Consejeros y teatristas independientes se oponen al cierre del Instituto Nacional del Teatro
Las consejeras y consejeros, las representaciones provinciales, direcciones de áreas, trabajadores del Instituto Nacional de Teatro (INT) y la Asociación Argentina de Teatro Independiente (Artei) se pronunciaron este jueves en contra del proyecto de «Ley ómnibus» que el presidente Javier Milei envió al Congreso y que propone el cierre del INT, creado por ley en 1997, a través de sendos comunicados.
«Hacemos un llamado al Congreso de la Nación para que no se apruebe el proyecto ‘Ley de Bases y Puntos de Partida para La Libertad de los Argentinos’, destacaron en un comunicado las y los consejeros y las representaciones provinciales del Instituto Nacional del Teatro, organismo que quedaría eliminado de aprobarse la iniciativa del Ejecutivo enviada para ser tratada en sesiones extraordinarias.
Desde la Asociación Argentina de Teatro Independiente (ARTEI) calificaron como «un avance autoritario» y «una afrenta a la cultura», al proyecto de «Ley Ómnibus» enviada al Congreso por el Poder Ejecutivo Nacional que, entre otras cosas, pretende derogar la Ley Nacional del Teatro y forzar el cierre del Instituto Nacional del Teatro (INT).
«Tanto el INT como la Ley Nacional del Teatro (24.800) fueron fruto de la lucha histórica de teatristas que pelearon por esas conquistas», destacaron en un comunicado que lleva por título «No al cierre del INT, no a la derogación de la Ley Nacional de teatro».
Por su parte, el comunicado de las representaciones regionales que forman parte del Consejo Directivo del INT señalaron que en el proyecto enviado por Milei al Congreso «nos vemos directamente afectados por la propuesta de derogación de la Ley Nacional del Teatro (24.800), con la consecuente desaparición del Instituto Nacional del Teatro, junto a la Ley de No Demoliciones de Salas (14.800). Ambas leyes son fundamentales para el fomento, desarrollo y protección de las comunidades de trabajadoras y trabajadores del sector teatral nacional. Su eliminación se plantea sin fundamentación, de manera arbitraria y sin el reclamo de ningún sector que demande esta derogación».
«Sabemos que esta preocupación -continúa el texto- es compartida con otros organismos de la Cultura Nacional afectados en este proyecto, por lo cual solicitamos al Poder Ejecutivo Nacional, al Ministerio de Capital Humano y la Secretaría de Cultura de la Nación, desistir del mismo porque esta medida aniquila la actividad teatral independiente argentina. A su vez, pedimos también que se designe la nueva Dirección Ejecutiva, ausencia que paraliza la vida funcional del Instituto y los compromisos adquiridos con la actividad teatral del país.
El proyecto de ley enviado por el Poder Ejecutivo al Congreso que también incluye una fuerte reducción del financiamiento a las políticas de fomento al cine y una modificación del sistema de asignación de recursos del Instituto Nacional de la Música, postula la derogación de la Ley 24.800, de 1997, que regula la actividad teatral y garantiza «el apoyo del Estado».
La norma, de fomento y financiamiento de la actividad teatral con fondos del área de Cultura, creó el Instituto Nacional del Teatro, que desaparece en el nuevo texto postulado.
El anunciado como próximo director ejecutivo del Instituto del Teatro se opone a su cierre
El dramaturgo y director Mariano Stolkiner, anunciado como futuro director ejecutivo del Instituto Nacional del Teatro (INT) y que tenía previsto asumir funciones a mediados de enero próximo, expresó a través de una carta pública su oposición al cierre del organismo previsto en el proyecto de ley ómnibus que el presidente Javier Milei envió el miércoles al Parlamento para su tratamiento en sesiones extraordinarias.
Asimismo declaró su «enorme y urgente preocupación frente a esta medida» a la que calificó de «completamente incomprensible», remarcando que afecta «a la sociedad en su conjunto» y llamó a la reflexión para que «este proyecto derogatorio… no avance convirtiéndose en una ley que tanto daño podría causar a nuestra sociedad en su conjunto».
«Sin la existencia de este Instituto, una enorme cantidad de hacedores no hubieran podido crecer dándole desarrollo a sus espacios de creación, posicionando al teatro argentino como uno de los más importantes a nivel mundial lleno de valores que funcionan como difusores de nuestra cultura, no sólo hacia adentro de nuestro territorio, sino que aún cruzando las fronteras para instalar un sello de excelencia alrededor de nuestro quehacer teatral en el mundo», destaca Stolkiner, responsable de puestas como «Rota» y gestor del El Extranjero Teatro de la ciudad de Buenos Aires, en su misiva pública que hizo llegar a la agencia Télam.
