Vacaciones en el exterior con Excel: que hay que saber
Quienes veranean en el exterior enfrentan a diario el dilema de no saber cual es el precio de los productos que desea y tampoco cuánto terminará pagando
Por Ruben Ramallo
25/01/2023 – 07,10hs
Los miles de turistas argentinos que planean o están de vacaciones en el exterior descifrar a que tipo de cambio realizan desde las operaciones cotidianas más básicas hasta el pago del resumen de la tarjeta es casi una misión imposible.
Si bien quienes eligen como destino los Estados Unidos, la cuenta parece ser más simple pues solo tienen que pasar de dólares a pesos, en otras latitudes la cuestión es más ardua por dos razones: se debe pasar la moneda del país de destino a dólares y de dólares a pesos. Pero como si este ejercicio fuera tan sencillo debe agregarse cual será de todas las opciones vigentes en el mercado local la que se aplicará al pago.
En lo que hace al primer punto, la regla general es tomar la cotización del dólar en Argentina y dividir ese resultado por la cotización del país de destino. Este resultado indicará la relación entre ambas monedas.
A manera de ejemplo, se pueden considerar los siguientes países:
Del cuadro surge que a las cotizaciones actuales, en Uruguay se debe multiplicar el precio de lo que se desea comprar por 10 veces en números redondos. En el caso de Brasil, el múltiplo será 74. Para el caso de Chile, se debe calcular la mitad del mismo.
Vacacionar en el exterior: elige tu propio tipo de cambio
Como si esta cuestión no fuera menor, al momento de elegir con que medio de pago efectuar el mismo y luego liquidar el resumen de tarjeta surge otro dilema: que es lo más conveniente.
Para los gastos menores los conocedores del tema recomiendan pagar con moneda local en efectivo, de esta manera se «aíslan» todos aquellos cargos que podrían cargarse a la caja de ahorro en dólares y superar sin darse cuenta el techo de los u$s300 que grava sustancialmente el costo de cada compra.
Una ventaja adicional es que esos billetes «contantes y sonantes» cotizan en el blue o en el mercado MEP muy por debajo del turista y del Qatar.
Lo que hay que tener en cuenta es que el cambio de moneda se debe hacer en casas de cambio autorizadas y nunca en el aeropuerto, pues los precios son claramente desfavorables.
Si se pretende cuidar el efectivo, la tarjeta de débito es una buena opción siempre y cuando se lleve un control del gasto, ya que lo ideal es no superar ese techo y así aprovechar la diferencia entre el dólar turista y el Qatar, que ronda el 14 por ciento. Otro punto a favor es que se cierra el tipo de cambio al vigente en el momento.
La regla general es tomar la cotización del dólar en Argentina y dividir ese resultado por la cotización del país de destino
Finalmente, si se paga con tarjeta, el precio final solo se conocerá al cierre del resumen, por lo que se queda expuesto a lo que suceda en el mercado de cambios oficial a lo que se suma el techo de los u$s300 que de superarlo implica un cambio de categoría al momento de calcular los pesos a pagar.
¿Qué pasó con el dólar Qatar y el resto de los dólares?
Al momento de su creación, a mediados de octubre del año pasado el blue valía un 8% menos que la cotización oficial, en tanto que para el dólar MEP el ahorro era del 7 por ciento. Es decir que lo más conveniente era al día del vencimiento hacer un «stop debit», y pagar el saldo con dólares que se debitaban de su caja de ahorro en dólares, si la tenía.
Entonces, concretaba esa baja del precio aunque debía esperar un resumen para recuperar los cargos que se le hicieron en pesos.
Con el paso del tiempo la ecuación fue evolucionando y según los últimos datos disponibles mientras que el blue hoy está apenas un 1% abajo, lo más conveniente es pagar el saldo con dólares financieros comprados a través del MEP, ya que la brecha es del 8 por ciento.
Estos cambios en las relaciones se pueden explicar a través de la forma en que evolucionaron desde aquel momento, ya que mientras que el dólar Qatar subió un 21%, el blue avanzó un 31% y el MEP solo el 20 por ciento.
Claro está que este es un cálculo dinámico y hay que seguirlo para evitar sorpresas que por lo general no son agradables para el bolsillo.