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Grandes sommeliers revelan qué vinos ricos y a buen precio probar

Es una profesión joven pero que ha crecido a pasos agigantados en el país. Y, en línea con la proyección internacional que ganó el vino argentino en las últimas dos décadas, los sommeliers han ido ocupando espacios cada vez más relevantes en la industria.

Y sus funciones no se limitan a dar servicio en un restaurante. Los sommeliers también se han posicionado en el mundo de los medios, en las redes sociales y muchos trabajan, incluso, como embajadores de bodegas.

Este 3 de junio se celebra, a nivel mundial, el día internacional del sommelier. ¿La razón? En esta misma fecha, en el año 1969, se creó la Association de la Sommellerie Internationale (ASI), la entidad más grande a nivel global y que reúne a profesionales de 55 países.

Por eso, es un buen motivo para convocar a 8 grandes profesionales de Argentina y preguntarles qué significa para ellos ser un buen sommelier y también, para que sugieran un vino con excelente relación calidad-precio que hay que probar.

Andrea Donadio

Andrea es ganadora del concurso Mejor Sommelier de Argentina 2022. Recomienda vinos en su tienda Tinte Vinos. Es docente en CAVE y miembro de la Comisión Directiva de la Asociación Argentina de Sommeliers (AAS).

¿Qué significa ser una buena sommelier?

La sommellerie es el puente entre los productores y los consumidores. Intentamos transmitir la esencia de los vinos tal como la pensaron sus hacedores. Nuestro objetivo central es llevar nuestra bebida nacional a cada rincón del país comunicando sus virtudes y características más relevantes. Trabajamos tanto en restaurantes, vinotecas, bodegas o distribuidoras de bebidas.

Un vino con buena relación calidad-precio que hay que probar:

Viña Única Cabernet Sauvignon 2020, de bodega Finca Ambrosía. Es de Gualtallary, Valle de Uco, Mendoza, y el precio en vinoteca es de $5.400. Sin dudas, uno de los Cabernet Sauvignon de mejor relación precio calidad de nuestro país. Proviene de una de las zonas más relevantes del Valle de Uco: Gualtallary Albo a 1250 metros sobre el nivel del mar. Este vino combina mucha fruta roja y negra, gran textura en boca y elegantes notas tostadas debido a su crianza en barricas de roble.

Matías Prezioso

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Sommelier profesional y Licenciado en Marketing, trabajando durante más de quince años en el negocio del vino. Con una sólida formación y especializaciones como Wine & Spirit Education Trust y Court of Master Sommeliers. Fue presidente de la Asociación Argentina de Sommeliers (AAS) desde el 2016 hasta el año 2023 y brindó conferencias para audiencias de todo el mundo.

¿Qué significa ser un buen sommelier?

Tal vez por el recorrido profesional que hice, siempre vi que la profesión del sommelier tiene que respetar la esencia del servicio, pero el servicio mirado desde una perspectiva amplia, no sólo de la gastronomía que sigue siendo una parte muy importante de la profesión, pero desde todo nivel. La sommellerie en el mundo, pero específicamente en Argentina, ha crecido en conocimiento, porque las carreras de sommelier, que en algún momento fueron de un año, después de dos, ahora son de 3 años, y tienen una gran diversidad en cuanto a las asignaturas que se ven y una profundidad en el conocimiento. Y eso lo que permite es dar una base de conocimiento en todas las áreas del vino para que después cada sommelier pueda aplicarla en distintas tareas donde se quiera especializar.

Hoy un sommelier puede trabajar en servicio, pero además de eso puede trabajar en prensa, en áreas de marketing o comunicación, turismo, marketing, y ventas. Mi caso es así. Complemento el conocimiento en marketing con el lado comercial para crear portfolios sólidos en cuanto a la imagen de los vinos, sus precios, su oferta de referencias y los líquidos dentro de la botella. Entonces el sommelier, a diferencia tal vez de carreras productivas, como puede ser la tecnología o la agronomía, está pensando en toda la parte macro y sobre todo en la parte de, bueno, qué pasa cuando el vino ya está listo, cómo se lo vende, cómo se lo comunica y cómo se comunican las bondades, no sólo de ese vino, sino toda la historia que hay detrás de esa botella o de esa familia o de ese productor. Eso es lo que me parece más potente del mundo del vino y del mundo de la sommellerie y por ese lado que se explica el crecimiento de la profesión a lo largo de estos 20 años en Argentina.

