Bullrich y cómo diferenciarse de Milei, con quien comparte un duro plan de ajuste
Luego de ser elegida como candidata presidencial de Juntos por el Cambio (JxC), Patricia Bullrich comenzó a ensayar un equilibrio entre criticar las posturas que el líder de La Libertad Avanza (LLA), Javier Milei, tiene sobre el aborto, el cambio climático y la política internacional, pero sin dejar de compartir con él sus propuestas de eliminar ministerios, privatizar empresas estatales, recortar el gasto público y realizar una reforma laboral.
«El tema no es estar a favor o en contra, sino que el cambio climático existe. El tema es cómo se procesa la economía en relación a eso. Hay que prestarle atención», dijo Bullrich en declaraciones a Radio Mitre, al cuestionar a Milei por calificar esa problemática como «una mentira del socialismo».
En esa entrevista, que fue una de sus primeras apariciones post PASO, Bullrich se distanció también del diputado liberal -autodenominado «pañuelo celeste»- por proponer una consulta popular para derogar la ley de interrupción del embarazo, sancionada en 2020.
«Aquellas leyes que se han votado están vigentes. Vas a paralizar el país entero si haces un plebiscito. En este momento necesitamos salir adelante económicamente», expresó la exministra de Trabajo de la Alianza (1999-2001) y exministra de Seguridad del macrismo (2015-2019).
Después de meses de enfrentamientos, la líder de «los halcones» del PRO impuso su «todo o nada» y su «cambio profundo» con el 16,98% de los votos en las primarias, que la elevaron frente al 11,30% que obtuvo el «consenso» y la «nueva mayoría» que pregonaba su derrotado adversario en la interna, el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta.
A dos meses de los comicios generales, la exministra se encuentra en medio de las proclamas ultraliberales de Milei y la propuesta heterodoxa del candidato de Unión por la Patria (UxP), Sergio Massa, frente a lo cual -afirman desde el entorno de Bullrich- se presentará como el «cambio racional» y así desmarcarse del diputado, pero sin dejar de apuntar al oficialismo como su «verdadero adversario».
«Estuve en Sillicon Valley, vi a los argentinos del Conicet haciendo maravillas en empresas de primer nivel. Ese mundo tiene que estar ligado a la producción y el conocimiento. Pero también hay que estudiar la democracia y las fallas de la democracia, temas sociales y de otro tipo», dijo Bullrich esta semana a La Nación+, en contrapunto con Milei, que planteó que el organismo científico esté «en manos del sector privado» y que sólo contemple «ciencias duras».
En diálogo con la agencia Bloomberg, el candidato de LLA dijo que «no promovería la relación con comunistas, ni con Cuba, ni con Venezuela, ni con Corea del Norte, ni con China», destacó que no buscará un acercamiento con Brasil pero a la vez que «hay que eliminar el Mercosur».
Quien salió a contestarle en Twitter fue el referente bullrichista en política internacional, Federico Pinedo, al señalar que salir del Mercosur «sería abandonar una plataforma de negociación exportadora e inversión de 300 millones de habitantes» y que no negociar con China implicaría «un daño innecesario a millones de productores y exportadores».
Sin embargo, en entrevistas que fueron publicadas en los portales Infobae, Clarín y La Nación, Bullrich suavizó sus críticas a Milei al afirmar que «no va a cuestionarlo» y se limitó a decir que «los ataques» del diputado liberal «hablan sobre él».
De esta manera, la exministra decide confrontar públicamente sólo en algunos temas con Milei, pero en otros coincide con él y apunta sus dardos a Massa, ensayando así un balanceo que resulta similar al que intentó Larreta en semanas previas a su derrota.
«Basta de robar los impuestos de los argentinos. Se van en cuatro meses ¡y siguen agrandando el Estado! Se ve que en su relato creen que en la Argentina sobran fondos y no hay inflación», publicó el viernes Bullrich en Twitter, al criticar al Gobierno nacional por lanzar «un concurso para designar más de 100 cargos en planta permanente» en el INCAA (Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales). Esa misma consigna la expresó en redes el candidato a jefe de Gobierno porteño de LLA, Ramiro Marra, quien elevó la apuesta y propuso cerrar ese instituto.
Las similitudes entre Bullrich -quien décadas atrás militó en la Juventud Peronista, en las antípodas de su pensamiento actual- y Milei se hacen más evidentes en torno a las políticas económicas que implementarían, que en su mayoría persiguen la reducción del gasto público.
«Vamos a hacer un ajuste más fuerte que el que pide el FMI, pero la cuenta se la vamos a pasar a la política. Vamos a terminar con la obra pública, yendo al sistema de iniciativa privada ‘a la chilena’, terminaremos con las transferencias discrecionales, los subsidios económicos, vamos a privatizar empresas del Estado», enumeró Milei en diálogo con Todo Noticias, como parte de un plan que llamó «motosierra».
En ese mismo canal, Bullrich reiteró sus lineamientos macroeconómicos: «Que vayamos a déficit cero, que dejemos de emitir, que saquemos el cepo». Uno de sus principales asesores, el economista Luciano Laspina, presentó junto a ella a principios de mes su libro «Desenredar la Argentina», que tiene indicios de la política económica de su hipotético Gobierno.
«Muchas de las empresas que son del Estado carecen de una justificación que explique seguir invirtiendo recursos de los contribuyentes en actividades que podrían ser rentables bajo una administración privada», plantea, y cita los casos del Correo Argentino y de Aerolíneas Argentinas.
La misma sintonía mantienen en cuanto a «eliminar impuestos», «reducir a ocho» la cantidad de ministerios nacionales y realizar una reforma laboral en la que ambos ponderan los «seguros de desempleo» que tiene la Uocra, que reemplazaría el sistema de indemnizaciones de los convenios.
Pero Bullrich no comparte la intención de cerrar el Banco Central, al que Milei calificó como «la peor basura que existe en esta tierra». Tampoco coincide con su plan de dolarizar la economía, al que uno de los referentes económicos de LLA, el profesor Emilio Ocampo, consideró «la alternativa que tiene menos probabilidad de fracaso».
Pese a todo, hay una semejanza entre ambos que sobresale: la buena relación que el candidato libertario tiene con el expresidente Mauricio Macri, el líder político de Bullrich.
«Si soy presidente, Macri tendría un rol destacado como representante de la Argentina», expresó Milei en declaraciones a radio Mitre, lo que fue rechazado por varios referentes del PRO.
En este contexto, los candidatos fueron consultados sobre si cabría la posibilidad de armar una alianza para las elecciones, y en eso también coincidieron, ya que ambos lo descartaron.
«Ya estamos en la final con nuestro equipo de JxC. Estamos con los botines listos, ya está», indicó Bullrich en Todo Noticias.
En esa misma señal, Milei subrayó: «No hay ninguna forma de acuerdo con JxC».