Télam presenta una muestra sobre momentos emblemáticos de Néstor Kirchner
La muestra, en conmemoración de la asunción de Kirchner, el 25 de mayo de 2003, quedará inaugurada este miércoles a las 17 en una presentación a cargo del ministro de Cultura de la Nación, Tristán Bauer; la presidenta de Télam, Bernarda Llorente; el Procurador del Tesoro de la Nación, Carlos Zannini, y el director del CCK, Martín Bonavetti.
La exhibición podrá ser visitada en la sala 512 del piso 5 del CCK, de miércoles a domingos de 14 a 20.
La exposición presenta un recorrido fotográfico y audiovisual que tiene como eje fundamental el vínculo entre Néstor Kirchner y el pueblo como sujeto de la transformación social.
Las imágenes, en su mayoría tomadas por fotógrafas y fotógrafos de Télam, documentan la historia de un líder profundamente involucrado con su pueblo, que inició reparaciones a grandes heridas como las legadas por la dictadura cívico-militar, enfrentó la hegemonía neoliberal que sacudía a América Latina, desendeudó un país y devolvió un horizonte en el que miles de argentinos y argentinas pudieran recuperar el derecho a tener un futuro, informaron los organizadores.
La exhibición, que recupera fotos de Néstor Kirchner junto a Cristina Kirchner, con otros dirigentes, en actos populares y con Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, entre otros momentos icónicos, apunta a «repensar la figura del Jefe de Estado como la de un héroe mezclado en la multitud», dispuesto a dar lo que la Argentina demanda: decisiones políticas inspiradas en una profunda sensibilidad social, añadieron.
Matías Farías, el curador de la muestra, señala en un texto interpretativo de la exposición que «en las tragedias griegas los dioses se pelean, arman alianzas, se enfurecen, hacen pactos. Parecen humanos, pero nunca dejan de ser dioses: se mezclan entre los mortales sólo para arreglar sus asuntos».
Agrega que «con el concepto de ‘carisma’, la sociología intenta reconocer ciertos atributos de aquellos dioses en los liderazgos políticos modernos. El carisma de Kirchner, sin embargo, sigue siendo un misterio, que esta muestra puede ayudar a explicar».
«Aunque la militancia lo asociaba con la figura mítica del Eternauta, Kirchner se hacía llamar ‘Pingüino’, hacía malabares con el bastón de mando y firmaba decretos con una birome. Era un héroe hecho de arcilla, mezclado en la multitud, dispuesto a dar lo que la Argentina demanda: decisiones políticas inspiradas en una profunda sensibilidad social», destaca Farías.
Pone de relieve que si bien «vino a proponernos un sueño, la imaginación política de Kirchner no era utópica, sino transformadora», porque «a Kirchner no le interesaba convertir a la Argentina en el reino de los justos; tampoco quería un pueblo nuevo, porque no despreciaba al existente. Kirchner amaba a su pueblo y por eso se lo ve tan cerca de él en las imágenes que conforman esta muestra».