“La dictadura intentó paralizar al pueblo”
Por Juan Borges
En julio se cumplió un nuevo aniversario de la Masacre de Palomitas, en Salta. En este marco, Nora Leonard, perseguida política de la última dictadura militar, dialogó con AGENCIA PACO URONDO sobre el caso.
– ¿Qué fue la Masacre de Palomitas?
– La Masacre de Palomitas fue el Terrorismo de Estado aplicado en Salta. Fueron sacados prisioneros de la cárcel de Villa las Rosas, donde yo también fui presa política, para ser asesinados los perseguidos políticos: María Amaru Luque, Benjamín Ávila, José Povolo, Celia Leonard, María del Carmen Alonso, Roberto Oglietti, Rodolfo Pedro Usinger, Alberto Simón Savransky, Georgina Droz, Evangelina Botta y Pablo Outes. Yo me entero un mes después de la masacre porque mi hermana Katy y mi padre van a visitarme y me cuentan lo que había sucedido.
Esto se da en el marco de una represión feroz. Mi hermana Celia Leonard tenía una beba de cuatro meses que todavía estaba amamantando y sin embargo es la primera que sacan del pabellón. Yo justo estaba preparando una clase de historia. Estaba en el otro extremo que daba a la puerta de entrada al pabellón. Entonces divise una gran cantidad de militares con armas largas. El objetivo de la dictadura genocida fue generar el terror en todos los lugares. Eso significaba que ante tanto terror y masacres el pueblo quedara inmovilizada y dejara de luchar.
– ¿Cómo fue la lucha por justicia que llevaron a cabo los familiares?
– En mi caso yo estuve dos años detenida en Salta y más de dos años en Devoto por razones políticas. Fueron años difíciles pero las compañeras que estuvieron conmigo fueron muy luchadoras y humanas. Nos ayudábamos y fuimos muy solidarias entre nosotras. Aprendí muchas cosas y me ayudaron mucho. Cuando salí de la cárcel me faltaba una materia para recibirme de profesora de historia. Me recibí, pero los militares no me dejaban ejercer la docencia. Me mandaron de castigo al Archivo Histórico. Al volver la democracia me volví a insertar en la docencia que era lo que yo quería. Después vinieron años de mucha lucha porque no se podía hablar de lo ocurrido en la dictadura. Poco a poco las cosas fueron cambiando y hubo marchas para el 24 de marzo. Empezaron a hacerse actos recordatorios de Palomitas también. Comenzamos a dar charlas en las escuelas y los chicos se interesan mucho en estos temas. La difusión sirvió mucho para concientizar a muchos jóvenes de nuestra historia reciente.
– ¿Qué reflexión puede hacer a 47 años de aquella masacre?
– Después de haberse producida semejante masacre lo que más nos duele a los que quedamos, es que todavía no hayamos logrado una sociedad más justa, como querían los compañeros y las compañeras de aquella generación del 70 que lucharon con tanto heroísmo. Ellos luchaban por una sociedad distinta donde tuviéramos los mismos derechos. Lo que nos queda como deuda con esos compañeros y compañeras que brindaron su vida es lograr una sociedad más justa. Dejaron sus privilegios de clase, dejaron todo por lograr un cambio profundo. Por eso no debemos permitir un avasallamiento de derechos como estamos viviendo en Jujuy, donde el Gobernador Morales hace lo que quiere utilizando una justicia a su favor y ejecutando todo tipo de ilegalidades. Ese tipo de situaciones no deben pasar. Por eso es necesario seguir luchando.