Un vino con buena relación calidad-precio que hay que probar:

Recomiendo mucho la línea «Serbal» de la bodega Atamisque. En general, es una bodega que me parece que tiene una de las mejores relaciones precio-calidad que hay en el mercado y específicamente Serbal, que su vino de entrada es una línea que varietal por varietal es casi imbatible.

Yo, específicamente, tengo una debilidad personal por el Cabernet Franc de esa línea. En general me gusta el Cabernet Franc, pero el de esa línea me parece algo fuera de serie. Y me parece fuera de serie porque es un vino que tiene una gran expresión aromática, o sea es muy expresivo, es muy generoso en sus aromas y sabores. Tiene una tipicidad muy especial del Cabernet Franc, que es básicamente un perfil que combina muy bien las hierbas con la fruta roja nítida y en la boca es pura jugosidad, es decir, es un vino que a pesar de que tiene una linda concentración de aromas y sabores, es muy fácil de beber y para ese segmento de precio que es un segmento de unos 3.000 pesos me parece que es muy difícil encontrar algo así en el mercado: un vino que a pesar de no tener grandes pretensiones, sea un vino honesto y muy disfrutable.

Marcela Rienzo

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Actualmente es la Presidenta de la Asociación Argentina de Sommeliers y comunicadora de vinos en el programa Cocineros Argentinos en la Tv Pública.

¿Qué significa ser una buena sommelier?

Un buen sommelier en cualquiera de las áreas en las que se desarrolle, que puede ser el servicio, la comunicación escrita u oral o mismo la comercialización, es aquel que permite que se vea su propia sensibilidad a través de lo que cuenta, que pueda dar una impronta de lo que significa un vino y lo que significa un productor, el trabajo del enólogo, un terruño entero, o sea, que ponga su impronta personal en lo que está contando y que permita que la sensibilidad de su persona atraviese la comunicación.

Un vino con buena relación calidad-precio que hay que probar:

Un vino con gran relación calidad-precio es Pyros Chardonnay, del Valle de Pedernal. Fresco y moderno. Hecho por una joven enóloga, este terruño sorprende por su versatilidad. Y otro que vale la pena descubrir es La Marchigiana Criolla Chica, que propone tradición y modernidad, volver a los orígenes con un vino hecho con métodos ancestrales y muy actual.

Mariano Braga

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Mariano fue elegido por The International Wine And Spirit Competition (IWSC) entre los comunicadores de vino más influyentes del mundo, habiendo sido la única personalidad en la historia en integrar el listado en tres oportunidades. Se recibió en la escuela Gato Dumas y fue miembro de la Comisión Directiva de la Asociación Argentina de Sommeliers (AAS). Mariano también incursiona hace casi 20 años en la docencia, tanto presencial como de forma virtual, a través de La Academia, su plataforma de educación virtual en www.marianobraga.com/academia que en este 2023 cumple su décimo aniversario.

¿Qué significa ser un buen sommelier?

Difícil lo de «gran», pero siempre digo que lo que hace un sommelier es básicamente disfrutar el disfrute ajeno. Con una sugerencia de vino, en medio de un servicio en el restaurante, dando clases… en el rol en el que se ubique hoy, porque es cierto que el trabajo dentro del ámbito de la sommellerie se ha ampliado muchísimo en el último tiempo. Ahí hay una cuota obligatoria de generosidad, y también de humildad, sabiendo que cuanto más camino uno recorre, cuanto más vino se bebe, cuantas más conversaciones entablás con un enólogo y más bodegas visitas, más te das cuenta de que no sabés nada.

