La provincia de Entre Ríos tuvo un 54 por ciento de ocupación en sus cerca de 45.000 plazas hoteleras durante los primeros 15 días del año, lo que representa un 20% menos que en el mismo período del 2023, con un movimiento económico bajo en comparación a otras temporadas, y con un turista que promedió una menor estadía y un menor gasto diario, según un informe de la Cámara Entrerriana de Turismo (CET).
Con un pernocte promedio de 3,5 noches, y un gasto per cápita de unos $35.600 por día, los destinos entrerrianos registraron un 55% de ocupación la primera semana del año, y un 53% en la segunda.
Se trata de un número de reservas «muy bajo, y que siempre fue de un 75%», resaltó a Télam el titular de la CET, Juan Acedo, y añadió que el pernocte promedio pasó de 7 noches a 3,5.
Los números tienen un impacto mayor si se compara con enero del 2022 mes donde más de 930.000 de turistas recorrieron la provincia, convirtiéndose en el tercer destino más elegido del país y con una ocupación promedio de 90%, y del 97% los fines de semana.
«Estábamos acostumbrados a otros números», dijo Acedo, quien resaltó la «fuerte campaña de promoción» y el acuerdo con prestadores para establecer tarifas «por debajo de la media nacional, y precios de diciembre, sin actualizar la suba de alimentos, servicios y combustible».
Una parrillada para dos personas y un vino tiene un costo promedio de $16.000; una pizza y una cerveza, cerca de $9.000; y un café con leche con medialunas se puede conseguir por unos 2.400 pesos.
Los campings con servicios y cerca de la naturaleza tienen un costo de 5.000 pesos por día; los hoteles van de $26.000 a $50.000 la noche y las cabañas para cuatro personas se reservan desde $40.000, mientras que los excursionistas gastan 16.000 pesos por día.
También existen ofertas según la cantidad de personas y las noches que se quedarán en el lugar, en una temporada donde «muchos llegan sin reservas y van buscando los mejores precios, en una oferta y demanda», precisó el titular de la CET.
Asimismo, los turistas de provincias vecinas están «repensando» viajes de larga distancia y sus costos por la «crisis e incertidumbre económica», y encuentran en Entre Ríos una opción «a menos distancia y de menor gasto», explicó Acedo a Télam.
El verano resalta las raíces, la historia, idiosincrasia, alegría, encanto y el brillo entrerriano con fiestas populares, carnavales y corsos en casi todas las ciudades, y con atractivos entre playas, termas, parques y campos con experiencias únicas.
Esa proximidad entre sitios con diferentes historias y raíces culturales se conectan entre sí gracias a la calidez, el encanto y el ambiente familiar que ofrece el entrerriano.
La naturaleza también aporta su cuota: la provincia esconde una playa en cada rincón, reservas naturales, ríos y cursos de agua entre humedales, bosques y barrancas, y carnavales que captan los sentidos con mucho ritmo, color y alegría.