Paisajes que reconectan con la naturaleza y se afianzan como destinos primaverales
La llegada de la primavera, con mejor clima y más horas de sol, predispone a planificar escapadas de pocos días y a corta distancia en las distintas regiones del país para disfrutar del renacer de la naturaleza, un tiempo de relax y con opciones tan variadas y diversas como los paisajes de cada provincia.
Apreciar la floración de lapachos, jacarandás, notros y arrayanes, o el regreso de aves migratorias como playeritos, golondrinas y cauquenes en los parques nacionales; pescar, practicar trekking o deportes extremos en ríos, mares o dunas figuran entre las posibilidades que llaman a los viajeros a planificar viajes cortos que les permitan una pausa en la rutina.
En el sur de la provincia de Buenos Aires, los amantes del aire libre y del turismo aventura pueden optar por disfrutar de la primavera en el parque provincial Ernesto Tornquist, ubicado en la comarca de Sierras de la Ventana, donde rodeado de sierras y una frondosa vegetación se realizan caminatas y recorridas por senderos, entre otras actividades.
En ese parque de 6.700 hectáreas se encuentra el monumento natural Cerro Ventana, una formación que da su nombre al sistema serrano de dicha comarca turística.
Para llegar hasta allí hay que recorrer la ruta provincial 76 entre Tornquist, ciudad cabecera del distrito, y las localidades de Villa y Sierra de la Ventana.
La extraordinaria heterogeneidad de ambientes que presenta ha facilitado la convivencia de flora y fauna con requerimientos ecológicos y adaptaciones muy diversas, emergiendo como una especie de «isla de biodiversidad».
Las condiciones de aislamiento ecológico que representan estas sierras en la región pampeana dieron lugar a ciertos endemismos, con especies únicas que no se encuentran en otra parte del planeta y que el Parque busca preservar, como el pastizal serrano pampeano, por su importante función ecológica, el llantén plateado, y animales como el guanaco, la iguana de cobre y el sapito de las sierras.
En el Litoral, el clima primaveral invita también a recorrer Entre Ríos, declarada por el Senado de la Nación como «Capital Nacional de Termas», que además de su variedad de paisajes y experiencias con la naturaleza ofrece sitios históricos y culturas muy diferentes.
La provincia cuenta con más de 125 piletas y actividades acuáticas en unos 16 complejos termales de 14 localidades; entre ellos el de Federación, ubicado a orillas del lago de Salto Grande; el de Colón, frente al río Uruguay con cientos de palmeras; y el de La Paz, con aguas de origen marino únicas en su composición.
Cada destino propone fiestas populares, diversas manifestaciones culturales y recursos naturales para generar «una muy buena visita», indicó a Télam la secretaria de Turismo, María Laura Saad, y aseguró que Entre Ríos es «un destino ideal con una nutrida agenda que interactúa con la naturaleza de la región».
Entre pastizales, humedales, montes, playas y el agua de dos de los ríos más caudalosos, la historia entrerriana se enraíza con lo natural pero tampoco pierde sus costumbres gauchescas, originarias, europeas y de múltiples religiones, como el Circuito de Colonias Judías.
La pesca deportiva en ríos, arroyos, lagunas y el impresionante lago de Salto Grande deja experiencias inolvidables.
La Paz, Santa Elena, Paraná, Concordia, Concepción del Uruguay y Villa Paranacito son algunas de las ciudades más marcadas por los atributos de los ríos.
En la Patagonia, en tanto, la primavera en la localidad chubutense de Trevelin es mágica, dado que en esta época comienzan a florecer las coloridas y perfumadas plantas del lugar que ofrecen un paisaje único para sus visitantes, quienes también pueden disfrutar en la ciudad de degustar exquisiteces a la hora del té.
Este pequeño y pintoresco pueblo con tintes galeses, ubicado a 22 kilómetros de la ciudad de Esquel, se destaca por tener uno de los mejores campos de tulipanes y peonías del mundo, un atractivo único en Argentina que es visitado por miles de turistas principalmente en octubre, mes de su floración.
A nivel gastronómico Trevelin es reconocida por su delicioso té y su torta galesa, con varias casas de té donde se puede disfrutar dichas exquisiteces.
En la zona de Cuyo, Mendoza se destaca con sus caminos y senderos para disfrutar de las majestuosas montañas al pie de la cordillera, junto a bodegas y olivares.
La localidad de Tunuyán, a unos 50 minutos de la ciudad de Mendoza, ofrece al visitante la posibilidad de disfrutar en un entorno natural de los caminos del vino, donde destacan la arquitectura de las bodegas y adonde se puede llegar en automóvil por la ruta nacional 40 para conocer, además de las propuestas gastronómicas, opciones de turismo aventura como senderismo, trekking, escalada en roca en el Cajón de los Arenales, cabalgatas y mountain bike.
En la ciudad de Mendoza resalta su parque General San Martín, con sus monumentos, su lago y arboleda ideal para disfrutar el día al aire libre.
Pegado al Parque, de 8 a 20, se puede disfrutar del Parque Deportivo de Montaña, donde se puede realizar ciclismo, senderismo, mountain bike, running y trail running, con espacio para estacionamiento, bebederos, sanitarios y kioscos.
Y al sur de Mendoza se pueden visitar las bellezas naturales que bordean los ríos Atuel y Diamante en San Rafael, los valles al pie de la cordillera en Malargüe o los destinos rurales en General Alvear, donde la exquisita gastronomía y la cata en bodegas compiten con paisajes soñados y la tranquilidad de su gente.