Valentín Carboni, la manija talentosa del Sub-20 argentino
Valentín Carboni lleva la «10» en la espalda y no le pesa. La demostración quedó de manifiesto en el sufrido triunfo argentino ante Uzbekistán, por 2 a 1, que se celebró con fuerza en el Madre de Ciudades de Santiago del Estero.
El hijo de Ezequiel «Kely» Carboni, exjugador y DT de Lanús, desplegó en cancha algo de su repertorio y sumó un gol que sirvió para que la Argentina de Javier Mascherano, finalmente, obtuviese tres puntos de oro en el inicio del Mundial Sub-20 que se desarrolla en el país.
Su apellido ya llamaba la atención y su club actual, el Inter de Milán, le aportó un plus de jerarquía a su conciso y contundente currículum vitae futbolero.
Tal vez sea el más «Europibe» de todos, teniendo en cuenta que desde 2018 se afincó en Italia con su familia. Su papá dirigió al Catania y le abrió las puertas del fútbol peninsular, en conjunto con su hermano mayor Franco.
El departamento de scouting de la AFA, con sostenido trabajo desde abril de 2021, lo captó como a otras tantas jóvenes promesas, luego de haber defendido la camiseta de Italia en un campeonato Sub-19.
La atenta mirada de Lionel Scaloni también le reservó un lugar en las citaciones recientes del seleccionado mayor que potenciaron la ilusión del joven Valentín, con vistas al Mundial Estados Unidos-México-Canadá 2026.
Carboni se movió en el Madre de Ciudades con total soltura y se hizo responsable del ataque argentino en los mejores pasajes del equipo de Mascherano. Cada vez que recibió la pelota, su fina estampa generó ilusión en la hinchada argentina.
Dúctil, de cabeza levantada y buen panorama, una de las «joyas» argentinas resultó clave para el ataque.
Ante Uzbekistán fue la manija en ofensiva que se mostró receptiva frente a los compañeros que se mostraron como conexión. Así, la pelota fluyó mejor y abrió algunos espacios en la defensa uzbeca.
La buena pegada con pie zurdo es otra de sus características. Una virtud conocida de sus tiempos de baby fútbol en el club La Fuente, de Lanús. Con la «5» o la «10», el pequeño Carboni apilaba rivales y definía de zurda. Al ángulo, junto a un palo o por abajo.
Argentina necesitará de su conducción durante todo el campeonato y mayor continuidad de sus apariciones. Gran parte del juego pasará bajo su suela de crack.