Se presenta la obra ‘Monte Chingolo’ sobre el asalto al batallón Domingo Viejo Bueno
El intento de asalto al batallón de arsenales del Ejército Domingo Viejo Bueno, de la localidad de Monte Chingolo -del que en diciembre se cumplirán 48 años- es recuperado por una obra de teatro, que se presentará este jueves -por única vez- en el teatro Roma de Avellaneda, sobre un hecho que para el escritor y director de la producción teatral, Alejandro Viola, sigue siendo una «herida abierta» en la «memoria» de la zona sur del conurbano bonaerense.
«Nunca hubo reconocimiento del terrorismo de Estado porque fue en democracia y tampoco se asumió una discusión sobre el hecho. Entonces es una herida absolutamente abierta y encima con desaparecidos en democracia», reflexionó en una entrevista con Télam Viola sobre la obra llamada «Monte Chingolo».
De esa manera, el dramaturgo se refirió al intento de asalto que el Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP) realizó el 23 de diciembre de 1975 -cuando aún gobernaba la por entonces presidenta Isabel Perón- en el batallón de arsenales del Ejército Domingo Viejo Bueno, ubicado en la localidad de Monte Chingolo, Lanús.
Esa noche, el ERP intentó apropiarse del armamento que había en ese cuartel pero el Ejército estaba al tanto del plan porque un agente del Servicio de Inteligencia (SIE) se había infiltrado en la organización.
En el guion, Viola y Giaometto proponen volver a aquel 23 de diciembre para contar el encuentro entre un joven militante del ERP (Junior Pisanú), quien huye herido del batallón, con dos hermanas que viven en Monte Chingolo y se topan con el muchacho en el patio de la casa de una de ellas
Con esa información, las fuerzas militares repelieron a los militantes que se replegaron en una villa cercana y fueron rastreados con helicópteros que iluminaban la zona y aviones que ametrallaban las viviendas, operativo que se extendió hasta el 24 de diciembre.
Se estima que hubo más de cien muertos entre integrantes del ERP y civiles.
La obra que Viola escribió, junto al escritor rosarino Leonel Giacometto, tendrá una única función en el teatro Roma justamente el día 23, en la antesala del Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia, que se conmemora el 24 por las víctimas de la última dictadura cívico militar, que usurpó el gobierno entre el 24 de marzo de 1976 y el 10 de diciembre de 1983.
«Que nos llamaran del Roma para ofrecernos esta función nos dio mucha satisfacción y que hayan pensado que la mejor fecha para hacerla podía ser esta previa al 24, tiene un símbolo para nosotros», remarcó Viola.
El estreno de «Monte Chingolo» fue a fines de 2016 y desde ese momento circuló por salas del teatro alternativo -e incluso fue reconocida con dos premios ACE- pero el próximo 23 será «la primera vez» que llegue a un «teatro grande comercial», valoró Viola.
Pero, además, la producción teatral fue presentada en zona sur únicamente en un centro cultural de Claypole y en un local sindical de ATE en Lanús, así que esta vez un público masivo y cercano a los hechos tendrá la oportunidad de verla.
«Estar en Avellaneda, en el Roma, es estar cerca del batallón, lo siento así. Lo ocurrido está en la memoria absoluta de todos los que somos de zona sur», señaló Viola, que con 11 años fue testigo de lo sucedido el 23 y 24 de diciembre de 1975, porque vivía a pocas cuadras del cuartel.
En el guion, Viola y Giaometto proponen volver a aquel 23 de diciembre para contar el encuentro entre un joven militante del ERP (Junior Pisanú), quien huye herido del batallón, con dos hermanas que viven en Monte Chingolo y se topan con el muchacho en el patio de la casa de una de ellas.
«Que nos llamaran del Roma para ofrecernos esta función nos dio mucha satisfacción y que hayan pensado que la mejor fecha para hacerla podía ser esta previa al 24, tiene un símbolo para nosotros»Alejandro Viola-Director de la obra
Una de las mujeres es directora de un colegio y está identificada con el radicalismo (Sandra Grandinetti), mientras que la otra, es enfermera y viuda de un dirigente peronista (Elvira Massa).
«El gran enfrentamiento es entre la directora de posición conservadora y el chico totalmente idealista con una advertencia de lo que se está por venir», analizó Viola en referencia al golpe de Estado de 1976, que ocurrió casi tres meses después del Viejo Bueno.
Viola explicó que las dos mujeres se mantienen «incrédulas» frente a las advertencias del joven, y consideró que al tratarse de «la dictadura más sangrienta, está bien que hasta ese momento no se imaginasen lo que se venía».
En ese sentido, explicó que la intención fue «trabajar con lo discursivo hasta ese momento» sin que los personajes «supieran lo que ocurrió con el golpe militar», para abordar los hechos desde la «mirada de ese vecino que se encontró con la balacera».
De esa manera, expuso que había en la época una mirada de que «el Ejército mataba porque era provocado».
«Los helicópteros pasaban muy cerca, nos iluminaban. Mi viejo me decía que no me asustara, que era el Ejército que buscaba subversivos», recordó Viola sobre aquel día y contó que tomó esa escena como «disparadora» para comenzar a escribir la obra.
«No dejo de pensar que mientras seguían ocurriendo los fusilamientos dentro del batallón en las casas estaban brindando por la Nochebuena», reflexionó sobre los festejos del día posterior en vísperas de Navidad, cuando las fuerzas militares continuaban con los asesinatos y torturas.
En tanto, afirmó que el espectador se «emociona» cuando ve la obra y confió que «lo más fuerte» que les pasó es que familiares de los desaparecidos del ERP fueran a verla.
«No le pido nada, tengan la postura que tengan, solo necesito luchar contra esa gente de la derecha que quiere el olvido», reflexionó Viola sobre su público. Además, remarcó que la gente «se va hablando de lo que pasó» cuando abandona la sala, ya que, explicó, «tienen en su memoria lo que ocurrió».