Un vino con buena relación calidad-precio que hay que probar:

Vasco Viejo, de Bodegas López. Es un clásico, y a veces a los clásicos uno los tiende a olvidar dentro de una industria en la que no deja de haber lanzamientos y novedades de manera constante. Vasco Viejo es un icono de la vitivinicultura argentina, y al día de hoy cuando lo pruebo a ciegas es un vino que sigue sorprendiéndome. Todavía más, es un vino de alcohol bajo, lindo para refrescar, con un tono algo especiado que me hace acordar a las criollas hoy tan de moda en Argentina. Un vinazo, fácil de conseguir, a precio amistoso y que es generoso por donde lo mires.

Andrés Rosberg

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Foto: Martín Orozco

Cofundador y presidente de la Asociación Argentina de Sommeliers, que entre otras cosas, organizó el Concurso Mundial de Sommeliers en Mendoza en 2016. Fue Presidente tanto de la Alianza Panamericana de Sommeliers como después de la Asociación de la Sommellerie Internacional, que agrupa a más de 60 asociaciones de todo el mundo y que representan a más de 40.000 sommeliers a nivel global. Actualmente es Director de la finca Los Arbolitos, un viñedo en los Chacayes, en el Valle de UCO que produce uva de alta gama y la vende a muchas de las mejores bodegas de la Argentina. También es director en La Morada Life, un proyecto nuevo que hay en la finca, un proyecto inmobiliario, hotelero y gastronómico.

¿Qué significa ser un buen sommelier?

Para ser un gran sommelier hay que contar con muchos y variados atributos. Hay que ser tenaz, porque normalmente es un trabajo arduo; curioso, porque el mundo de las bebidas -que no sólo de vino vivimos los sommeliers- es casi infinito; metódico, porque el caos y la gastronomía no funcionan bien juntos; y hay que amar lo que se hace, porque no se puede ser sommelier sin una enorme vocación de servicio. Y, además de todo esto, hay que ser un poco psicólogo para poder entender lo que pasa en una mesa y anticiparse a los deseos y necesidades de los comensales, y hay que ser elocuente, simpático, buen vendedor y muchas otras cosas más. Digo a menudo que los sommeliers estamos en el negocio de hacer felices a las personas, lo que es un trabajo muchas veces intenso, pero siempre gratificante.

Un vino con buena relación calidad-precio que hay que probar:

Elegir sólo un vino de gran relación precio-calidad es un ejercicio tan apasionante como injusto: son cientos los vinos fantásticos a precios casi irrisorios para la calidad que ofrecen en nuestro país. Dicho esto, y a los efectos de ajustarme a la consigna, me parece interesante recomendar el Syrah 2021 elaborado por la Bodega La Cayetana, que es una interpretación fantástica de un terruño: Los Chacayes en el Valle de Uco. Pero, principalmente, de una variedad maravillosa que hemos abandonado un poco y que deberíamos redescubrir. Es un vino intenso pero fluido y elegante al mismo tiempo, más inspirado en los ejemplares de esta variedad que se producen en el Ródano francés que en los Syrah demasiado concentrados y cargados de madera que fueron un poco la razón por la que se relegó un poco a este varietal. Hay una mirada nueva sobre este y otros cepajes que está revolucionando el vino argentino.

Marisol de la Fuente

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Experta en vinos y bebidas, Marisol es sommelier, bartender, licenciada en marketing estratégico y en comunicación social, periodista y profesora de marketing digital, de imagen corporativa y de comunicación digital. Es docente de la carrera de Sommelier y dicta cursos y capacitaciones sobre el mundo del vino en consultoras, vinotecas y eventos privados. Junto al periodista Ariel Torres, realiza el podcast de vinos Vinimos. Es columnista en el Canal de la Ciudad, donde semana a semana presenta distintas notas sobre bebidas y las tendencias de consumo.

¿Qué significa ser una buena sommelier?

Ser un «gran sommelier» es saber ponerle cara al vino, es decir, humanizarlo y acercarlo a través de una conversación que va más allá de las características técnicas, tiene que ver con las historias detrás de cada botella. La formación es fundamental para poder entender procesos, regiones, estilos y también es clave poder hacerlo de manera sencilla y cercana. El rol de un buen sommelier hoy abarca desde armar una carta que maride con los platos hasta poder presentar un proyecto de manera integral para acercar esa propuesta al consumidor en un restaurante, una feria, una presentación o un medio de comunicación. Ser sommelier es amar el vino pero también su historia, su gente, sus lugares y poder transmitirlo con pasión para que otros compartan el mismo amor.

