Argentina creó marca de ropa de lujo y no para de vender en EEUU
Quince años atrás, la emprendedora Alejandra Boland, junto a una amiga de la facultad, se animó a la aventura de crear su propia marca de ropa: Ceilonia. «En ese momento, nuestro enfoque estaba puesto en la indumentaria de noche, pero por una situación externa a nuestras ideas, rápidamente nos posicionamos como la nueva marca que hacía vestidos de noche, lo que nos permitió vender en los mejores multimarca del país», narra la iProfesional.
La incorporación de su padre como socio, les permitió profesionalizar la marca y crecer cada vez más. Entre 2018 y 2019, la sociedad con su amiga se disolvió y sintió la necesidad de un cambio. «Después de tomarme un tiempo para reflexionar, decidí enfocarme nuevamente en la creación de productos de noche, pero esta vez llevándolos al lujo», cuenta.
«Me involucré en el proceso creativo como nunca, buscando recursos por todo el mundo, géneros en Nueva York y París, bordados increíbles en la India y me animé a hacer un producto superador a todo lo que había hecho», recuerda.
A partir de ello, lanzó su nueva línea bajo la etiqueta de Ceilonia Soirée (haciendo referencia a una nueva sociedad en Paris con Julia, una íntima amiga de toda la vida) en Argentina con muchísimo éxito. «Como parte de mi plan de expansión, decidí aventurarme más allá de Europa, en el mercado de Estados Unidos y mi desembarco fue en un tradeshow con el que había soñado durante muchos años: Coterie», comparte la joven.
Luego de ello, Informa Markets, la compañía detrás del evento y otros de los más importantes de moda en América del Norte, la convocó para representarlos y hacer curaduría de los talentos de Argentina, Paraguay, Uruguay y Bolivia.
En 2022, la emprendedora argentina decidió poner en movimiento el plan de internacionalización de la marca
Una marca que se animó a la internacionalización
«Fue recién en 2022, 15 años después de haber arrancado con Ceilonia en Argentina, que decidimos poner en movimiento el plan de internacionalización que veníamos armando», recuerda.
Uno de los motivos fue el desafiante el panorama productivo. «Trabajamos con recursos importados de diferentes lugares del mundo, y el no poder contar con ellos, literalmente nos dejó sin la posibilidad de reponer productos estrella ni hacer nuevos», explica. «Me resistí a bajar la calidad de la propuesta, por lo que con mis socios dijimos: ‘Ok, es ahora’».
Por otra parte, «siempre tuve la certeza de que la exponencialidad de mi negocio estaba en volverlo internacional», destaca Boland. «En nuestro plan, teníamos claros los objetivos de Estados Unidos y Europa. Una de mis socias está instalada en París y la idea inicial era empezar por ahí. Pero a veces las oportunidades aparecen por fuera de lo previsto».
Para ambos destinos, la estrategia contaba con participar de diferentes eventos mayoristas, para entrar al mercado de la mano de un tradeshow reconocido y respetado, que los acercara a los compradores mayoristas desde un lugar validado. «Se abrió la posibilidad de participar de Coterie Nueva York y no lo dudamos», expresa. «En dos meses estábamos en una de las ciudades más importantes del mundo, en términos de moda, con nuestra colección, presentándonos ante las más importantes tiendas», relata.
Según detalla la empresaria, hubo muchísimo trabajo previo. «De investigación, de armado de un plan concreto con metas y expectativas seteadas, adaptando todo lo necesario para poder salir a un nuevo mercado, sabiendo que una vez en él, seguiríamos aprendiendo, modificando y mejorando cosas en base a la experiencia y respuesta que tuviésemos».
En el plan de negocios de la marca, estaban claros los objetivos de llegar Estados Unidos y Europa
Hoy Alejandra lidera Ceilonia, con parte de su producción en India y otra en Argentina, su búsqueda de inspiración y recursos en Buenos Aires, Paris y New York, y su proyección comercial no sólo en Estados Unidos, si no ya con las miras puestas en Europa.
Por otra parte, desde su rol de consultora, con su equipo acompaña a marcas de Argentina, Paraguay, Uruguay y Bolivia que quieren salir al mundo. «Hay muchísimo talento en Sudamérica y hoy es el momento de crecer en nuevos mercados», asegura la joven.
¿Cómo es trabajar y emprender una marca en otro país?
Para Alejandra, es «muy inspirador y divertido. Todo fluye con un ritmo que te permite adaptarte y es fantástico poder aprender de personas que trabajan de modo ordenado y creativo», comparte. «Es un mercado súper competitivo, y si bien eso podría considerarse una barrera, para mí es el motor que me lleva a querer hacer siempre un mejor producto y también lo que me permite ponerme por demás creativa para lograrlo».
Desde su mirada, «el mayor beneficio es lo infinito de un mercado como Estados Unidos, que hace lugar para marcas que tenga una propuesta diferenciada«.
Por otro lado, asegura que ser argentina implica ciertas ventajas. «Una como empresaria muchas veces no es consciente de todo lo que hace a diario. Construir un negocio desde cero es muy desafiante, te exige talento, energía, tiempo, creatividad. Y en Argentina siempre suma algún que otro condimento que invita a que el desafío sea más intenso».
Al momento de emprender una marca o negocio en otro país, «ser argentina implica ciertas ventajas»
«Los argentinos somos muy serios trabajando, creativos, emprendedores y estamos acostumbrados a resolver, muchas veces, con pocos recursos. Es por eso que cuando estamos en países en los que las condiciones son más amables, nos destacamos por completo», remarca.
Para la emprendedora, el balance es muy positivo. «Si bien me encantaría pronto volver a producir y poder comercializar en Argentina, sé que la expansión a nuevos mercados me invita a crecer como marca y como empresaria, y eso me parece espectacular», concluye.