Benny Gantz renunció al gabinete de guerra formado por el gobierno israelí
Benny Gantz, miembro del gabinete de guerra israelí, presentó este domingo su renuncia por desacuerdos con el primer ministro Benjamin Netanyahu sobre el plan de posguerra en Gaza, y pese a la liberación de cuatro rehenes retenidos en el territorio palestino gobernado por Hamas. Los ministros Gadi Eisenkot y Hili Tropper, miembros del mismo partido de Gantz, también presentaron sus cartas de renuncia al gobierno de emergencia, en medio de divisiones crecientes en Israel sobre la forma en que Netanyahu gestiona la guerra contra el movimiento islamista palestino.
«No deje que nuestro pueblo se desgarre»
«Netanyahu nos impide avanzar hacia una verdadera victoria. Por esta razón hoy abandonamos el gobierno de emergencia con el corazón apesadumbrado», dijo Gantz en una comparecencia que iba a darse el sábado, pero que fue pospuesta tras el rescate de cuatro rehenes en Gaza en una operación con bombardeos que causó la muerte de al menos 274 palestinos. «Hago un llamamiento a Netanyahu: fije una fecha acordada para las elecciones. No deje que nuestro pueblo se desgarre», agregó el líder del partido Unidad Nacional.
Gantz figura como favorito para formar un gobierno de coalición si cayera el Ejecutivo de Netanyahu y se convocaran elecciones anticipadas. Esta seguidilla de renuncias no pone en riesgo al gobierno, una coalición que incluye partidos religiosos e ultranacionalistas, pero son un golpe político para el primer ministro, ocho meses después del inicio de la guerra contra Hamas en Gaza.
Hace unas dos semanas Gantz dio el 8 de junio como fecha límite para que su partido, Unidad Nacional, abandonara el gabinete de guerra si este no lograba acordar un «plan de acción integral» con seis objetivos: traer a los rehenes a casa, derrocar y desmilitarizar a Hamas en Gaza, establecer un gobierno alternativo en la Franja, garantizar el retorno de los residentes en la frontera norte y forjar relaciones de normalización.
Poder Judío, el partido ultraderechista del ministro de Seguridad Nacional israelí, Itamar Ben Gvir, anunció que volverá a votar con la coalición de Netanyahu en el Parlamento «mientras exista un acuerdo de tregua imprudente sobre la mesa» y se ofreció a reemplazar a Gantz como miembro del gabinete de guerra. Gantz, que antes del 7 de octubre estaba en el bando de la oposición, fue el único líder que accedió al pedido de Netanyahu de formar un gobierno de unidad nacional y logró un puesto dentro del gabinete de guerra, más reducido que el de gobierno y con derecho a voto.
«Es el momento de unir fuerzas»
Minutos después de que Gantz anunciara su renuncia, el primer ministro Benjamin Netanyahu le reprochó que es «el momento de unir fuerzas» y no de abandonar el gobierno por diferencias sobre la gestión de la guerra en Gaza. Netanyahu recordó que las puertas permanecen abiertas a «cualquier partido sionista» que quiera colaborar en la derrota de los «enemigos y garantizar la seguridad» de los ciudadanos de Israel.
El extremista Bezalel Smotrich, al frente de la cartera de Finanzas, criticó la decisión de Gantz como la respuesta «exacta» a lo que buscan el líder de Hamas en Gaza, Yahia Sinwar, o el líder del grupo chiita libanés Hezbollah, Hassan Nasrallah. «No hay acto menos majestuoso que renunciar a un gobierno en tiempo de guerra. Cuando aumentan las amenazas en el norte, cuando los secuestrados siguen muriendo en los túneles de Hamas y cuando decenas de miles de residentes están fuera de sus casas» en las fronteras, dijo Smotrich en X.
El jefe de la oposición israelí, Yair Lapid, calificó la acción de Gantz de «importante y acertada» y reiteró la necesidad de crear un gobierno «sensato que conduzca al retorno de la seguridad a los ciudadanos de Israel». Poco después de Gantz anunciaron su dimisión conjunta en una carta dirigida a Netanyahu los ministros sin cartera y miembros observadores del gabinete de guerra, Gadi Eisenkot y Hili Tropper.
El operativo de rescate en Nuiserat
Tras la liberación de cuatro rehenes en una operación que se llevó a cabo el sábado en el campo de refugiados de Nuseirat, en el centro de Gaza, este domingo cuatro miembros de una familia murieron y otros resultaron heridos en un bombardeo israelí que alcanzó su casa en el norte del enclave palestino. Testigos también informaron de disparos de helicópteros al este del campo de refugiados de Al Bureij y de artillería en Deir al Balah, en el centro, y en Rafah, en el sur.
Luego de ocho meses de guerra, el gobierno de Netanyahu reforzó su estrategia militar en medio de fuertes presiones internacionales e internas por su gestión del conflicto. El papa Francisco instó a que se permita el acceso de ayuda humanitaria a Gaza y apeló a la comunidad internacional a tomar medidas urgentes. «La ayuda humanitaria debe poder llegar a quienes la necesitan», sostuvo Francisco después de varios meses de escasez de comida, agua, medicamentos o suministros básicos en el enclave palestino.
El Papa reiteró su apoyo «a las negociaciones en curso entre las partes» para alcanzar un alto el fuego en la guerra entre Israel y Hamas. Además mencionó que el próximo martes «se celebrará en Jordania una conferencia internacional sobre la situación humanitaria de Gaza», y agradeció a Jordania, Egipto y la ONU que tomaran esta iniciativa.
La operación del sábado en Nuseirat supuso el bombardeo de «89 casas habitadas y edificios residenciales», que acabó con la vida de «64 niños, 57 mujeres y 37 ancianos», según reveló la Oficina de Comunicación del gobierno de la Franja. Además entre los heridos se encontraban 153 niños, 161 mujeres y 54 ancianos. El rescate se convirtió en el más importante llevado a cabo por las fuerzas armadas desde el 7 de octubre, pero también se trató de una de las jornadas más violentas en el devastado enclave palestino.
Las Brigadas Al Qassam, brazo armado de Hamas, anunciaron este domingo que tres rehenes, entre ellos uno con ciudadanía estadounidense, murieron durante el operativo de rescate. El grupo no identificó a los muertos ni proporcionó ningún detalle sobre sus identidades. Un vocero militar israelí, el teniente Peter Lerner, negó esa información. «Esto es sólo propaganda de Hamas en su intento de tratar de crear preocupación en Israel», dijo Lerner al canal británico Sky News.
La relatora especial de la ONU sobre los territorios palestinos, Francesca Albanese, se mostró «aliviada» por la liberación de los rehenes, pero lamentó que se produjera «a costa de al menos 200 palestinos, incluidos niños, y de más de 400 heridos».La guerra estalló el 7 de octubre cuando comandos de Hamas atacaron el sur de Israel y mataron a 1.194 personas, en su mayoría civiles, según un balance de la agencia AFP basado en datos oficiales israelíes.
Durante ese asalto los milicianos islamistas tomaron a 251 rehenes, de los cuales 116 siguen retenidos en Gaza, incluidos 41 que habrían muerto según el Ejército israelí. En respuesta Israel lanzó una ofensiva área y terrestre que ya mató al menos a 37.084 personas en Gaza, sobre todo civiles, de acuerdo al ministerio de Salud del territorio gobernado por Hamas desde 2007.