Miles de personas despidieron en San Pablo los restos de la cantante e ícono del rock brasileño Rita Lee, fallecida a los 75 años víctima de cáncer de pulmón, durante los funerales públicos realizados en el Planetario del Parque Ibirapuera, principal pulmón verde de la mayor metrópoli sudamericana.
En un día lluvioso, los fanáticos y público en general hicieron fila para la apertura de los portones del planetario, que era uno de los lugares favoritos de la cantante paulista, vocalista de la legendaria banda psicodélica de fines de los sesenta Os Mutantes.
Así, abuelas, hijas y nietas llegaron «vestidas de Rita» a la despedida, con las gafas modelo John Lennon pero rosas, toda una marca de la reina del rock brasileño, autora de hits como «Oveja Negra», «Lanza Perfume», «Manía de tí», «Amor y Sexo» y «Baila Conmigo» que forman parte de la cultura universal de los brasileños.
Los fanáticos ingresaban con remeras con la cara de Rita Lee, que era homenajeada con figuras en los carteles de Led del Parque Ibirapuera, el principal de San Pablo, cuya arquitectura premiada fue ideada por el arquitecto Oscar Niemeyer.
«Venimos a despedir a Rita con mucha alegría, más que dolor, sentimos agradecimiento y venimos a agradecer», dijo a Télam Edith Almeida, de 52 años, que estaba con su hija adolescente en la fila, ambas con camisetas de la cantante, bajo la garúa.
«Venimos a despedir a Rita con mucha alegría, más que dolor, sentimos agradecimiento y venimos a agradecer»
Varias personas llevaban flores y dibujos al planetario, el lugar donde Rita Lee, fanática del cosmos, acudía casi semanalmente para relajarse en el verde de la gran mole de cemento con 13 millones de habitantes y 7 millones de automóviles que es San Pablo, ciudad que forjó su vanguardismo.
El presidente Luiz Inácio Lula da Silva decretó luto de tres días por el fallecimiento de la cantante.
Rita eterna
En diálogo con periodistas, uno de los tres hijos de la cantante, Joao Lee, aseguró que su madre era la heroína de su vida.
«Ella tenía una forma de comunicarse única. Tuve el privilegio de haber pasado 43 años con ella aprendiendo. Para mí será eterna, como lo será para todo el mundo», dijo Joao Lee.
Entre los presentes estaban las fans que llegaban desde todos los rincones de Brasil como Isabella Silva Machado, que viajó 17 horas en micro desde Vitoria, capital del estado de Espirito Santo. «Ella cambió mi vida, ella representa la rebeldía, la creatividad, ella enseñó a las mujeres a pasarla bien, ser libres», dijo la joven de 24 años.
En su autobiografía de 2016, la cantante imaginó cómo serían los minutos posteriores a su muerte, ocasión en la que pidió, por ejemplo, a los políticos no acudir a su velorio.