China y su fanatismo hacia Messi
«Aficionados entusiastas», «Ambiente alegre», «Actitud amistosa»… En los últimos días, Associated Press, Reuters y otros medios de comunicación extranjeros han informado ampliamente sobre el viaje de Lionel Messi a Beijing. La noticia del «fanatismo hacia Messi» que arrasa en Beijing ha salpicado las redes sociales extranjeras, mostrando al mundo una China real y encantadora.
Repasando el viaje de cinco días de la selección argentina masculina de fútbol a Beijing, el momento más comentado fue el partido amistoso contra Australia disputado en el Estadio de los Trabajadores de Beijing el día 15 por la noche.
Muchos medios de comunicación extranjeros notaron que muchos aficionados chinos entre el público llevaban la camiseta número 10 de Argentina y coreaban el nombre de Messi, formando un «mar de azul y blanco».
El equipo argentino llevaba camisetas con los nombres de los jugadores escritos en chino, lo que hizo que los aficionados chinos se sintieran más cariñosos. Algunos medios extranjeros comentaron que el partido se convirtió en el «feudo» de Messi y la selección argentina. Al final, Messi marcó el gol más rápido de su carrera y Argentina ganó por 2:0. Su maravillosa actuación se ganó los vítores de los aficionados chinos, como dijo Messi: «esta vez a China, siempre puedo sentir el entusiasmo de los aficionados».
Las historias de los aficionados chinos han mostrado al mundo cómo aman los chinos el fútbol y el deporte, lo abiertos, cálidos y amistosos que son los chinos, y la vitalidad y la vigorisidad de la China contemporánea. Esto también ha dado lugar a un mayor cambio de los estereotipos de China forjados por los medios de comunicación occidentales.
«Tengo la clara sensación de que cada vez más occidentales empiezan a mostrarse escépticos ante la imagen de China que ofrecen los medios de comunicación occidentales». Laurent Michelon, académico francés que lleva 25 años viviendo en China, afirmó que la «ceguera selectiva» de algunos medios de comunicación occidentales siempre le ha desconcertado. Debido a la ignorancia o a prejuicios muy arraigados, muchos informes de los medios de comunicación occidentales están distorsionados y tergiversados, lo que nubla las percepciones de muchos occidentales. En las redes sociales occidentales, la gente suele hacer preguntas extravagantes. Por ejemplo, ¿saben los chinos lo que son las tarjetas de crédito? ¿Son todos los chinos parcos en palabra? ¿Saben todos los chinos kung fu? ¿Sólo saben jugar al tenis de mesa?
El escritor español Julio Ceballos, que también ha vivido muchos años en China, argumentó que los occidentales deberían visitar China para «poner los pies en el suelo y obtener información de primera mano que nos ayude a formarnos una opinión de carne y hueso sobre China». Richard Wolff, destacado profesor de economía estadounidense, también señaló que hay que corregir la idea de demonizar a China y que «Estados Unidos y China pueden intercambiar información, bienes y tecnología, lo que permitirá a ambos países seguir prosperando y coexistiendo».
En junio de este año, Lionel Messi fue recibido calurosamente en China, convirtiéndose en otra ventana para el entendimiento mutuo entre China y el mundo. Como dijo Messi a los niños chinos: «Disfrutad del deporte del fútbol y haréis muchos amigos».
Fuente: CGTN