Cantando codo a codo, somos mucho más que dos

Las Hermanas Desmond

Cuando corrían los años 30, irrumpieron en la escena del tango, varios dúos vocales conformados por hermanas. Tal el caso de las hermanas Nelly y Gory Omar, o Las hermanas Mores, conformado por Margot y Myrna Mores. Otra dupla pionera fue la que constituyeron Lidia y Ana Argerich, que con el nombre artístico de Lidia Desmond y Violeta Desmond, fueron conocidas como Las hermanas Desmond.

Ambas empezaron su carrera artística hacia la segunda mitad de la década del veinte como parte del elenco de compañías teatrales con las que giraron por todo el país y pisaron los escenarios más convocantes de la capital, tales como los de los Teatros Maipo, Porteño, Sarmiento y Avenida. La radio les brindó notoriedad: juntas sonaron en las principales radios del país como Radio Belgrano, Stentor y Municipal, entre otras.

A mediados de la década del 30 graban el vals “Amor es amar”; poco después llegan a la pantalla grande con su participación en el film “Radio Bar” y graban otro vals: “Pienso en ti”.

Las Hermanas Vera

Las compositoras y cantautoras correntinas oriundas de Caá Catí, Bonifacia y Rafaela Vera, son las integrantes del dúo conocido como Las Hermanas Vera, que llevan medio siglo de tradición chamamecera en nuestro país desde el día en que ganaron su primer concurso en un festival de chamamé.

Desde ese momento, no pararon. Fueron parte de los principales festivales de la Argentina y también de los países de la región.
A comienzos de la década del setenta registraron su arte en las primeras grabaciones del álbum que se llamó “Tu distancia y mi dolor”, al que le siguieron una treintena de discos, dos de los cuales obtuvieron un premio Gardel en 2020 y 2022.

Leda y María Elena

El dúo que conformaron a principios de los años 50, y por más de 10 años, Leda Valladares y María Elena Walsh nutrió al cancionero folclórico argentino de piezas de inconmensurable valor cultural.

Con diez discos en los que recopilan la tradición oral de la región andina de nuestro país, los dos primeros fueron grabados en Francia, y los siguientes aquí, en los que a las canciones del noroeste argentino luego se sumará la grabación de canciones del folklore español, villancicos, y finalmente, canciones infantiles escritas por Maria Elena Walsh, ese talento infinito que seguirá desarrollando para seguir haciendo historia, cuando las integrantes del dúo abrieron sus caminos.

Como señala la etnomusicóloga Mercedes Liska, “el dúo Valladares-Walsh también estableció en la Argentina una trayectoria de dúos femeninos acotada pero resonante en la historia musical popular, en la que después se destacaron Marilina Ross y Sandra Mihanovich, y la segunda junto a Celeste Carballo.

Estos dúos de mujeres enriquecieron la música argentina porque visibilizaron una enunciación femenina distinta respecto de las cancionistas del género romántico y porque, en esa alianza, encontraron cierta fortaleza para narrar el amor entre mujeres” 

Cristina y Hugo

Cristina Aída Ambrosio se recibió de profesora de piano, pero su extraordinario talento vocal con registro de soprano la llevó a desarrollar una exitosa carrera como cantante. Junto a su hermana Graciela Susana formaron un dúo musical que llegó a ser revelación de varios escenarios y que, al coincidir en una peña con el guitarrista Hugo López, se transformó en un trío: «Los Cautivos». No obstante, sus caminos se bifurcarían; a Graciela Susana la esperaba una prolífica carrera como cantante de tangos en Japón y a Graciela, un matrimonio con Hugo y una sociedad artística: el dúo folclórico Cristina y Hugo.

Brillaron desde fines de los años 60, y la voz de Cristina quedó registrada en varios álbumes editados en Argentina y otros tantos en Japón. Su voz deslumbró a los púbicos de lugares como México, Estados Unidos, Sudáfrica, Japón e Israel.

Cristina falleció trágicamente a la temprana edad de 35 años junto a su marido el 5 de junio de 1986 en un accidente automovilístico en la localidad de Moreno, Provincia de Buenos Aires. Entre sus éxitos más recordados se encuentran “Palmeras”, “Canción del derrumbe del Indio” y “Padre Inca”.

Del dúo conformado por Cristina y Hugo queda también un recuerdo que sin dudas es imborrable para quienes hayan transitado su niñez en la década del 70: la canción “Trapito” interpretada por ellos en la película de Manuel García Ferré.

