En 2022, la oposición hizo un esfuerzo para sostener la unidad mientras subsisten las internas
El 2022 que termina deja la imagen de una oposición que hizo un esfuerzo para sostener la unidad ante la administración del Frente de Todos, aunque al mismo tiempo profundizó su nivel de internismo con fuertes peleas y cruces hacia el interior de Juntos por el Cambio en un final de año atravesado por la puja legal por los fondos coparticipables.
El accionar de Juntos por el Cambio en el año que termina confirmó la coexistencia de dos corrientes predominantes en la oposición, sobre todo en el PRO: los «halcones» y las «palomas«.
Las «palomas»
Rumbo a la elección presidencial de 2023, el grupo identificado como «las palomas» presenta como principal candidato del PRO a Horacio Rodríguez Larreta.
El alcalde porteño intentó transitar el año alrededor de su estrategia de moderación, búsqueda de consensos y diálogo, pero en los últimos días de diciembre el fallo de la Corte Suprema sobre los fondos de coparticipación y la respuesta del Ejecutivo Nacional lo colocaron en una situación de intransigencia, de la que intentará obtener rédito electoral.
Desde su intención de competir por la Presidencia, Larreta repitió en todos los foros en los que participó que no alcanza con llegar a la Casa Rosada, sino que es necesario consensuar, incluso con sectores del peronismo, políticas públicas para enfrentar una eventual coyuntura a partir del 10 de diciembre de 2023.
Los «halcones»
En la vereda de enfrente, el ala «halcón» del PRO también profundizó su perfil.
El cuestionamiento permanente al kirchnerismo y la promesa de implementar medidas de shock y no de gradualismo, que incluyan recortes en el sector público con la mira puesta en las empresas estatales, caracterizaron a los discursos de Patricia Bullrich cada vez que se refirió a un eventual desembarco suyo en la Presidencia.
Un discurso similar adoptó Mauricio Macri, quien sigue jugando al misterio respecto de su postulación.
Desde el radicalismo surgen con apetencias presidenciales el jujeño Gerardo Morales, el titular del radicalismo y actual gobernador de esa provincia, y el diputado nacional y neurólogo Facundo Manes.
Asimismo, con menos injerencia pero también lanzados, también están en la carrera presidencial María Eugenia Vidal y Miguel Ángel Pichetto.
La lógica indica que esta sobreabundancia de candidatos va a tender a acotarse en los próximos meses.
En este sentido, cobra fuerza la idea de que las fuerzas mayoritarias hagan internas previas y lleguen a las PASO con un solo candidato por sector.
A un año de los comicios, la oposición presenta, por el momento, una ‘inflación’ de candidatos, cada uno con distintos perfiles y posicionamientos: el panorama queda expuesto al analizar dos importantes distritos electorales, como la CABA y la provincia de Buenos Aires.
La pelea de fondo entre «halcones» y «palomas» domina el panorama, con posicionamientos a uno y otro lado de este espectro.
En todos estos escenarios, la pelea de fondo entre «halcones» y «palomas» domina el panorama, con posicionamientos a uno y otro lado de este espectro.
En la Ciudad Autónoma, por ejemplo, Larreta tiene sus candidatos para sucederlo: el ministro de Salud Fernán Quirós; el vicepresidente de la Legislatura, Emmanuel Ferrario, y la ministra de Educación, Soledad Acuña.
El tándem Macri-Bullrich, por su parte, saca a la cancha a Jorge Macri, primo del exp-mandatario, mientras que desde el radicalismo surge la figura del senador nacional Martín Lousteau, quien ya viene trabajando como socio político del actual alcalde porteño desde hace varios años.
Algo similar ocurre en la provincia de Buenos Aires, donde Larreta tiene como único candidato a Diego «Colo» Santilli, mientras que del eje «halcón» surgen Néstor Grindetti, Joaquín de la Torre y Cristian Ritondo, entre otros, todos disputando el sillón que hoy ocupa Axel Kicillof.
A pesar de estas diferencias, la oposición logró sostener la cohesión en el año que termina, aunque mostrando diferencias incluso en la estrategia legislativa.
Así, en el debate del último presupuesto, la iniciativa fue aprobada con el respaldo del Frente de Todos, Provincias Unidas, Interbloque Federal, y los bloques de JxC Evolución Radical, UCR y Encuentro Federal, mientras que fue rechazado por la Coalición Cívica, la izquierda y la derecha, y el PRO se abstuvo.
