Mucho cuidado en Aeropuerto de Ezeiza: aún operan abrevalijas
En una economía fuertemente regulada y poco abierta, la tentación de un segundo ingreso de muchos de los que trabajan en el sector aeronáutico para ingresar y sacar mercadería lícita o ilícita al exterior es muy grande en tiempos de cepos y brecha cambiaria.
La ficción siempre imita a la realidad. No se pueden imaginar cosas que la experiencia no registre, sostendría el filósofo escocés David Hume y, un ejemplo, es la exitosa película «La extorsión» protagonizada por Guillermo Francella, que se mete en la piel de un piloto que se ve compelido a transportar dinero en valijas que evaden todo control e interpela a los tripulantes, agentes aduaneros y policías aeronáuticos de la realidad.
En el aeropuerto internacional de Ezeiza se comenta por lo bajo acerca del accionar de los bagayeros profesionales, aquellos contrabandistas que trabajan de pilotos, azafatas o personal aeronáutico, y que se distinguen del bagayero común y corriente con el que se conoce al pasajero normal que compra un pasaje y viaja para comprar mercadería al por mayor que después revenderá en alguna gran ciudad del país.
Los recientes casos resonantes en los que la Justicia pudo actuar «son solo la punta de un iceberg», sostiene un mecánico con muchos años de trabajo en el aeropuerto que no quiere dar su nombre por el clima pre eleccionario que se vive en el gremio de su rama de actividad, APTA, conducido por el inoxidable Ricardo Cirielli.
Circuito aceitado
«Hay un circuito aceitado, tarifado y todo, inclusive para sacar de la Argentina productos robados como relojes de marca, razón por la que se producen muchos delitos de esa índole desde hace tiempo en las zonas acomodadas del país, o joyas o sustancias ilegales que van, casi siempre, a España, Italia o Portugal, donde se encuentran los reducidores con los que se conectan los bagayeros de lujo, muchas veces con buenos sueldos del estado, y que pueden ganar más de 1.000 dólares por viaje», explica.
Hay otros destinos codiciados por estas mafias o asociaciones ilícitas como Miami y Nueva York, en Estados Unidos porque, desde esas ciudades, los tripulantes pueden regresar con maletas llenas de productos a diferencia de lo que sucede cuando salen del aeropuerto internacional, que las sacan casi vacías, apenas con unas prendas de recambio.
Mientras los pasajeros son controlados al regresar al país, azafatas, mecánicos, pilotos y personal aeronáutico continúan con prácticas de contrabando
La diferencia de controles con respecto a los particulares sigue siendo importante. Mientras los pasajeros se exponen a los agentes aduaneros que poseen un sistema que, según técnicos de la AFIP, «detecta posibles infracciones con un 45% de efectividad», la Justicia logró detener, en octubre de 2022 a la azafata Laura Schulz de American Airlines que fue detenida por efectivos de la Policía Aeroportuaria (PSA) con dos kilos de oro y once mil dólares.
«Intentó sortear el control aduanero valiéndose de su experiencia y habitualidad en el cruce de fronteras», dejó sentado el juez que procesó a la comisaria de a bordo de 58 años que fue arrestada en Ezeiza a punto de embarcar a Miami.
Bagayeros y abrevalijas continúan operando en Ezeiza
Pero, es tan sólo un caso resonante, por cada uno que se resuelve hay varios que pasan por debajo del radar de los controles.
El sistema por el que atraviesan los turistas analiza ciertas variables como la cantidad de bultos que componen el equipaje, la diferencia entre el bagaje al salir y al retornar y la cantidad de viajes realizados. Según informó Télam, los valores se relacionan con la actividad económica del pasajero y sus antecedentes de infracciones.
La información que recibe la Aduana sobre consumos de alta gama de turistas argentinos que vuelven de Europa y piden tax refund, devolución de impuestos, también se incluye en el sistema.
Las infracciones se aplican en aquellos casos donde hay excesos de franquicia, por los que se debe pagar un arancel del 50% sobre el monto excedido, como también en casos de incumplimiento del régimen de equipaje. Las multas por esta falta equivalen a tres veces el valor de los productos ingresados y, en caso de ser mercadería prohibida, es secuestrada.
Bagayeros, abrevalijas y otras faunas oficiales que continúan operando en Ezeiza aún tienen plena vigencia
Qué pasa con las personas que trabajan en Ezeiza
Ahora bien, qué sucede en el mundo de los que trabajan a diario en la principal salida del país, el aeropuerto internacional de Ezeiza. La última gran investigación realizada por esta modalidad de contrabando, que es vox populi entre los habituados a viajar al exterior, se encuentra la pesquisa realizada por el juez federal de Lomas de Zamora, Federico Villena, que en agosto de 2018 desbarató una banda de abrevalijas y contrabandistas, algunos de ellos, con representación gremial activa.