Un vino con buena relación calidad-precio que hay que probar:

Los Primos Cabernet Sauvignon, de San Rafael, Mendoza; un vino joven, fresco, buen representante del terroir y que cuesta $1.200 aproximadamente. También, La Celia Malbec – Cabernet Franc Reserva, porque es un gran representante del Valle de Uco y elaborado por una de las bodegas precursoras de la región. Cuesta alrededor de $1.300 y es un vino que ofrece una gran expresión de ese terroir en ambos varietales.

Mariano Fresco

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Cuenta con más de 18 años de carrera en periodismo enogastronómico. Licenciado en Comunicación Social y Analista en Medios (Universidad del Salvador), es también Sommelier Profesional (CAVE). Inició sus primeros pasos en la revista Cuisine&Vins, donde se desempeñó como Editor de Vinos, responsable del Website MundoCuisine.com y animador de las Degustaciones Premium Club Cuisine&Vins. En servicio, trabajó como sommelier principal del exclusivo resort Ponta dos Ganchos (Brasil), perteneciente a la cadena The Leading Hotels of The World. Dictó clases en la Escuela Argentina de Vinos y actualmente es Director de la Carrera de Sommelier y Coordinador del Área de Bebidas en el Instituto Gato Dumas.

¿Qué significa ser un buen sommelier?

La sommellerie es mucho más que una profesión en mi vida. Es una auténtica y sentida pasión. Un verdadero sentimiento. Es, nada más y nada menos, el vehículo que complementa a la perfección mi carrera madre, que llevo en la sangre desde que nací (el periodismo) y que me hace sentir pleno cada día. ¿Qué es o qué hace un sommelier? Comunica el vino. Lo cuenta. Lo prueba. Lo recomienda. Nos habla de sus atributos, de su elaboración, de su origen, de su gente y nos narra la historia que hay detrás de cada botella. Lo debe hacer siempre con amor, dedicación, sagacidad y sapiencia. Por supuesto, en este fantástico maridaje comunicacional, no debe faltar el ingrediente de la simpleza. Aquí está el gran secreto de todo buen sommelier, que debe llegar al público con humildad, lejos de las ínfulas y las vanidades.

Con cintura, atino y solvencia, tiene que saber «leer» la mesa en un restaurante, detectar qué busca un paladar sibarita en una vinoteca e interpretar, en definitiva, los deseos del consumidor a la hora de disfrutar una copa de vino. Nunca deberá imponer su preferencia personal ni exigirle a su interlocutor qué es lo que tiene que beber. Informado y con una sólida preparación, un buen sommelier siempre estará al tanto de las últimas novedades y recientes lanzamientos en el mundo del vino y las bebidas, en general. Así, esta figura central de los placeres enogastronómicos será in eternum referente indiscutido del buen beber y comer para que la experiencia sensorial sea definitivamente exitosa y agradable.

Un vino con buena relación calidad-precio que hay que probar:

Soy fan de los Pinot Noir. Investigo y me meto de lleno en el desarrollo de esta noble variedad en nuestro país, donde aún tiene mucho camino por recorrer. Símbolo de la Borgoña y los Champagne, en Francia, es una uva seductora, elegante, refinada y muy delicada. Conocida como la «blanca de las tintas» o «cepa de primera cita», por su amabilidad a la hora de ser disfrutada, es muy versátil, ideal para acompañar un sinfín de platos.

Acabo de probar Latente Pinot Noir, de Bodega Cuarto Surco, y quedé gratamente sorprendido. Fresco, frutado, de acidez envolvente, muy «peligroso» de tomar, pero, a su vez, súper persistente en el paladar. Muy armonioso en todas sus facetas. Lo acompañé con un solomillo de cerdo y anduvo de maravillas. ¡Lo recomiendo!

