Su nuevo libro de cuentos, ‘Si te gusta la oscuridad’, explora también el proceso de escritura creativa, tema que abordó en su clásico ‘Mientras escribo’. En octubre llega a Argentina la reedición de ‘Danza Macabra’, dedicado a Borges y Ray Bradbury.
-«¿Cuánto tiempo te tomó componer ‘Hallelujah’?»
– «Varios años … ¿cuánto te llevó componer la canción ‘I and I’?»
– «Unos 15 minutos…»
Este intercambio legendario entre Leonard Cohen y Bob Dylan, que revela su mutua admiración, es el punto de partida perfecto para el nuevo libro de Stephen King.
La antología de cuentos inéditos, Si te gusta la oscuridad, rinde homenaje a la canción de Cohen ‘You Want It Darker’, una reflexión sobre la cercanía de la muerte que cierra su último álbum.
- Los sueños caídos, por Mariana Enriquez
Hoy, en su 77º cumpleaños -y Día de la Primavera-, Stephen King ha logrado algo notable con sus lectores, a quienes se refiere cariñosamente como ‘querido lector constante’: a través de su ensayo autobiográfico Mientras escribo y sus antologías de relatos, los convierte en protagonistas vívidos y cercanos.
Y en Si te gusta la ocuridad, el rey, una vez más, se desnuda. Comparte secretos de escritura y admite, como Leonard Cohen, que algunos de estos cuentos le han demandado mucho tiempo. Incluso años…
Por qué Stephen King es imprescindible para escribir
En su última colección de relatos inéditos, Si te gusta la oscuridad, Stephen King vuelve con sus perspicaces comentarios, anotaciones y reflexiones profundas sobre la escritura y el proceso creativo.
Desde su primera antología de cuentos hasta el reciente Si te gusta la oscuridad, King ha perfeccionado el paratexto (un término que él seguramente rechazaría, como explica en El bazar de los malos sueños: ‘lo que mis hijos Owen y Joe llaman ‘metaficción’ y yo llamo aparecer en la propia historia’) de notas que podrían constituir un libro aparte. A veces, estas notas son tan ricas como los propios cuentos.
A veces sus ideas se presentan en la introducción, el prólogo, o notas antes o después de cada relato, o incluso al final como epílogo, como en esta colección. Lo que sigue asombrando de King (77 años, 65 novelas, 500 millones de ejemplares vendidos en todo el mundo), es su enfoque aún fresco hacia la creatividad.
A la pregunta “¿cómo se escribe?”, King ya la contestó en su clásico, Mientras escribo: “palabra por palabra”. «Ya sea que estés escribiendo una simple nota de una página o una trilogía épica como El Señor de los Anillos, siempre trabajas palabra por palabra. La puerta de la escritura te aísla del resto del mundo, pero también te confina, concentrándote en lo que tienes entre manos.»
Proceso creativo: de Goya a Shirley Jackson
En su nuevo libro, Stephen King nos guía a través de una puerta en forma de epílogo, actuando como un portal entre la cultura mainstream y —disculpas por el concepto—’alta cultura’.
A pesar de ser uno de los autores más leídos y populares del mundo, con adaptaciones que nadie desconoce (Carrie, El Resplandor o Cuenta Conmigo), puede sumergirse en la literatura francesa clásica de Victor Hugo o citar a Francisco de Goya.
El relato ‘El mal sueño de Danny Coughlin’ y su referencia al inspector Javert en Los Miserables comparten un proceso creativo a través de la pintura «El sueño de la razón produce monstruos”. Para él, esos sueños y monstruos son componentes necesarios de la cordura.
Y cita a Shirley Jackson: “Ningún organismo vivo puede existir sanamente durante mucho tiempo en condiciones de realidad absoluta; incluso las alondras y los saltamontes sueñan”.
“¿Tengo curiosidad sobre el proceso? Dado que ha jugado un papel importante en mi vida, por supuesto que sí. He escrito sobre escritores de ficción y sobre el acto de escribir en no ficción, pero todavía no lo entiendo”.
Los cuentos de Si te gusta la oscuridad y un rey desnudo
La imaginación y las influencias no conocen límites. En el cuento «Serpientes de cascabel», Stephen King nos presenta una secuela de su famosa novela Cujo, esta vez con una vieja amiga del San Bernardo rabioso como protagonista.
