ofrecieron desde Rosada fue hablar con la titular de la Agencia de Información Pública, Beatriz de Anchorena. Los diputados no quedaron conformes. Giudici resumió: “Les dijimos que no fue para nada satisfactoria la reunión que tuvimos Anchorena porque no pudo explicar una sola de las observaciones que hicimos al Decreto”. Otra de las prioridades de la bancada pro es avanzar con la disolución de la Defensoría del Público y con el proyecto de Ficha Limpia, que busca impedir que personas que tienen condenas en segunda instancia por delitos de corrupción puedan postularse como candidatos a cargos públicos.

Fuente: Pagina12

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