Mariano Moreno

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Mariano Moreno es egresado de sommellerie de CAVE. Estudió cocina y pastelería en el IAG. En su carrera se desempeñó como sommelier en Faena Hotel Buenos Aires y fue asistente de head sommelier en La Dame de Pic, restaurante de Paris con una estrella Michelin. Además, acumula una gran experiencia como asesor en reconocidas cadenas de vinotecas.

¿Qué significa ser un buen sommelier?

Mi idea principal es generar el mejor momento posible. Para mí, es mi norte como profesional. Siendo sommeliers tenemos la oportunidad de regalarle a los clientes un momento único. No solo recomendando un vino o haciendo una buena selección de vinos para maridar; también, generando una sonrisa, un disfrute en el cliente, un momento especial. El agradecimiento de los clientes en el servicio, es para mí lo más gratificante de la profesión y lo que te hace un buen sommelier, porque da cuenta de que acompañaste y generaste que ese momento sea único e inolvidable.

También considero que el respeto hacia el producto te hace un buen sommelier. En mi caso, a la hora de comunicar un vino, le tengo mucho respeto porque he estado en todas las etapas de su elaboración, me gusta conocer lo que sucede en la industria y en el mundo también. Considero que ese conocimiento te hace respetar el producto que estás transmitiendo. Tenemos la posibilidad de comunicar un producto muy particular y donde hay un esfuerzo inmenso detrás, no podemos desconocer esto como profesionales.

Un vino con buena relación calidad-precio que hay que probar:

Un vino que recomiendo es Doña Paula Estate Riesling, proviene de su viñedo Altaluvia en Gualtallary. Particularmente, soy fanático de los vinos blancos y este lo he probado en varias oportunidades, en distintas añadas y me encanta su frescura, la expresión y tensión.

Alessandro Ribeiro

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Brasileño, radicado en Argentina hace 15 años. Su camino en la sommellerie lo inició con Aldo Graziani, cuando comenzó a trabajar con él hace 10 años. Estudió en CAVE. Actualmente trabaja en una distribuidora especializada en comercializar vinos de baja intervención.

¿Qué significa ser un buen sommelier?

En mi humilde opinión, ser un buen sommelier implica mucho más que ser un profesional capacitado y experimentado en vinos, cervezas y licores. Va más allá de simplemente curar y administrar la selección de vinos en un restaurante, hotel u otro establecimiento de hospitalidad. Ser un buen sommelier implica vender el producto, pero también deleitar al cliente con él.

Es por eso que es tan importante tener un amplio conocimiento, estudiar y conocer de cerca a los productores, conectarse con la tierra… Un sommelier debe entender los deseos del cliente, establecer una comunicación personalizada y transmitir ese conocimiento de manera adecuada, sin caer en tecnicismos, pero encontrando siempre la forma correcta. Esto solo se logra a través de la experiencia en el servicio.

Cada mesa, cada comensal tiene una historia diferente, y es crucial tener la humildad de reconocer que siempre hay mucho por aprender. Mantener los pies en el suelo, como dice un viejo dicho brasileño. Un buen sommelier aporta un brillo especial en los ojos al abrir una botella, sin importar si el vino es sencillo o complejo. Es un placer recibir mensajes de personas que se inspiraron en nuestras recomendaciones de vinos. La interacción con la gente es sumamente enriquecedora en este mundo. Eso marca una gran diferencia.

En definitiva, ser un buen sommelier es un arte que se alimenta de amor, pasión y dedicación. Es llevar consigo el legado de siglos de tradición vitivinícola y hacerlo vibrar en cada servicio.

Un vino con buena relación calidad-precio que hay que probar:

Magna Montis Paraje Altamira 2021, un 100% Malbec. Amor a primera vista, un vino muy rico, me voló la cabeza cuando lo probé, tiene mucha personalidad, mucha fruta, buena estructura, baja intervención enológica, tiene un paso por madera, lo que aporta más complejidad sin perder la elegancia. testimonio del amor y la pasión de personas que se dedican a la creación de vinos excepcionales.

Fuente: iprofesional.com

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