Crónica de un rechazo: Zeballos declinó el llamado de Coria para la Copa Davis
Horacio Zeballos, el doblista número uno del mundo, rechazó el llamado de Guillermo Coria para integrar el equipo de Copa Davis que jugará, del 10 al 15 de septiembre próximos en Manchester, la fase de grupos de las Finales, en la que Argentina compartirá la zona con Canadá, Finlandia y Gran Bretaña. La negativa esconde una historia de vínculos partidos y una doble llamada «fuera de timing» por parte del capitán nacional.
«La relación con el capitán no es buena; tenemos visiones diferentes. Me cuesta respetar su palabra y por eso, sumado a la presión que representa la Davis, prefiero dar un paso al costado. Convivir una semana con pensamientos tan diferentes, en disconformidad, genera que sea imposible rendir de la mejor manera. No nos haría bien ni al equipo ni a mí», contó el zurdo de 39 años, líder del ranking ATP por duplas, en comunicación con Página/12.
El marplatense, reciente campeón del Masters 1000 de Montreal junto con su compañero Marcel Granollers, recibió el contacto antes de tomar un vuelo para abandonar Cincinnati, donde alcanzó las semifinales: Coria quería saber si estaba disponible para conformar la nómina copera.
Lo más curioso de la situación es que el ex 3° del mundo había tomado dos decisiones que generaron controversia por tratarse de Zeballos, el mejor doblista del planeta: dos meses atrás lo marginó de la delegación para los Juegos Olímpicos de París 2024, un plantel que quedó lejos de la zona de medallas, y en julio pasado lo dejó afuera de la nómina preliminar para esta misma fase de grupos.
En aquella ocasión se contactó con Zeballos para «avisarle» que haría oficial el plantel por obligación, en torno a los plazos que había establecido la Federación Internacional de Tenis (ITF). El reglamento le permitiría, sin embargo, realizar hasta cuatro cambios hasta el lunes previo a la competencia –el 9 de septiembre próximo–.
El plantel confirmado para buscar el pase a la fase final por la ensaladera, a disputarse del 19 al 24 de noviembre próximos en Málaga, entonces estaba integrado por Sebastián Báez (21°), Francisco Cerúndolo (29°), Tomás Etcheverry (34°) y los doblistas Andrés Molteni (30°) y Máximo González (32°).
«Es el mismo equipo que nos representó en las últimas series, el que nos trajo hasta acá. Es importante aclarar que cumplimos con los plazos de la organización», justificaba el capitán la ausencia del zurdo formado en el Edison Lawn Tenis de Mar del Plata.
«Me cuesta compartir la visión con el capitán», dijo este lunes Zeballos, quien no comprende qué cambió del mes pasado a esta parte: su ranking es el mismo y mantiene su habitual nivel de competencia en las instancias finales de los grandes escenarios. También aclaró: «No sería bueno vivir una semana en este clima con los chicos, con dos personas que piensan muy diferente; prefiero pasar una semana más con mi familia en casa».
Dos meses atrás, en una rueda de prensa oficial para comunicar el equipo de los Juegos Olímpicos -adelantado por este medio diez días antes-, Coria argumentó que la ausencia de Zeballos se debía a una inalterable decisión previa de sostener a cuatro singlistas y a la dupla conformada por González y Molteni, un tándem «consolidado», según sus palabras. «Uno se inclina por lo que cree que es lo mejor para el país. Estamos convencidos de que son los mejores que podemos llevar. La decisión es cien por cien deportiva”, decía el capitán, incómodo ante la consulta de los periodistas.
Y respondía: «A lo mejor ustedes (a la prensa presente en el lugar) se hacen otra película, pero la relación es espectacular». Dos meses después el propio Zeballos blanqueó que el vínculo está roto. Ahora, con los Juegos ya lejos en el tiempo y luego de aquella segunda ausencia en la lista preliminar de la Davis, el marplatense rechazó la convocatoria, después de un doble llamado del capitán, el mismo que lo había dejado afuera dos veces y que creyó que dejarlo afuera de su última cita olímpica no resintiría la relación. Vaya falla en los cálculos.
Coria se puso en contacto el viernes pasado, para «hablar de la Davis». La comunicación se postergó para esta semana, dado que el zurdo todavía estaba en carrera en el Masters 1000 de Cincinnati -acababa de clasificarse a los cuartos de final-. Recién este lunes el capitán le consultó por su disponibilidad, un planteo cuya esencia el marplatense no termina de entender: además del llamado «fuera de timing», cuando estaba en plena competencia, ¿qué cambió en el medio para semejante giro en la decisión, acaso tardío?
Este medio intentó otorgar el espacio de réplica tanto para el Mago como para Agustín Calleri, el presidente de la Asociación Argentina de Tenis (AAT), quien apoyó la decisión deportiva de prescindir de los servicios del doblista en París 2024. Desde el área de comunicación del organismo respondieron que «Guillermo no tiene intenciones de hablar» con quien escribe estas líneas, en términos personales, a la vez que aclararon que las convocatorias «corren por cuenta de los capitanes», por lo que el dirigente no tendría «nada que aportar».
Lo cierto es que, más allá de la crónica de los hechos y el devenir del rechazo de Zeballos, la Copa Davis volvió a despertar reminiscencias de tiempos de desencuentros, con desmanejos que impedían que la AAT no presentara el mejor equipo posible en una competencia de relevancia como la Davis.
La baja del doblista más destacado del mundo, y el mejor de la historia del país, tendrá un peso doble para las aspiraciones de Argentina: en el nuevo formato de las Finales por la ensaladera, con series de dos singles y un doble, el partido por duplas representa nada menos que el 33,3% de la eliminatoria -antes era el 20%-. El tenis es un deporte de momentos: tener al mejor en la disciplina configura un plus, juegue con quien juegue. Para Coria no habrá película pero la novela siempre puede sumar nuevos episodios de oscuridad.
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