Las multinacionales se benefician del asedio a la población civil en Franja de Gaza
Mientras la cifra de muertos por la ofensiva israelí en Gaza se acerca a 40 mil, las grandes multinacionales aumentan ingresos por su inserción en los territorios palestinos ocupados. El complejo militar-industrial israelí y estadounidense usa, según el Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica (Celag), «como conejillos de indias a millones de palestinos civiles para probar las más frescas novedades en materia de armamento de avanzada y software de espionaje y vigilancia que se exporta a todo el mundo». También hay empresas automovilísticas, tecnológicas, petroleras, inmobiliarias, y hasta cadenas de turismo y alojamiento con claros intereses en la ocupación israelí.
Leandro Alvarez De Lorenzo, autor del informe del Celag, asegura en diálogo con Página/12 que las multinacionales se benefician con la ocupacion israelí de territorios palestinos. «Más allá del interés geopolítico, este es inescindible el interés económico que fue despertando la ocupación israelí y la guerra a lo largo de los años. Palestina y su gente se convirtieron a lo largo de los años en laboratorios de desarrollo de tecnología para la guerra que luego se adapta a necesidades civiles y de mercado. La colonización ilegal israelí no tendría tampoco razón de ser sin el enorme negocio inmobiliario que tiene detrás». En vísperas de una nueva negociación para buscar un alto el fuego entre Israel y Hamas, De Lorenzo sostiene: «Donde superficialmente muchos vemos horror, guerra, destrucción y genocidio, otros ven oportunidad de negocios».
El «Proyecto Nimbus»
Mientras el ejército israelí bombardeaba hogares, clínicas y escuelas en Gaza y amenazaba con expulsar a las familias palestinas de sus hogares en la Jerusalén ocupada en mayo de 2021, los ejecutivos de Amazon Web Services y Google Cloud firmaron un contrato de 1.220 millones de dólares para proporcionar tecnología en la nube al gobierno y sus tropas, detalla el informe de Celag. Este contrato se conoció bajo el nombre de «Proyecto Nimbus».
En marzo de este año, en una conferencia que estaba llevando a cabo un directivo de Google Israel, Barak Ragev, un empleado rompió el silencio e intervino: «No voy a poner mi trabajo al servicio del apartheid y el genocidio». A los pocos días ese empleado fue despedido de Google. Celag explica que ni Google ni Amazon «pueden evitar que las herramientas desarrolladas caigan en manos del ejército israelí ni tampoco pueden cancelar el contrato ni la contraprestación por motivos de fuerza mayor, como la guerra que hoy están emprendiendo las tropas israelíes».
La vigilancia de los territorios palestinos
La filial de Motorola en Israel proporcionó al ministerio de Defensa un sistema de vigilancia que incluye radares y cámaras con sensores que detectan movimientos humanos. Está documentada su presencia en asentamientos ilegales de Cisjordania, además de haber sido una herramienta clave en el aparato de vigilancia que se montó en el muro de separación. Motorola Solutions Israel se convirtió en 2023 en el único proveedor de 4G para el ejército israelí, un servicio clave tanto en los asentamientos como en las distintas operaciones militares para transferir datos a alta velocidad.
El mismo día en que el magnate Elon Musk visitó Israel por primera vez en noviembre de 2023, el ministro de Comunicaciones del país hebreo, Shlomo Karai, anunció la instalación de Starlink en Gaza. La oficina que brindará servicio para el territorio palestino operaría desde Israel, y según el informe de Celag, «sin obtener ninguna autorización ni dejar ningún tipo de remesa en Palestina».
El negocio inmobiliario de la colonización
En el sector inmobiliario sobresale el caso de RE/MAX LLC, multinacional con sede en Denver, Estados Unidos. RE/MAX Israel tiene por ejemplo una oficina en el asentamiento de Ma’ale Adumim, en territorio palestino ocupado. En Palestina, destaca Celag, su negocio va más allá de la especulación inmobiliaria y se beneficia de la expansión colonial e ilegal de territorios palestinos. Lo mismo ocurre con las plataformas digitales de Airbnb, Booking.com y Expedia.