Fue una investigación cinematográfica que se extendió por 14 meses, donde la Justicia pudo desarticular la organización que se dedicaba a robar objetos valiosos de las maletas de los aviones que aterrizaban en el aeropuerto internacional de Ezeiza.
Acerca del accionar de los llamados «abrevalijas» no hay más que leer algunas experiencias compartidas por consumidores en sitios como Tripadvisor.
«Soy argentina y lamento decir esto de mi país, pero en general en Ezeiza te abren las maletas y te roban, a veces cosas de poco valor, que para esa gente totalmente despojada de valores y principios, el solo hecho de robar los satisface… Encinten sus maletas!!! No duden en gastar un poco más, todos, absolutamente todos los empleados te roban de tu valija. Es lamentable pero es así».
Y cerró reflexionando, «…el valor de la ropa de uno, de tus pertenencias solo vale para aquellos que sentimos una atadura a lo propio, el inmoral no tiene atadura a nada».
Contrabando, otra de las actividades que se destacan
Además, los integrantes de esta banda delictiva investigada por el juez Villena, que recientemente debió hurgar en la actividad de la azafata Daniela Carbone, acusada de ser la autora de una amenaza de bomba el 21 de mayo pasado en el vuelo AR1304 de Aerolíneas Argentinas con destino a Miami, que debió ser evacuado de urgencia en su totalidad, 270 pasajeros que se llevaron el susto de sus vidas, se anotaron en el delito de contrabando cuando se descubrió que otro empleado de la línea aérea de bandera viajaba, junto con cómplices que utilizaba como «mulas», a Miami, para regresar con mercadería de contrabando, apoyándose en la colaboración de personal aduanero que permitía que el equipaje eludieron los controles de los escáneres en la terminal aérea.
La ciudad más famosa del estado de Florida en EE.UU. era el destino principal, también, de Fernando García, que entre abril y junio de 2017 viajó ocho veces a Miami como parte de un plan delictivo, según la investigación del juez Villena.
Aeropuerto Ezeiza: La cara oculta del contrabando que escapa a los controles
La pesquisa judicial, que comenzó con una llamada anónima alertando del accionar de la banda de abrevalijas, finalizó con un saldo de diez sospechosos que fueron detenidos en 21 allanamientos en los que se incautaron cerca de cien mil dólares, 230 mil pesos, armas, perfumes, joyas, relojes y varios artículos de tecnología.
Entre los acusados había dos empleados de Aerolíneas Argentinas, siete trabajadores de la empresa Intercargo, encargada de las rampas, transporte de equipaje y pasajeros, las valijas se habrían abierto en las bodegas de los aviones, y un funcionario de la Aduana. Una vez realizado el robo, los delincuentes podrían haberse valido de una camioneta Renault Master ploteada con el logo de Aerolíneas y conducida por un chofer que trasladaba el botín y se encargaba de ubicar los productos robados durante el proceso de reventa.
Y también drogas
Uno de los acusados, Luis Vera, debió declarar, además, por el hallazgo de 16 kilos de cocaína encontrados en su domicilio de la localidad bonaerense de Monte Grande. Alejandro Itzcovich, jefe de la PSA hasta el 2020, afirmó, «En el mercado internacional, esa cantidad de droga vale cerca de un millón de dólares. No estaba en los planes hallar droga».
Pero, lo insólito de la cuestión, es que uno de los implicados por el juez en el expediente, Fernando García, continúa desempeñándose como primer vocal titular de la comisión directiva de APTA que lidera Ricardo Cirielli. Un hecho que le permite continuar cobrando una remuneración acorde con su representación sindical.
Además del circuito de joyas, relojes y ropa se encuentra el de electrónica que, luego de la pandemia de Covid-19 y la cuarentena, ganó un auge importante entre los pedidos que se le realizan a los tripulantes que viajan a las principales ciudades del viejo continente o de Norteamérica.
Una ganancia importante se la anotan cuando hay un cliente que directamente les encarga los productos. Un producto tecnológico de la manzanita les puede reportar entre 200 y 1.000 dólares según el producto, ya sea un celular, una Tablet o una laptop.
Por supuesto que no toda la ganancia por el bagayeo va al bolsillo del personal aeronáutico de carrera también hay que dejar unos «verdes» en algunos controles porque como decía el humorista Vicente Rubino, en los programas de «La Tuerca» creados por Héctor Maselli en la década del ’80, «No me dejan afuera…», una frase que aún se escucha en los amplios halls del aeropuerto de Ezeiza.