Bárbara y Dick

Antes de que terminaran los años 60, cuando la llamada “música joven” comenzaba a dar a la luz una nueva corriente de rock argentino, con una poesía y sonoridad propias, y una actitud contestaria, irrumpe en escena la voz de Bárbara Virginia Bourse, en dúo con Fernando Sustaita: los inolvidables “Bárbara y Dick”.

Con un éxito arrollador aquí y en el mundo, muchos discos en su haber, canciones como “El funeral del labrador” (1966) traducida a varios idiomas, el dúo grabó un simple con dos canciones compuestas por un chico que comenzaba a asomarse a la escena del rock: Luis Alberto Spinetta. El simple fue editado por RCA VIK, y esas dos canciones llevan por título “Hoy ya no se puede”, en el lado A, y “Tristeza por todas partes”, en el lado B.

El camino artístico de Barba Bourse continúa hasta la actualidad, como solista, y en ocasiones en dúo con su hijo Julian, interpretando los éxitos del legendario dúo.

Fedra y Maximiliano

En el primer número de la revista Pelo, en 1970, una nota a doble página sobre una cantante se abre paso entre tantas (todas) de músicos varones. Es sobre Fedra, (Eli Salvador, su verdadero nombre), la cantante del dúo pop Fedra y Maximiliano, quienes ya llevaban grabados dos álbumes en la CBS, uno titulado “Un muchacho, una muchacha”, y el otro “Cuéntame”, ambos de 1968.

Su repertorio eran canciones compuestas por Bebe Muñoz (Maximiliano), y versiones de otras que no eran propias, tal el caso de Como somos, una canción de Piero, que tuvo muy buena repercusión interpretada por ellos. La nota no aporta de todos modos ninguno de estos datos, el autor no hace referencia a cómo canta ni qué canta, sino a que es bastante flaca, que no usa maquillaje, que algunos la ven fría y poco femenina, que puede arañar, que tiene mucho carácter, que muy pocos la ven sexy, que pocos la ven atractiva, aunque para el autor sí es sexy, y es femenina.

Lucía y Joaquin: Los Pimpinela

Ya pasaron cuarenta años de la noche en la que Lucía Galán y su hermano Joaquín dieron su primer show en una discoteca de La Plata sin despertar más que una tibia -por no decir indiferente- respuesta del público. A juzgar por aquel debut, no era de esperarse el furor que se desataría un año más tarde con el emblemático “Olvídame y pega la vuelta”, que los catapultó a la fama para siempre. Era el inicio de los años ochenta y Lucía Galán desde el escenario, ya daba muestras de empoderamiento femenino. “Porque ahora soy yo la que quiere estar sin ti”, le contestaba a su partenaire.

Impusieron un estilo de canción guionada con el que se contaban historias y actuaban escenas de peleas y reconciliaciones, de confesiones y secretos. Crearon una marca registrada que los acompañó todos estos años aquí en la Argentina y en el mundo. Hoy, giran por el mundo, festejando su 40 aniversario y hacen alarde de su enorme vigencia.

Después de 300 canciones y 25 millones de discos vendidos en el mundo, Los Pimpinela son mucho, mucho, más que dos.

Ferni y Luchi

Opera Queer ofrece una propuesta musical teatral en las voces del dúo conformado por Ferni y Luchi de Gyldenfeldt, dos hermanas gemelas trans no binarias, docentes y cantantes que, juntas, conjugan arte y activismo que promueve la visibilización del colectivo LGBTIQ+ y su ampliación de derechos.

Ferni fue quien, a través de una denuncia ante el INADI en 2021, logró que el tradicional Festival de Cosquín rompiera con el binarismo de sus categorías de género denominadas “Voz femenina” y “Voz masculina” y se aggiornara con la categoría única de “Voz solista”, lo que constituyó un verdadero hito para las diversidades en el ámbito cultural.

Aquí, Ferni y Luchi, interpretan el dúo Papagueno y Papaguena de la Opera La Flauta Mágica del compositor Wolfang Amadeus Mozart.

Sofía y Clara

El grupo Fémina -nacido en San Martín de los Andes- supo ser, hasta el año pasado, un trío de hip hop y folk, integrado por las hermanas Sofia y Clara Trucco, y Clara Miglioli.

Hoy transformado en dúo, formado por las hermanas Trucco, Clara reflexiona: “Creemos que nuestro poder son nuestras voces, y nuestras voces sonando juntas son aun más poderosas. Lo que nos gusta mucho a nosotras es jugar con las armonías, todo lo que estés diciendo si está armonizado es como un abanico que se abre, y te golpea el corazón. Eso es lo que nos gusta de cantar juntas: sumar nuestras voces para decir algo”.