dice el director del Festival de General Pico
Con la séptima edición del Festival de Cine de General Pico en marcha, que ayer tuvo su gala de apertura en el majestuoso Cine Teatro Pico con «Los delincuentes» de Rodrigo Moreno, el director artístico del certamen, Pablo Mazzola, habló sobre los desafíos de organizar un festival en una provincia, desde conseguir los recursos hasta conformar una propuesta atractiva para los espectadores de la región.
«Trabajamos por la experiencia del cine en el cine», señala Mazzola a Télam en el bar de un hotel céntrico de General Pico y explica que «el festival se hace en dos salas enormes como el Cine Gran La Pampa y el Cine Teatro Pico, en donde tratamos de construir una audiencia para que la gente tenga la posibilidad de ver un cine que no tiene una visibilidad más fuerte».
Con una larga trayectoria en el mundo audiovisual, en donde entre otras actividades fue programador del Festival de Mar del Plata y desde hace unos años es distribuidor y actual programador del mítico Cine Arte en pleno centro porteño, ahora rebautizado como «CineArte Cacodelphia», Mazzola transmite su entusiasmo por el festival, al que fue convocado por los organizadores del evento, la Asociación Italiana, desde su primera edición en 2015.
Télam: ¿Sentís como un logro importante que se haya llegado a la séptima edición de un festival lejos de los lugares habituales de este tipo de eventos relacionados con el cine?
Pablo Mazzola: Esta es la séptima edición, que hubiera sido la novena pero cerramos durante dos años por la pandemia porque nosotros trabajamos por la experiencia del cine en el cine.
Siempre resulta complejo, pero acá la experiencia en estos hermosos cines y lo que sucede en esta ciudad, que tiene una dinámica cultural fuerte, en donde funcionan bien las películas comerciales y nunca se perdió el hábito de ir al cine, ayuda. Nosotros tratamos que el festival ponga en juego toda esa experiencia, entre artística y cultural, con películas que pueden ser masivas y otras que no. Ese es el porqué de esta séptima edición y de toda la historia del festival.
¿Por qué un festival de cine en General Pico y no, por caso, en la capital provincial?
Porque cuando estás en General Pico entendés que hay algo así como una política de asociatividad, una comunidad que no se da en ciudades que son capitales. Acá están los laburantes, los dueños de pequeñas y grandes empresas y la política pública, todos ellos hacen un conjunto que deriva en una asociatividad muy linda.
La Asociación Italiana es parte de este fenómeno, son los dueños de los cines que encararon una puesta en valor de estas salas y a ellos los acompaña el poder político a través de Consejo Federal de Inversión, es decir, hay dineros públicos que se usan en la comunidad, sucede, es real.
Y después está lo que se derrama, porque durante estos días llenamos los restaurantes a donde vamos a comer, nos alojamos en los hoteles, eso también es importante y forma parte de esa comunidad de la que hablo.
¿Cuál es la evolución y la respuesta de esa comunidad de la que hablás desde la primera edición hasta el presente?
PM: Los primeros cinco años fueron de posicionamiento, en donde el festival fue creciendo poco a poco. Como para todos, la pandemia fue devastadora y cuando volvimos con el sexto, fue de a pasitos, porque había una incertidumbre tremenda. Lo cierto es que la cantidad de espectadores no es lo que nos define, sino que lo que es determinante son las posibilidades de aperturas artísticas para que el público pueda tener la posibilidad de encontrarse con las obras.
¿Cómo balanceás la programación para que sea de calidad y a la vez sea atractiva para el público piquense?
Obviamente que hay que encontrar un equilibrio porque tenemos diversidad de espectadores. En ese sentido también estoy muy agradecido, porque en múltiples formas, muchos confían para que este festival suceda, desde los distribuidores nacionales que confían en darnos las películas que luego se estrenarán en todo el país, hasta la presencia extranjera, a la que empezamos a apostar para que lleguen acá y así se diversifiquen las miradas.
¿Cuál va a ser la función de la flamante Film Commission pampeana que va a funcionar en esta ciudad?
Sí, Pico va a ser la sede de la Pampa Film Commission, lo que permite que toda la región busque profesionalizarse y vaya con todas las reglas del juego de la actividad y claro, el festival es una ventanita para esa construcción de una comunidad audiovisual.
En general las provincias definen sus oficinas de Film Comission en sus capitales y acá no, está en General Pico, una descentralización que permite la posibilidad de formar desde otro lugar. Eso es algo que festejo mucho.