Receta electrónica: cuáles son las claves de su implementación
El Decreto 345/2024 estableció la obligatoriedad de la receta electrónica a partir del 1 de julio, aunque el Ministerio de Salud, en su carácter de autoridad de aplicación de esa normativa, publicó una resolución extendiendo por 180 días el plazo en el cual coexistirá con la de papel.
Ambas formas serán aceptadas mientras se evalúan y solucionan posibles contingencias en la implementación del sistema electrónico. Mientras tanto, ese lapso de casi seis meses está destinado a permitir que se identifiquen y resuelvan problemas logísticos o técnicos.
Luego, las recetas en papel no serán válidas, salvo excepciones justificadas, y los médicos deberán emitir las digitales para cumplir con la normativa. A su vez, los proveedores de herramientas para emitir recetas deberán inscribirse en el Registro Nacional de Plataformas Digitales Sanitarias (Renapdis), a cargo del Ministerio de Salud de la Nación.
Si los proveedores de estas herramientas no están registrados, sus soluciones no serán reconocidas oficialmente y las recetas generadas mediante sus plataformas no serán aceptadas por las farmacias y otros actores del sistema de salud.
Durante los próximos meses se espera que se reglamenten aspectos específicos sobre la interoperabilidad de las distintas plataformas de prescripción electrónica, la seguridad y protección de datos, y los mecanismos de auditoría y control para asegurar el cumplimiento de la normativa. También pueden surgir ajustes en respuesta a problemas prácticos detectados durante la implementación inicial de la normativa.
Ventajas de la modalidad digital
Para los pacientes, el uso de recetas digitales implica varios beneficios prácticos como el acceso más rápido a sus medicamentos, ya que pueden ser enviadas directamente a la farmacia; también la reducción del riesgo de errores asociados con la interpretación de la letra manuscrita, y una mayor comodidad, porque pueden solicitar renovaciones de recetas de manera ágil a través de las plataformas.
La receta electrónica permite un mejor seguimiento del historial médico, ya que todas las prescripciones quedan registradas digitalmente y son accesibles tanto para ellos como para los profesionales de la salud.
Para las farmacias, significa una mayor trazabilidad y seguridad mejoradas en la dispensación de medicamentos; automatización de procesos administrativos, reduciendo el tiempo dedicado a verificar recetas, y comunicación más eficiente con los médicos y los pacientes.
Por último, para los médicos significará una mayor eficiencia en la emisión de recetas, ahorrando tiempo y reduciendo errores, un mejor acceso a los historiales de los pacientes, permitiendo un seguimiento más detallado y personalizado, y la facilidad para gestionar renovaciones y modificaciones de prescripciones de manera ágil y segura.
Adolfo Reyes
La receta electrónica en el mundo
Existen antecedentes de otros países sobre el uso de receta electrónica. Entre ellos, puede destacarse a Colombia como una de las naciones que con mayor agilidad adoptó la modalidad electrónica en América latina.
En los Estados Unidos, el uso de «e-prescribing» (receta electrónica en inglés) comenzó a popularizarse a mediados de la década de 2000, y tomó mayor impulso con la ley Hitech de 2009 que promovió la adopción de tecnologías de la información en salud.
Con esa norma cambió significativamente la seguridad del paciente al reducir errores de medicación, mejorar la adherencia al tratamiento y facilitar la integración de registros de salud electrónicos (EHR). Se calcula que en ese país más del 90% de las farmacias y proveedores utilizan «e-prescribing».
Inglaterra también puso en práctica el Servicio de Prescripción Electrónica (EPS) desde 2005. El sistema posibilitó a los médicos enviar prescripciones directamente a las farmacias de manera electrónica, lo que redujo los errores y mejoró la eficiencia en la dispensación de medicamentos. De hecho, el 70% de las recetas en Inglaterra se emiten digitalmente.
Un caso destacado es Estonia, por su avanzado sistema de e-Health (salud digital) y porque desde 2010 todas las recetas son electrónicas. El sistema estonio permite además una integración completa y segura de los datos de salud, facilitando el acceso de los pacientes a sus medicamentos en cualquier farmacia y reduciendo costos administrativos.
También pueden mencionarse otros casos exitosos como Suecia, que la implementó a principios de los años 2000, Dinamarca, que introdujo las recetas electrónicas en 1994, y Alemania, que comenzó su uso a gran escala en 2022 con posterioridad a la pandemia de Covid-19.
En la Argentina estamos en un período de preparación y adaptación, donde lo importante no es patear la obligatoriedad para más adelante, sino utilizar este lapso para ver, tanto desde la óptica del paciente como la del médico y las farmacias, la mejor manera de implementarlo.
(*) Médico cirujano y creador de Dctor.