Hay relatos que surgieron de sus paseos matinales con su corgi galés, Molly, como “Los soñadores”, “Pantalla roja” y “Finn”. Y declara que a veces ve las palabras antes de escribirlas, como si llegaran “completamente formadas, esperando a que se declare el detonante correcto”. Incluso en su mente, los puntos y comas encuentran su lugar.
En «El quinto paso«, el paso a paso de un curso de autoayuda se convierte en la excusa de un psicópata. La imaginación, según King, tiene hambre y necesita ser alimentada.
Sin embargo, incluso para un “escritor constante” como él, Stephen King duda de sí mismo. ¿Se desnuda? Si: “La ejecución nunca (no, ni una sola vez) ha sido tan espléndida como el concepto original. Incluso con mis novelas largas como It, terminé con la sensación de que un mejor escritor habría hecho un mejor trabajo”.
Dos bastardos talentosos: el misterio del talento
En «Dos bastardos talentosos» Laird Carmody, un escritor muy, pero muy popular estadounidense (menos recluído que Thomas Pynchon y de culto como J. D. Salinger), se niega a dar entrevistas, ¿cuál es el misterio y secreto de su talento que lo llevaron a él y a su mejor amigo de la infancia, dos chicos comunes del estado de Maine, a convertirse en los mejores artistas de su generación? ¿Qué esconde?
Stephen King nos presenta una especie de nueva versión fantástica del mito del cruce de caminos de Robert Johnson y los pactos con el diablo. Además, a través del narrador, el lector puede leer los párrafos mejorados de Laird Carmody antes y después de obtener «talento», como los pasajes tachados, corregidos y mejorados de Mientras escribo. Si King no hace metaficción, se le parece bastante.
Es uno de los mejores relatos de la colección y en la trabajada relación entre un padre ya mayor e hijo adulto, hay ecos del extraordinario cuento “Batman y Robin tienen un altercado”.
Más consejos de escritura… y un antídoto contra la megalomanía lectora
Quienes hayan leído el mencionado Mientras escribo y el epílogo de esta nueva colección, tienen un mundo de anotaciones del autor de 22/11/63 para seguir explorando.
En el prefacio de la colección El umbral de la noche, King reflexiona sobre la pulsión de escribir y relaciona a escritores como Poe y Lovecraft con Anne Sexton, Albert Camus y James Joyce, quienes han abordado temas como el sexo, la muerte y el inconsciente simbólico. En Todo es eventual, muchas de sus anotaciones se conectan con su amor por el cine clásico y noir, desde Orson Welles hasta el actor Elisha Cook Jr.
Sin embargo, es en la colección El Bazar de los malos sueños donde Stephen King se acerca más a la literatura contemporánea estadounidense. Entre dedicatorias y alabanzas a John Irving, Elmore Leonard y Cormac McCarthy, confiesa, de manera muy humana, que hasta 2009, por encargo de un diario para escribir una reseña, no había leído jamás a Raymond Carver. Todo un antídoto contra la megalomanía lectora.
“ ‘Una laguna importante para un escritor que llegó a la madurez literaria aproximadamente en la misma época que Carver’, podrías estar pensando, mi querido lector constante. Y estarías en lo cierto. Lo único que puedo aducir en mi defensa es: ‘tantos libros, tan poco tiempo’ (y sí, tengo la remera)».
Danza macabra: Borges, motosierra y el «monstruo republicano»
Editado originalmente en 1981, Danza macabra es un ensayo de Stephen King sobre la historia del terror como género en un sentido amplio: tanto en literatura como en cine. Descatalogado hace casi veinte años, el libro volverá a estar en librerías argentinas en octubre de este año, según consultó Página/12 a la distribuidora Grupal.
La dedicatoria del libro es para Robert Bloch, Jorge Luis Borges, Ray Bradbury, Frank Felkna Plong, Donald Wandrei y Manly Wade Wellman, «seis estupendos escritores de lo macabro que siguen con vida».
Entre los puntos destacados se encuentran un análisis del clásico de culto Freaks, dirigido por Tod Browning y de La masacre de Texas. Además, King explora teoría social, horror y bipartidismo en Estados Unidos.
Según él, “la monstruosidad nos fascina porque saca a relucir al republicano conservador que todos llevamos dentro. Necesitamos y disfrutamos del concepto de monstruosidad, ya que representa una reafirmación del orden que anhelamos como seres humanos”.
Casi al final, King vuelve a mencionar a Borges y a recomendarlo «para los lectores que busquen fantasía excéntrica, con personajes entregados a lo peor y más venal de sí mismos, pero también a lo mejor, más valeroso y sincero”.