Historietas en papel de diario
La idea está pensada para los kioscos de revistas. La primera entrega es la novela gráfica A tu rojo ruta, de Mariano Taibo, y Juan Ángel Szama ya palpita el próximo lanzamiento, con trabajos de Quique Alcatena. “Siento que el cómic en estos últimos tiempos está siendo un objeto medio elitista y tenía ganas de volver a las bases», sostiene el editor.
“Pensé: ‘podría reimprimir un cómic que tengo en diario’ y como toda idea que se me ocurre, se me empieza a ir de las manos, entonces empecé a pensar, ah, ¿por qué no una colección?” Szama Ediciones lanzó recientemente la colección Pulpa, de historietas en papel de diario y pensadas para los kioscos de revistas. En su primera entrega viene la novela gráfica A tu rojo ruta, de Mariano Taibo, y el editor ya palpita el próximo lanzamiento, con trabajos de Quique Alcatena, y más adelante otro con obra de Manuel Loza. “Cuando me quise dar cuenta ya tenía como un diario de historieta”, reconoce Juan Ángel Szama.
Szama va a contramano de la tendencia editorial en la Argentina y en casi cualquier lugar del mundo, donde el noveno arte pasó a publicarse principalmente en formato libro. “Siento que el cómic en estos últimos tiempos está siendo un objeto medio elitista y tenía ganas de volver a las bases, y en la historieta argentina siempre hay un diálogo con el kiosco, o la búsqueda de que haya un diálogo con el kiosco y también la necesidad de empezar a abrir el juego y hablarle a otra gente”, reflexiona. Los costos de impresión –que explica que son algo así como el 10 por ciento de los costos de meter a taller un libro- sustentaron la idea. “Lo que me pasa de unos años a esta parte es que siento que el medio se volvió muy endogámico y nos estamos hablando entre nosotros y tenía ganas de salir a buscar nuevos lectores. Todo eso empezó a confluir en la cabeza y es lo que me llevó a encarar el diario, que implicó también aprender un montón de cosas, porque ya la distribución en kioscos es completamente diferente a la de librerías”, cuenta. “Empecé a ver, a partir de todos los requisitos que me pedía la distribuidora, que es como una pelea en el espacio público, sobre lo que uno pone en un kiosco de revista, así que todo me generó más entusiasmo. Y se me fue de las manos”.
–Tu editorial siempre tuvo una línea de ediciones accesibles. Esto parece extremo en el precio. ¿3.000 pesos?
-Sí, esto es más accesible que nunca. Hay una cosa que me gusta rescatar de la autogestión, de bueno, del hazlo tú mismo y de la cultura fanzine, que es que sea lo más accesible a la mayor cantidad de gente posible. Nunca pensé la editorial en términos de generar dinero, sino de que el material circule. Pero eso también me traía a colación que después cuando tenía que reimprimir se me hacía muy caro o que tenía que hacer tiradas muy grandes que al día de hoy siguen circulando. Entonces entrás también en una trampa, como bueno, es más barato, pero para poder lograr que la tirada completa circule tenés que hacer mucho laburo. También hay una realidad que lectores fijos, digamos, que compren cualquier material de cualquier autor, son 300 en total. Y vos tenés que ganarte en el proceso a los otros 700 o a los otros 1000. Y si no tenés autores tan reconocidos o tan populares o que no peguen un hit es un trabajo cotidiano de estar mostrando que lo que uno hace y que lo que uno edita está bueno. Ahí entra también el mundo de la distribución. Por ejemplo, se vio muy beneficiada con el lanzamiento de Che, la distribuidora hecha por editoriales independientes.
–Hay dos temas con los kioscos. Primero que el medio ya hace más de 10 años que está fuertemente orientado al libro. Y segundo que los últimos intentos de meter una revista en los kioscos no funcionaron. ¿Vos por qué crees que este sí?
-Yo no sé si va a funcionar o no. No, si yo hiciese las cosas pensando eso me pondría una panchería. Hago la apuesta porque me interesa, pero nunca pienso en los términos de que funcionen o no. Si veo que después tengo el living de mi casa lleno del sobrante de todas las copias de diario, ahí tendré que replantearme las cosas. En principio, yo nunca pienso por la positiva, pienso que quiero que existan las cosas y me muevo para eso. Nadie en la historieta argentina está pensando en hacerse rico. Yo lo que apuesto es a que haya una historieta barata, apuesto a que le llegue a la mayor cantidad de gente, que tenga circulación, después. Hablarle a gente que no es del medio.
–¿Y a futuro?
-En principio son tres números ya pensados. Y luego cuando ya haya gente diciendo, vamos con esta, a lo mejor empezar a poner autores más disruptivos, y empezar a mostrar que hay otro tipo de lenguaje, más actual, más moderno.
–Arrancás con esta de Taibo, que más allá de que es una reedición, es una historieta bastante heavy.
-Quiero también naturalizar que el género, que la gente en sí, puede hablar de cualquier cosa. Y me gusta un poco también el choque ese, o que alguien se la compre inocentemente y se encuentre con un policial negrísimo. Por eso también en el caso de Pulpa conservamos el prólogo de Leo Oyola. No es que estamos haciendo esto por joder, digamos, sino que hay como un diálogo con el género. Siempre insisto con la frase esta que tiene la FED de si leés hay un libro para vos. Bueno, si leés hay una historieta para vos.