Alto riego de invertir en pesos y un informe financiero lapidario
Esta semana, la calificadora de riesgo Moodys dio a conocer un informe que shokeo al mercado financiero. El mismo describe que el riesgo más inmediato es el refinanciamiento de la deuda en pesos y no la nominada en dólares.
Al respecto señala que «el gran volumen de deuda del BCRA intensificará cualquier crisis cambiaria, a medida que los acreedores de la deuda en pesos optan por cambiar la composición monetaria de sus carteras y hacen subir el tipo de cambio».
El informe agrega además que el riesgo que vemos tiene que ver con el impacto macroeconómico.
La explicación es muy sencilla ya que el BCRA al comprar deuda en pesos para que no caiga su valor en el mercado emite más pesos y luego necesita sacarlos del mercado colocando más Leliq a los bancos.
Más emisión de pesos
Este mecanismo «mega explosivo» es una novedad para el mercado financiero local. Esto genera que la Base Monetaria que el 2020 representaba el 5% del PBI llegue hoy a superar el 10% del producto. Por otro lado, el stock de Leliq del BCRA es el doble de esa Base Monetaria, algo nunca visto en el mercado financiero local. Para que se entienda la Base Monetaria son todos billetes y monedas en poder del público, más las reservas de los bancos depositadas en el BCRA.
En la medida qué los agentes financieros perciben que cada vez hay más pesos y el BCRA coloca más Leliq para sacarlos de circulación y absorber esos pesos y aumenta la inflación por esos pesos sin respaldo, huyen de los mismos.
El BCRA tuvo que emitir $280.000 para comprar bonos en moneda local.
Un trabajo de la consultora 1816 señala que desde el 12 de octubre el BCRA tuvo que emitir unos $280.000 millones para comprar bonos en moneda local ante la venta de inversores institucionales para que sus precios no caigan. Este valor está muy por debajo de los $1,3 billones que compró en el periodo junio-julio del pasado.
En ese marco se circunscribe la última licitación y los recientes canjes de deuda en pesos del Tesoro para renovar la deuda en pesos que vence de acá hasta septiembre de 2023.
La oferta de los inversores
En lo que respecta a lo ofertado ayer por los inversores, el Tesoro recibió 620 ofertas de $175.941 millones, adjudicándose un total de $172.206 millones que representa un valor efectivo de $165.866 millones frente a los 164.000 que vencían.
En ese aspecto, del total de financiamiento obtenido, el 26% estuvo representado por instrumentos nominales a tasa fija con vencimiento en 2022 y 2023, mientras que el 74% restante estuvo representado por el instrumento a tasa variable cuyo vencimiento es en 2027.
En la nueva licitación del Tesoro de ayer, el menú de instrumentos ofrecidos estuvo conformado por tres títulos nuevos. Se emitió una LEDE con vencimiento 31 de marzo de 2023, un BONTE con vencimiento 23 de noviembre de 2027 y una LELITE con vencimiento el 16 de diciembre de 2022 destinada exclusivamente para Fondos Comunes de Inversión.
En tanto que, desde el ministerio de Economía, destacaron la elevada participación del sector privado en relación al público, explicado este último por la participación en la operación de conversión realizada el pasado 10 de noviembre.
Economía destacó que logró reducir la deuda.
En esta licitación, el Tesoro Nacional afrontaba vencimientos por $162.091 millones, obteniéndose, por lo tanto, en el mes un financiamiento neto cercano a los $33.500 millones.
Refinanciación de la deuda para 2022
Con respecto a la refinanciación de la deuda en pesos en lo que resta del año, hay que señalar que a diferencia del primer canje del 9 de agosto pasado que tuvo una adhesión del 70,6%, el segundo canje realizado el 10 de noviembre por el ministerio de Economía logró solo un 60,4% de adhesión.
En el primer canje de agosto, las tenencias de títulos en poder del gobierno llegaban al 58,6%, mientras que en este segundo canje las tenencias se redujeron al 45,7 por ciento.
Por lo tanto, al considerar un promedio del 50 al 60% de títulos en poder de entes estatales, se puede concluir que hubo una baja intervención del sector privado en el último canje.
