El Gobierno de Estados Unidos anunció este jueves que permitirá el ingreso de hasta 30.000 migrantes cubanos, haitianos, nicaragüenses y venezolanos cada mes, pero establecerá restricciones más duras para aquellos que intenten cruzar la frontera con México sin la documentación necesaria.
«Estas medidas ampliarán y acelerarán las vías legales para una migración ordenada y tendrán nuevas consecuencias para quienes no utilicen esas vías legales», señaló la Casa Blanca en un comunicado citado por la agencia de noticias AFP.
Esta cuota estará limitada a quienes tengan a un patrocinador estadounidense, y aquellos que intenten entrar ilegalmente serán expulsados bajo la norma sanitaria conocida como Título 42 -la controvertida restricción fronteriza implementada bajo el Gobierno de Donald Trump, que permite la deportación rápida en las fronteras terrestres-, con intervención de la policía y en coordinación con México.
El 27 de diciembre pasado la Corte Suprema decidió que la controvertida norma -a punto de expirar- seguirá vigente mientras se resuelven los recursos legales pendientes.
El presidente estadounidense, Joe Biden, tiene previsto hablar este jueves sobre este plan de ingreso de migrantes, como otro intento de aliviar la presión en la frontera con México, adonde llegan en tropel un número récord de migrantes y solicitantes de asilo huyendo de la miseria en sus países de origen.
En octubre pasado se lanzó un programa similar para 24.000 venezolanos, que les permitía ingresar al país mediante una petición formal, para la cual precisaban tener un patrocinador en Estados Unidos, aunque sólo por vía aérea.
¿Qué es el Título 42?
Trump, activó en marzo de 2020 el Título 42, en un intento por frenar los contagios de coronavirus, pero grupos defensores de los derechos humanos y muchos miembros del Partido Demócrata de Biden estiman que el ex mandatario, abiertamente contrario a la inmigración, utilizó esta norma de emergencia sanitaria de forma abusiva.
El Gobierno de Biden buscó eliminarla, pero por el momento está a la espera de lo que decida la Corte Suprema.
Su decisión de restringir a migrantes, que permite a los guardias fronterizos enviar de vuelta a quienes cruzan sin autorización, probablemente cause revuelo entre algunos miembros de su partido.
Biden visitará la frontera entre EEUU y México
El presidente estadounidense, Joe Biden, visitará el domingo la frontera con México por primera vez durante su mandato, concretamente en El Paso, Texas, informó un funcionario estadounidense.
«El presidente visitará El Paso, Texas, el domingo para abordar las operaciones de control fronterizo y reunirse con funcionarios locales y trabajadores que colaboran» en la zona, dijo.
Biden «pedirá al Congreso que financie por completo nuestra solicitud de recursos récord (…) y que arregle nuestro sistema migratorio roto», añadió, según informó la agencia de noticias AFP.
Biden ya había expresado -poco antes de viajar a Kentucky- su intención de visitar la zona fronteriza, más allá del viaje a México que realizará el lunes en el marco de la Cumbre de Líderes de América del Norte junto al presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, como anfitrión y el primer ministro canadiense, Justin Trudeau.
Estados Unidos y México comparten una frontera de más de 3.057 kilómetros de largo.
La cuestión de la seguridad en la frontera, donde se registró una afluencia masiva de inmigrantes en los últimos años, es una de las principales problemáticas para Biden y un obstáculo en sus aspiraciones de reelección.
La economía estadounidense depende en gran medida de la mano de obra extranjera, pero la cantidad de migrantes, mayormente latinoamericanos, que a menudo ponen sus vidas en peligro por llegar a Estados Unidos, tensionó mucho el sistema.
Donald Trump llegó al poder en 2016 en parte gracias a un mensaje que calificaba de delincuentes, e incluso de violadores y asesinos, a quienes cruzan esta frontera.
Biden prometió en 2020 restaurar los valores tradicionales de Estados Unidos en la frontera, esto es, dar refugio a los solicitantes de asilo y poner fin a las duras políticas de detención para quienes la cruzan sin la documentación necesaria, pero la pandemia de Covid-19 complicó el debate.