El artista urbano Jae Cho, quien llegó días atrás a Buenos Aires desde su Paraguay natal para exhibir el último fin de semana en Niceto Bar un estilo propio que hace síntesis entre el k-pop y la música urbana latina, destacó la influencia de la escena argentina en su música y ponderó el alcance del «marketing» para «poder llegarle a todo tipo de personas».
El joven dio sus primeros pasos en la música en la iglesia a la que asistía con sus padres, quienes dejaron atrás Corea del Sur para radicarse en Asunción cuando Jae Cho estaba en la panza de su madre: «Crecí como coreano en Paraguay. Y me considero más coreano porque mis padres son cien por ciento coreanos en mentalidad y raza. Yo soy el único que nació en Latinoamérica», contó.
En diálogo con Télam, compartió algunas postales de su camino en la música como cantante, compositor, rapero, productor musical y multi-instrumentista, siempre guiado por sus raíces culturales: «La cultura coreana es muy activa. Mis padres me criaron como coreano, fui a un colegio coreano y vivía también en un barrio coreano. Empecé con la música por la iglesia a la que íbamos».
Su primer instrumento fue la batería, pero cuando se adentró en el mundo de los karaokes, empezó su vocación como cantante: fue en ese momento que supo que quería interpretar canciones pero que antes debía aprender al menos algunos acordes.
«Le pedí a un amigo de la iglesia que me enseñara. Así fue cómo comenzó todo y luego empecé a progresar un poco más. Ya siendo un poco más grande y con la tecnología cada vez más avanzada, me encontré con muchas más posibilidades para poder hacer mi música», señaló el joven de 29 años que coronó su primer millón de reproducciones con «Phone», donde sintetiza el k-pop y el rap latino en una sola pieza.
Life Goes On, por Jae Cho
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Sobre aquella canción, que le abrió las puertas a sus primeros viajes como artista fuera de su Asunción natal, asegura estar «muy agradecido» y a la vez sorprendido por el alcance que tuvo: «La verdad es que no esperaba que tuviera esa cantidad de reproducciones y que la gente empezara a interesarse tanto en mí. Gracias a esos resultados es que pude venir hasta Buenos Aires, una ciudad que me encanta y que considero muy artística».
A la hora de producir sus beats, piensa «más en el hip-hop coreano» pero a la hora de escribir una letra la influencia viene de los artistas «latinos»: «Escucho tanto música de Argentina como desde Corea, y siento que mi música tiene un poco esa mezcla. Me gusta mucho Paulo Londra, que fue uno de los primeros que me llamó la atención, y también otros como Trueno, Lit Killah, Duki y Bizarrap y otras cantantes como Nicki Nicole, María Becerra y Emilia Mernes».
Pero, al hablar sobre el productor argentino, hoy devenido en una estrella global, además de destacarlo por sus producciones, el artista e influencer subrayó sus habilidades con el marketing: «Me parece que en todo trabajo el marketing es súper importante para poder llegarle de todas formas a diferentes tipos de personas. Es por eso que incluí el baile en mis presentaciones, porque no hay k-pop si no hay baile».
Y concluyó sobre sus próximos pasos: «Hoy estoy en la proyección de hacer un álbum, como así también ir a otros países par a promocionar mi música o hacer un show. Quiero viajar, conocer más gente y compartir un poco de lo que estoy haciendo desde el arte»,