Un informe publicado por Amnistía Internacional en 2019 visibiliza el modo en que estas empresas de turismo y alquileres contribuyen a la expansión de los asentamientos. La respuesta de las empresas es parcial o nula, según explicó De Lorenzo a este diario: «Expedia y Booking respondieron a Amnistía que no tienen ninguna obligación legal de cesar sus actividades en los asentamientos. Airbnb retiró sus anuncios de los asentamientos en Cisjordania, pero no en los asentamientos orientales».
La investigación de Celag recuerda que en 1920 el empresario estadounidense Henry Ford escribió el libro El judío internacional, una suerte de panfleto antisemita contra el pueblo judío que tuvo gran influencia en la formación del nazismo. En una curiosa vuelta del destino, actualmente Ford provee al ejército israelí en Cisjordania y Gaza con chasis para vehículos blindados. En los primeros meses de 2023 el ejército israelí empezó a utilizar el vehículo blindado 4×4 «SandCat Tigris», que se basa en el chasis y la transmisión del Ford F-550.
Chevron y el gas palestino
La petrolera estadounidense Chevron es la principal empresa internacional que extrae el gas reclamado por el apartheid israelí en el Mediterráneo Oriental. Según denuncia el movimiento palestino BDS (Boicot, Desinversiones y Sanciones, Chevron «genera miles de millones en ingresos, fortaleciendo el arsenal de guerra de Israel y el sistema de apartheid, y exacerbando la crisis climática».
Las exportaciones de las que se hicieron beneficiarios Chevron e Israel se dirigieron en un principio a Egipto, país con el que la empresa había firmado un contrato de abastecimiento por 15 años. En junio de 2022 Ursula von der Leyen, en nombre de la Unión Europea, anunció la firma para importar gas de Israel en lugar de Rusia. De acuerdo al informe de Celag, el transporte «se realizaría por un gasoducto que atraviesa Palestina para llegar a Egipto y desde allí a Europa, y sin pagarle un sólo centavo a las autoridades palestinas».
«Boicots estratégicos»
El movimiento BDS, activo desde 2005, centra su campaña de sabotaje en un pequeño número de empresas que considera cómplices de violaciones de los derechos de los palestinos: a esa estrategia la llaman «boicots estratégicos». Desde las bases trazan un objetivo: «Poner fin a toda complicidad estatal, corporativa e institucional con el régimen genocida de Israel es más urgente que nunca. Nuestras vidas y medios de subsistencia dependen literalmente de ello».
Cuando Israel empezó sus ataques de represalia contra Gaza, la cadena de comidas rápidas McDonald’s anunció que iba a repartir comida gratis al personal de las Fuerzas de Defensa de Israel (IDF). Grupos propalestinos como BDS denunciaron que McDonald’s era cómplice de la limpieza étnica de los palestinos. En cuanto a la cadena internacional de cafeterías Starbucks, ésta tomó acciones cuando su sindicato de trabajadores compartió un mensaje en X que decía: «¡Solidaridad con Palestina!». Starbucks decidió demandar al sindicato, desatando una ola de ira propalestina.
Inspirado en el movimiento sudafricano contra el apartheid, BDS toma como propia una frase del arzobispo Desmond Tutu: «Si sos neutral en situaciones de injusticia, elegiste el lado del opresor». Desde la Celag, De Lorenzo defiende el señalamiento a las multinacionales y explica a este diario: «Creo que siempre es interesante conocer la pata civil y la pata económica detrás de las grandes matanzas. Siempre las hubo a lo largo de la historia, y esos son los nombres de las grandes multinacionales que con sus inversiones y negocios sacan enormes ganancias de este conflicto».