Mayor unión tuvo el conglomerado opositor en Diputados al votarse el acuerdo con el FMI, en marzo pasado: de los 202 votos positivos totales, Juntos por el Cambio contribuyó con el 55%, mientras que el Frente de Todos aportó apenas el 37%.
Otros ejes que moldearon a la oposición
Como en otras ocasiones del pasado, la Coalición Cívica, sin chances de aspirar a un candidato presidencial, intentó moldear el discurso del espacio opositor.
Vidal defendió a Ritondo luego de que Carrió lo llamara «barrabrava»https://t.co/SYCqtTDyt9
— Agencia Télam (@AgenciaTelam) December 6, 2022
Elisa Carrió llegó a llamar «barrabrava» a Cristian Ritondo, el titular del bloque del PRO y precandidato a gobernador bonaerense.
También dijo que ella misma iba a encarnar una postulación en la Ciudad si no había una propuesta «honesta»; finalmente terminó respaldando la precandidatura del neurólogo Fernán Quirós.
En otro orden, la relación con Javier Milei, el candidato presidencial de La Libertad Avanza, también moldeó y seguirá moldeando a JxC en el año próximo.
Mientras el sector de Bullrich es más cercano a un acercamiento con el economista ultraliberal, otros como Larreta o Carrió lo rechazan.
Durante el año que termina, Milei había dado su propia definición de cómo se dividen los espacios políticos en la Argentina.
«Del lado de los colectivistas está la Unión Cívica Radical, que es la Internacional Socialista; la Coalición Cívica, que es más de izquierda todavía; las palomitas tibias de Juntos por el Cambio; y el kirchnerismo, que en el fondo son lo mismo. Del otro lado estarían los liberales, el menemismo, el peronismo federal y los republicanos», provocó Milei.
Juntos por el Cambio sabe que tiene que llegar a algún tipo de acuerdo con Milei, ya que le gana votos por derecha: dentro de JxC algunos piensan que este acuerdo tiene que ser antes de las PASO; otros afirman que el escenario se polarizará y Milei perderá adhesiones por el efecto del llamado «voto útil», y por lo tanto no consideran necesario acordar con él.
Después del verano, la coalición opositora entrará en el difícil camino de establecer cómo se dirimen las candidaturas.
Es muy probable que tanto el radicalismo y el PRO busquen mecanismos para hacer elecciones internas previas antes de ir a las PASO, y que lleven a esa instancia a solo un candidato por distrito.
A la hora de los títulos y las anécdotas, el 2022 dejó mucha tela para cortar en Juntos por el Cambio: nadie olvidará cuando Bullrich le dijo al jefe de Gabinete porteño, Felipe Miguel, que le iba a «romper la cara», molesta por declaraciones televisivas del funcionario porteño.
Lo mismo cuando Manes calentó la interna al decir que Macri tenía que «reflexionar» por «haber espiado a gente de su propio Gobierno» entre 2015 y 2019.
También sumó al anecdotario de títulos Carrió, cuando afirmó que Milei puede ser «como Hitler o peor».
El propio Macri se sumó a esta lista al tildar de «populista» a Hipólito Yrigoyen, tras lo cual pidió disculpas.
Es muy probable que tanto el radicalismo y el PRO busquen mecanismos para hacer elecciones internas previas antes de ir a las PASO, y que lleven a esa instancia a solo un candidato por distrito.
La oposición llega confiada al 2023, alentada por ejemplo con el triunfo electoral que cosechó en el año que termina en el municipio cordobés de Marcos Juárez, donde ganó la intendencia con el 55% de los votos.
Sin embargo, estos votos difícilmente se puedan extrapolar a nivel país y la oposición, tras sostenerse unida con mucho esfuerzo, atravesó un año con muchas peleas e internas.
Esto explica por qué pretenden encarar el nuevo año con un llamado generalizado a bajar el ruido puertas adentro y brindar una oferta electoral competitiva a la sociedad.
Horas antes de la Navidad, el fallo de la Corte Suprema sobre la disputa entre Nación y la Ciudad por los fondos por el traspaso de la Policía reavivó el conflicto Larreta y el Ejecutivo nacional.
Para la lectura interna de JxC, el conflicto otorgó a Larreta centralidad como el principal referente opositor pero al mismo tiempo reinstaló el eje centralismo-federalismo, un tema que asoma como relevante para los debates de la próxima campaña.