un hombre consultó los números de la lotería y ganó
Un ciudadano tailandés ganó la lotería gracias a los números que le proporcionó ChatGPT, el chat basado en Inteligencia Artificial.
Se trata de Patthawikorn Boonin, quien acaparó la atención de los medios de comunicación de todo el mundo al conocerse los detalles que lo convirtieron en ganador.
El medio local The Thaiger informó que Boonin se llevó 2.000 baht, lo que equivale aproximadamente a 54 euros. El hombre fue el primero en dar a conocer la noticia en su perfil en Facebook y, además, reveló los números que salieron sorteados: 57, 27, 29 y 99, siendo el último el generado por ChatGPT.
Cuál fue la pregunta que el ganador le formuló a ChatGPT
Boonin explicó en una entrevista cómo eligió los números que jugaría. En un principio, le pidió al chat que le dijera los número ganadores de la lotería, a lo que el chat le contestó que era algo «impredecible y una cuestión de suerte». No solo se negó, en un primer momento, a darle los resultados sino que le aconsejó que dejara de obsesionarse con el juego y saliera a hacer ejercicio.
Sin embargo, Boonin insistió y volvió a consultarle sobre los números pero en esta oportunidad fue más preciso y le preguntó por los números ganadores de los últimos diez años. De esa manera, el hombre consiguió el número ganador y se quedó con el premio.
Su publicación en Facebook recibió muchos comentarios. Algunos se sorprendieron con los resultados, mientras que otros más escépticos señalaron que fue una cuestión de suerte el hecho de que los números coincidieran con el boleto ganador de la Lotería.
Un hombre se suicidó luego de hablar con ChatGPT
Un hombre se suicidó en Bélgica luego de, aparentemente, conversar durante semanas con un chat de Inteligencia Artificial (IA), particularmente ChatGPT.
«Sin estas conversaciones con el chatbot, mi marido todavía estaría acá», declaró la viuda. La pareja, estaba en sus 30 años y tenían dos hijos en común.
El problema empezó hace dos años, cuando el hombre se volvió muy ansioso respecto al tema medioambiental y encontró respuesta a sus dudas e inquietudes sobre el tema en ELIZA, un tipo de ChatGPT. Tras un intercambio de seis semanas con la IA, el hombre se quitó la vida.
«Estoy particularmente impactado por la tragedia de esta familia. Lo que ha sucedido es un precedente grave que debe tomarse muy en serio», sostuvo Mathieu Michel, Secretario de Estado de Digitalización, encargado de Simplificación Administrativa, Privacidad y Ordenación de los Edificios del Gobierno Federal.
«Sin estas conversaciones con el chatbot, mi marido todavía estaría acá», declaró la viuda
La autoridad además definió que en este caso es imprescindible definir dónde están las responsabilidades.
«Por supuesto, todavía tenemos que aprender a vivir con algoritmos, pero bajo ninguna circunstancia el uso de ninguna tecnología debe llevar a los editores de contenido a eludir sus propias responsabilidades», agregó.
Según indica el mismo artículo, OpenAI, empresa creadora del Chat GPT, ha admitiado que la IA puede llegar a dar respuestas dañinas o sesgadas, lo que espera mejorar en base a los comentarios de los mismos usuarios.
IA:¿es necasario un nuevo marco legal?
Los nuevos desarrollos en inteligencia artificial (IA), se perfilan como un atractivo económico de alto rendimiento, pero necesitado de altas dosis de inversión.
En los últimos días se ha reavivado el interés (y la polémica), de la mano del ChatGPT, desarrollado por la empresa OpenIA. Este chat responde preguntas complejas y hasta admite «errores» emulando actitudes dignas de un ser humano. El desarrollo es apoyado por Microsoft, quien ha invertido una cifra cercana a los u$s10.000 millones.
Por su parte, Google, competidor directo en el mercado, quien se ve amenazado por el avance de esta tecnología, ha comenzado a desarrollar Bard para no quedar atrás en la carrera. Dos gigantes del se encuentran apostando fuertemente en el mercado.
Así como ChatGPT ha sido disruptivo, DALL E 2, hace lo suyo en el ámbito de las imágenes: una IA capaz de crear cualquier figura que le sea cargada.
El mercado de los tokens, el cual parece instalarse en varios ámbitos comerciales (tokenización de acciones, transacciones inmobiliarias, etc), se encuentra también al alza en aquellos desarrollos vinculados a IA: un negocio valuado en u$s4.000 millones.
Combinando blockchain, IA, descentralización y privacidad se obtiene un resultado mas que atractivo para los inversores del rubro. Fetch.ai, SingularityNET, The Graph son algunos de estos criptoactivos que se han visto beneficiados con los avances tecnológicos.
Los desarrollos en IA, se perfilan como un atractivo económico de alto rendimiento: ¿necesitan un nuevo cuadro legal?
El rápido avance de la inteligencia artificial
Sam Altman, fundador junto a Elon Musk de Open IA, entiende que o bien se «esclaviza a la IA o ella nos esclavizará a nosotros», haciendo alusión a la velocidad con la que esta tecnología, una vez desarrollada podrá «competir» contra las aptitudes humanas. Corremos el riesgo de volvernos lentos. Las metas de Altman no se limitan al avance de la IA: espera aplicar tecnología a fin de controlar la fusión nuclear y la edición genética: esto es eliminar genes que provoquen enfermedades.
La cuestión del empleo no se ha salvado tampoco del debate. Así como la producción en masa y la posterior robotización han modificado la cantidad de puestos de trabajo que requería una actividad, la IA amenaza con eliminar directamente actividades por completo. Comienza a hablarse de comercios «inteligentes», sin empleados. Una evolución del autoservicio.
El desafío del presente radica en impacto tecnológico sobre la dignidad humana, el empleo, el perfilamiento y el procesamiento de datos. Si bien falta mucho camino para recorrer para que la IA pueda comportarse al 100% como un ser humano, es necesario fijar los limites y regulaciones que marcaran el camino en la materia. Mientras eso ocurre, parece ser que la normativa actual ya ha quedado vetusta. El derecho no puede ignorar la economía y la costumbre, como fuente del mismo deberá de ser jerarquizada en la pirámide.