El encuentro de la Scaloneta fue alentado con gritos y cánticos por familias enteras vestidas de celeste y blanco que se acercaron a las pantallas gigantes colocadas en diferentes puntos del país para disfrutar del triunfo frente a México.
Buenos Aires
El Fan Fest de la Plaza Francisco Seeber, de la avendida Libertador y Sarmiento del barrio de Palermo.
Una multitud de familias, turistas y grupos de amigos celebró este sábado los goles de Argentina en la victoria frente a México en la plaza Seeber del barrio porteño de Palermo, donde el gobierno de la ciudad montó dos pantallas gigantes para seguir los encuentros del mundial Qatar 2022.
Además de las pantallas, el parque contaba con mesas de pingball, metegol y juegos recreativos inspirados en la selección nacional, cuyos jugadores también estaban representados en gigantografías con las que los visitantes podían retratarse.
El acceso a la plaza, que fue vallada para esta actividad, se abrió horas antes del partido para que los primeros hinchas en llegar fuesen ocupando las reposeras amarillas dispuestas en dos plateas frente a la pantalla principal.
Antes del comienzo del partido los distintos grupos de visitantes fueron tratando de ubicarse en los pocos espacios con sombra disponibles en el parque, que en general estaban en los laterales, lo que obligaba a los hinchas a elegir entre sufrir el sol de la tarde o ver solo una parte de la pantalla.
La gran mayoría de los hinchas llevaban distintos modelos de la camiseta de la selección argentina, y aunque casi todas llevaban el 10 en la espalda bajo el apellido «Messi», también se veían la 9 de Julián Álvarez, la 11 de Ángel Di María y la 7 de Rodrigo De Paul; en la multitud también era constante ver camisetas de otras selecciones y se escuchaban diversos idiomas.
Mathias, un empleado de la Unión Danesa de Fútbol que junto a su compañero Axel arribaron a Buenos Aires el jueves pasado para disfrutar de sus vacaciones, dijo a Télam: «somos fanáticos del fútbol, y cuando organizamos este viaje sabíamos que la fecha coincidía con el mundial y queríamos vivir la pasión que ustedes sienten por su selección».
«Esta mañana nos dio mucha pena la derrota de Dinamarca ante Francia, pero ya sabíamos que esta tarde íbamos a estar acá y por eso después del almuerzo lo primero que hicimos fue comprar nuestras camisetas de Argentina; es una locura la alegría con la que ustedes viven los partidos, en los goles nos abrazó gente que no conocíamos y todos celebramos juntos, ya nos dijeron que para el partido ante Polonia también tenemos que venir», agregó.
«En estos días vamos a visitar algunos estadios como el de Boca Juniors, lamentamos que no podamos ver partidos, pero no vinimos sólo por el fútbol; Es un país enorme de mucha belleza natural, con muchas comidas deliciosas que queremos probar y con una gente muy cálida», completó.
En el entretiempo se repetían las conversaciones en distintos idiomas y tonadas sobre cálculos matemáticos y las posibilidades argentinas de pasar a octavos de final con el empate transitorio.
John, un escocés de profusa barba pelirroja que combinaba su pollera kilt con la camiseta de Messi contó a Télam que «con otros dos amigos estamos recorriendo América Latina y llegamos a la Argentina hace unas semanas porque queríamos vivir el mundial acá; como todos los escoceses odiamos a Inglaterra e hinchamos por Argentina».
«Nos encantó celebrar la victoria con ustedes, en Europa no se vive con esta pasión; además es un placer recorrer su país, en este continente cuando decimos que somos escoceses todos nos tratan con mucha amabilidad porque no hay país en el que los ingleses no hayan hecho alguna maldad», agregó entre risas.
La plaza Seeber pareció sufrir un terremoto cuando la multitud tronó gritando el gol del Lionel Messi, festejó que incluyó abrazos entres desconocidos, besos apasionados, el revoleo al aire de gorros, remeras y otras indumentarias e incluso llantos.
Gabriela, una estudiante secundaria del barrio porteño de Caballito que junto a un grupo de compañeras eligieron este parque para ver el partido, dijo a Télam «se sufrió mucho, pero es una alegría enorme, cuando terminó el primer tiempo teníamos muchas dudas, pero apareció Messi y nos salvó».
«A todas nos gusta mucho el fútbol y nos juntamos todas las semanas a jugar, también somos de respetar las cábalas sí o sí, así que contra Polonia también vamos a estar acá, aunque vamos a tener que traer el protector solar y alguna sombrilla porque el lugar que nos quedó es justo al sol», añadió.
La tensión se descomprimió con el gol del Enzo Fernández, que relajó a todos los presentes en la plaza que se animaron distintos cantos futboleros hasta el final del partido, cuando la multitud se unió en la última ovación de la tarde.
Mar del Plata
La playa «Las toscas» es el escenario para alentar a la albiceleste.




Mendoza





Tucumán




Tierra del fuego
Miles de fueguinos pasaron de la tensión del partido entre Argentina y México, por el Mundial de Qatar, a una cadena de festejos enloquecidos por las calles y los «Puntos de Aliento» convocados por las autoridades en las principales ciudades de Tierra del Fuego.
El encuentro del seleccionado fue seguido en decenas de espacios públicos, sobre todo en la ciudad de Ushuaia, donde el gobierno provincial abrió el edificio del excasino, hoy convertido en un salón de capacitación para la industria del conocimiento, e instaló una pantalla gigante y butacas.
El lugar ubicado sobre la avenida costanera, a metros del Canal Beagle, se pobló de familias enteras vestidas de celeste y blanco que se congregaron desde una hora ante del inicio del partido para compartir los momentos previos.
Los cánticos, los gritos y el aliento al conjunto capitaneado por Lionel Messi mutaron a una atmósfera de tensión y nerviosismo que caracterizó el desarrollo del primer tiempo.
Pero después, el clima volvió a ser de algarabía total a partir del primer tanto marcado por el propio Messi y volvió a explotar de júbilo ante el segundo gol señalado por Enzo Fernández.
A unas cuadras de allí, en el Polideportivo Municipal, un encuentro multitudinario de motoviajeros de 20 países también congregó a cientos de personas que dejaron sus motocicletas estacionadas para ver el partido en otra pantalla de grandes dimensiones.
Los motociclistas habían realizado una caravana previa por distintos sectores de la capital fueguina e incluso habían participado de un acto en el Monumento a los Caídos en la guerra de Malvinas.
El match mundialista también se vivió con la misma euforia en hoteles, bares, restaurantes y en los shoppings de Ushuaia, donde los habitantes locales se mezclaron con turistas para sumar fuerzas y más aliento para la selección.
En las inmediaciones del puerto, en plena temporada de cruceros, en pizzerías y en casi cualquier calle céntrica, la victoria argentina se coronó con caravanas espontáneas a pie o en vehículos que sirvieron para descargar la ansiedad acumulada desde el debut fallido de la selección ante Arabia Saudita.
«Desde Ushuaia hasta Qatar tiene que llegar este mensaje de apoyo», gritaba un hombre con una bandera nacional colgada en la espalda, mientras caminaba junto a su hijo por la avenida San Martín, la principal arteria de la ciudad.
Detrás suyo, cientos de autos tocaban bocina, bajaban la ventanilla y miraban hacia las montañas todavía iluminadas por la luz del día, en un atardecer que prometía extenderse en festejos hasta bien entrada la noche fueguina.