Lali brilló en la tercera noche del Festival de Villa María, que cerró Ciro de madrugada
La destacada performance de Lali Espósito fue anoche el número principal de la tercera fecha del Festival Internacional de Peñas de Villa María, Córdoba, que tuvo también a la banda local Rayos Láser, Miranda!, un homenaje sinfónico a Charly García y el cierre a cargo de Ciro y Los Persas, que se extendió hasta pasadas las 4 de la madrugada.
Ante un entusiasta público que llenó el Anfiteatro Municipal por tercera noche consecutiva, la oferta del espectáculo tuvo esta vez presentaciones vinculadas al rock y el pop, con un esmerado y glamoroso despliegue de vestuario en los conciertos de Miranda! y Lali, quien también cautivó a la concurrencia con sus coreografías.
Con los horarios ciertamente dilatados, la llegada de la estrella del pop dance se produjo pasada la 1 de la madrigada con una intro rockera para introducir «Eclipse» y avanzar en su repaso de ritmos urbanos, que incluyó «Asesina» y «Tu novia» en la primera etapa del show.
El primero de los cambios de vestuario de la además actriz de 31 años se dio con «Diva», que comenzó con un pasaje instrumental chill out, momento en el que la artista salió a escena con un vestido dorado.
La participación de Lali, que se extendió durante una hora, avanzó con fluidez y coreografías energéticas a pesar del persistente calor de Villa María con tracks como «Ego», «Lo que tengo yo», «Una na», «Sin querer queriendo», «Caliente» y «Dos son tres».
La etapa final de la electrizante presentación, en la que Lali y su equipo de bailarines tuvieron especial esmero, con la joven ostentando sus dotes para danzar y moverse por todo el escenario, tuvo un nuevo cambio de atuendos, esta vez con todos los performers y la popstar ataviados de rojo para interpretar «Disciplina».
El concierto se aproximó al final con sonidos rockeros y electro pop, y presencia en la lista de hits bailables como la canción de big beat electrónica «Motiveishon», «N5», «Como tú» y «Boomerang».
La estrella de la noche, por otra parte, dio una pista más temprano en conferencia de prensa sobre el futuro de sus colaboraciones, consultada sobre la posibilidad de componer algo en sociedad con Tini, que fue el centro de la primera noche del Festival Internacional de Peñas local.
«Obvio que tenemos ganas, ella es una ‘artistaza’ y lo que nos pasa es que estamos siempre tratando de poder trabajar tranquilas, dentro de su agenda tremenda y la mía, en una canción que nos parezca que es la que deberíamos sacar juntas», explicó.
En ese sentido, apuntó que «es menos fácil de lo que a lo mejor se ve de afuera. El mundo de las colaboraciones hizo que se piense que se trata de juntarse una tarde a tomar unos mates y se saca un tema, y a lo mejor no es tan así».
«Unir los estilos y las formas de cada una de hacer canciones, y también la expectativa que hay alrededor de que hagamos una canción, hace que nos lo tomemos con mucha calma, esperando el momento adecuado para encontrar esa canción. Ambas componemos y tenemos ganas, que es lo importante, y siempre estamos compartiendo ideas. Ya va a llegar el momento en el que trabajemos en la canción que nos parezca la más copada para sacar al mundo», agregó.
Posteriormente a Lali, Ciro y Los Persas tuvo a su cargo el cierre de la noche, en rigor, de la madrugada, ya que el show terminó a las 4.20, tras más de hora y media de los hits candomberos y rockeros que caracterizan al carismático exlíder de Los Piojos.
En su debut en el festival de Villa María, Ciro se sumó al escenario con su infaltable armónica para abrir con «Banda de garage» y empalmar con el frenético «Desde lejos no se ve», del exitoso disco «Azul» de Los Piojos, editado en 1998.
Vestido de forma elegante y de negro, con jeans, remera y un saco con un águila estampada en la espalda, Ciro se cargó una guitarra electroacústica para tocar «Me gusta», editada bajo su actual proyecto musical, y luego encadenó grandes canciones más de su anterior conjunto, como la siempre emotiva e infaltable «Canción de cuna», centrada en la paternidad, momento típico para que los espectadores se sumen al espectáculo visual con las linternas de sus celulares.
El show avanzó con demás cortes de la primera época de Los Piojos, como «Verano del 92» y «Tan solo», que dieron lugar al tema «Luz», utilizado como disparador para el momento mundialista de la noche a través de imágenes en pantalla gigante del gol de penal que consagró a la Selección argentina en el último Mundial, con emotivos pasajes del equipo levantando la Copa del Mundo, el llanto de Lionel Scaloni, los festejos en el Obelisco y la llegada de los jugadores a Ezeiza.
La ocasión patriótica que sobrevino con el recuerdo del Mundial dio pie también al homenaje que Ciro quiso rendir a los veteranos de la Guerra de Malvinas de Villa María y la región, con la presencia de unos 14 excombatientes en el escenario.
«En nombre de los veteranos de la región, quiero agradecer porque esto es una caricia al alma», dijo uno de los invitados, aclamado por la gente, que gritaba cánticos patrios para alentarlos.
El dilatado final llegó de la mano de «Insisto» y «El farolito», con un gran águila en pantallas que emulaba el estampado del saco que lució Ciro durante toda su presentación.
Por otra parte, previo a Lali, Miranda! tuvo su momento en la medianoche cordobesa, en la que Ale Sergi y Juliana Gattas desplegaron su repertorio de pop electrónico a partir de hits como «Yo te diré» y «Me gustas tanto».
Parte del espectáculo visual del conjunto radicó en los constantes y glamorosos cambios de vestuario, con un pletórico perchero a mano para que Sergi y Gattas administraran a lo largo de su presentación.
Tal como indicó Gattas en la conferencia de prensa previa, Miranda! optó por conformar una lista de temas plagada de hits «para mantener la energía bien arriba». «Para nosotros la carrera empieza todos los días. Se hace canción a canción, nota a nota», aportó Sergi.
La culminación de la participación de la banda se dio con, entre otros, las canciones «Enamorada» y el recordado «Don», de su exitoso segundo álbum «Sin restricciones», de 2004.
Anteriormente, tras la apertura de puertas del Anfiteatro hubo un homenaje de la Orquesta Sinfónica de Villa María a Charly García, que versionó canciones como «No se va a llamar mi amor», «Yendo de la cama al living», «Fanky», «Los dinosaurios», «No soy un extraño», «Rezo por vos», «Promesas en el bidet» e «Inconsciente colectivo».
Vistiendo brazaletes con la leyenda «Say No More», los 70 músicos dirigidos por Luis Nani abordaron su repertorio elaborado con arreglos e interpretaciones de estudiantes y docentes universitarios, y Mauro Toro como vocalista.
En tanto, también se volvió a presentar el local studio de danza Passion, que dio paso a Rayos Laser, el conjunto de pop alternativo oriundo de Villa María, que aportó algo de soft rock pasadas las 22.30, con tracks como «La pelea», «Nada de mí», «Se borró», «Ya me hiciste mal» y «Soy tu espejo».
Su sumó también al escenario un coro de niños y el espectáculo concluyó con «Nuestra historia», «Cosas nuevas» y «Un recuerdo de vos y de mí».