En el comunicado de prensa que dio a conocer luego de ese canje el ministerio de Economía, destacó que el Tesoro tenía vencimientos por unos 894.100 millones este mes y otros 847.100 millones en diciembre, y luego de esta refinanciación logró reducir esos vencimientos a 464.100 millones y otros 466.490 millones respectivamente.
En este canje, al igual que en el canje del 9 de agosto pasado, el Tesoro volvió a ofrecer el bono dual con vencimiento junio, julio septiembre del 2023 que paga al final del vencimiento el mejor rendimiento entre el ajuste por la evolución del tipo de cambio oficial o de la indexación por la inflación.
Canje con la participación más baja de inversores privados
El análisis de acuerdo a varios analistas financieros consultados por Iprofesional es que se trató de un canje con una participación más baja de los inversores privados de la que se preveía y que el Tesoro deberá tratar de hacer más canjes para tratar reducir más esos vencimientos de deuda en pesos.
Para evitar salida de dólares, se realizó canje de deuda.
Se buscaba, además, que el BCRA canjeara parte del equivalente a unos 200.000 millones de deuda que estuvo comprando desde la segunda quincena de octubre para evitar que el precio de esos bonos cayera más allá que el organismo está impedido por su Carta Orgánica de participar este tipo de licitaciones.
Para evitar un fuerte salida de dólares del sistema financiero, similar a la de junio-julio pasado, el ministerio de Economía realizó esos canjes de deuda para intentar que no ocurra un evento parecido a fin de año.
En particular, por la frágil situación en que se encuentra el BCRA en lo que hace a sus reservas líquidas o de libre disponibilidad. En ese aspecto hay que destacar que ayer el ministro de Economía Sergio Massa destacó que el BCRA cuenta con unos u$s10.000 millones para operaciones financieras luego de anunciar el martes pasado una confusa ampliación del swap con China por unos 5.000 millones de dólares.
También existe la probabilidad de sumar a fin de año otros 5.800 millones de desembolsos del FMI por el cumplimiento de las metas cuantitativas del tercer trimestre de este año pero el gran interrogante es la refinanciación de la deuda en pesos de aquí hasta septiembre de 2023.
Esto se traduce en que el peso de la deuda en pesos es cada vez mayor y a esto hay que sumarle la ponderación de los títulos indexados y por eso el mercado descuenta un panorama de refinación post electoral muy complicado. Lo concreto es que los títulos públicos ofertados incrementan la concentración de vencimientos que caen entre junio y septiembre de 2023.
Tiempo de definiciones y descuento electoral
En el mercado de pesos, se observa una baja en los instrumentos ajustables por CER tras el dato de inflación que se ubicó levemente por debajo del breakeven del mercado. No obstante, el dato de la inflación núcleo (5,5% al igual que el mes pasado) también ayudó a disminuir la perspectiva del sendero inflacionario de los próximos meses, afectando las cotizaciones de los instrumentos CER de corto plazo.
El problema es que en los cuatro meses previos a las elecciones de octubre del año que viene la deuda total a pagar o a refinanciar en pesos llegaría al equivalente de unos 35.000 millones de dólares. Una cifra que representa el 80 % de lo que le refinanció el FMI a este gobierno.
En lo que respecta a la deuda en dólares el representante de Moodys Gabriel Torres manifestó que la Argentina no debería tener problemas ya que pateo los pagos para adelante. «Nuestra visión de la deuda en dólares es que la Argentina no le va a quedar otra que reestructurar la deuda entre el 2024 y el 2025 si no logra mejorar el acceso a los mercados de capitales internacionales.
En el marco del Programa de Creadores de Mercado, el día martes 22 de noviembre, se efectuará la Segunda Vuelta en donde se podrán recibir y adjudicar ofertas por hasta un 20% del total del valor nominal adjudicado en la licitación del día de ayer.
La próxima licitación de deuda en pesos tendrá lugar el lunes 28 de noviembre tal y como fue informado previamente en el cronograma preliminar de licitaciones del segundo semestre de 2022.