«El Instituto, a través de sus ya más de 25 años de existencia, ha logrado promover, fomentar, sostener un teatro federal, que es de orgullo nacional. Con el reciente proyecto de ley enviado al Congreso, donde se pretende derogar la existencia de este organismo, toda esa diversidad teatral que atraviesa y nos define como sociedad está en peligro», agrega Stolkiner en su misiva.
Stolkiner arranca su carta informando que «hace unas semanas fui convocado para ocupar la Dirección Ejecutiva del Instituto Nacional del Teatro, organismo fundamental para el desarrollo de la actividad teatral en su conjunto a lo largo y ancho de todo el país».
«A este Instituto, que fue creado en el año 1997 a través de la ley 24800, por impulso de importantísimos referentes de nuestro campo cultural, -agrega- le debo una gran porción de lo que soy hoy como artista».
Stolkiner remarca, respecto del ofrecimiento de ponerse al frente del INT como Director nombrado por el Poder Ejecutivo que «desde un primer momento, habiéndome llegado este ofrecimiento de forma completamente inesperada, tuve que reflexionar mucho, generando consultas hacia organizaciones del sector teatral, artistas y las propias personas que trabajan dentro de la institución. Sabiendo que, por motivos personales, no podía asumir el cargo hasta mediados de enero, de todas formas, en torno a un período de transición, me puse a trabajar para ir interiorizándome respecto al funcionamiento y el estado de esta institución, conociendo a la gente que en ella trabaja».
«En todo momento -relata Stolkiner- la articulación con la Secretaría de Cultura fue en favor de sostener su normal funcionamiento, razón para la cual había sido convocado. Sin embargo, de manera completamente inesperada, me entero de este proyecto de ley que pretende cerrarlo».
«Ante este estado de situación -remarca-, declaro mi enorme y urgente preocupación frente a esta medida, la cual a su vez me resulta completamente incomprensible afectando a la sociedad en su conjunto, más allá de lo que me toca en términos personales, siendo que, a través de este proyecto de ley, no encuentro respuesta a la razón para la cual fui convocado en su momento».
Al final, Stolkiner declara: «Llamo a la reflexión, para que este proyecto derogatorio, que podría causar un enorme daño sobre nuestros preciados bienes culturales, conformantes fundamentales de nuestro patrimonio e histórica identidad nacional, no avance convirtiéndose en una ley que tanto daño podría causar a nuestra sociedad en su conjunto.
De acuerdo con el proyecto a debatirse, «se procederá a la reasignación de los recursos humanos, presupuestarios y materiales con motivo».
En ese sentido, desde ARTEI destacaron que derogar la ley y forzar el cierre del INT es «afrenta a la cultura y al trabajo de toda la comunidad teatral que por décadas se desarrolló alrededor de esta política de Estado que atravesó los más diversos gobiernos».
«Los legisladores y legisladores que aprueben esta afrenta estarán votando un retroceso cultural histórico«, agregaron.
«Desde nuestro lugar -concluyeron- sumaremos fuerzas y estrategias con todos los sectores afectados por este Proyecto de Ley para que no se concrete este avance autoritario».
En tanto, los representantes y trabajadores del INT se declararon «en estado de alerta, movilización y en diálogo permanente con las comunidades teatrales, a fin de rechazar la derogación implicada en este proyecto de Ley y de establecer una agenda de actividades multisectoriales que amparen a todos los sectores afectados, teniendo en cuenta que, aún estamos en el estudio minucioso de este extenso proyecto que intenta cerrar, intervenir y desfinanciar a las instituciones».
«Esta agenda -agregan- incluye un vigoroso diálogo con legisladores para dar cuenta de la importancia de conocer los problemas que generaría la aprobación de esta ley ómnibus que atenta contra la vida de la ciudadanía y del sector cultural en particular».
«El teatro es trabajo y, como tal, generador de miles de fuentes de empleo. Con la derogación de la Ley Nacional del Teatro no solo están en riesgo los puestos de quienes formamos parte del Instituto Nacional del Teatro, sino de todas aquellas fuentes laborales que dependen de la puesta en escena de obras y ciclos de teatro independiente: rubros técnicos, actorales, dramatúrgicos y de dirección, salas y espacios de todo el país, medios especializados e infinidad de actividades conexas a la producción de las artes escénicas», destaca el comunicado.
La Ley Nacional del Teatro fue creada en 1997 y es una norma emblemática de la democracia y dio origen al Instituto Nacional del Teatro, un organismo federal con representantes en cada provincia de del país.