Espectáculos

jurado, nuevo protagónico y debut como directora

Fonzi: «En un año y medio en el grupo íntimo de amigos hicimos tres películas, fue hermoso.» / Foto: Diego Izquierdo


Dolores Fonzi, quien está en Mar del Plata con el doble motivo de integrar el jurado de la Competencia Internacional del Festival de Cine de la ciudad y acompañar la película “Las fiestas”, que protagoniza, adelantó detalles de su ópera prima como directora y celebró la reciente sanción de la ley de asignaciones, ya que de no haber ocurrido “hubiese sido una herida a nuestra idiosincrasia cultural”.

«Se llama ‘Blondie’ y es sobre una madre que tuvo a su hijo a los 15 y ahora ya son grandes. Él tiene 25 y ella 40. Viven juntos, pero más como ‘roommates’ que como madre e hijo. Ella fuma porro todo el día y hace cosas como robar en el supermercado y él es más maduro que ella. La hice en tono de comedia», explicó Fonzi sobre la que será su primera película, en charla con Télam, en el hall del Auditorium, sede central de la Competencia Internacional del 37mo. Festival de Mar del Plata.

La entrevista se dio al inicio del único certamen Clase A de la región, en el que la artista juzga una sección que tiene cintas de Argentina, Estados Unidos, Paraguay, Bolivia, Portugal, Suiza, Brasil y Canadá; un popurrí de cine de autor para el que hay que tener el ojo avezado al momento de premiar.

«Hay que ver tres películas por día, pero no podés discutir nada hasta que termine porque el último día sale una película que no tenías pensada y cambia el paradigma de lo que venías pensando. A mí me gusta mucho el cine y me gusta discutir, dos cosas que como jurado son excelentes», dijo la actriz, que ya había sido jurado en el Festival de San Sebastián.

La actriz y en Mar del Plata de este ao jurado acaba de dirigir Blondie su debut detrs de cmara Foto Diego Izquierdo
La actriz y en Mar del Plata de este año jurado, acaba de dirigir «Blondie», su debut detrás de cámara / Foto: Diego Izquierdo


En su intensa agenda festivalera, Fonzi se hizo un espacio para acompañar la presentación de «Las fiestas», película de Ignacio Rogers, que coprotagoniza con Cecilia Roth, Daniel Hendler y Ezequiel Díaz, un grupo de trabajo más que conocido para ella y que le dio un plus extra a un intenso año, en el que también acompañó por el mundo a su pareja, Santiago Mitre, en las diversas presentaciones de «Argentina, 1985».

«En junio del año pasado Santiago filmó su película -especificó Fonzi-, en diciembre Ignacio dirigió ‘Las fiestas’ y en junio yo dirigí mi ópera prima. O sea, en un año y medio en el grupo íntimo de amigos hicimos tres películas, fue hermoso. Es decir, ‘Las fiestas’ no es una película convencional que me llega de una manera convencional. Al actuar con amigos, con mi gente más cercana, se generó un clima de naturalidad que pocas veces pasa».

Ese clima hace referencia no sólo a que Rogers es el padrino de sus hijos, sino también a que con Hendler ya filmó cinco veces y a que con Roth las une una amistad de 22 años (además, Díaz es pareja del director). Todo esto hizo que el trabajo en rodaje fuera más ameno y que en pantalla se pudiera ver una película íntima, chiquita, donde sin ser comedia nunca falta el humor y que la interacción de los personajes se vea muy espontánea.

En rigor, Roth interpreta a una madre con un pasado de abuso psicológico sobre sus hijos (Fonzi, Hendler y Díaz), pero que luego de sufrir un infarto, decide reencauzar su relación en la quinta familiar, adonde los convoca para pasar Navidad y Año Nuevo.

«Dirigir para mí es la mejor experiencia de mi vida, fue lo mejor que me pasó en la vida. Escribirla es más duro, es un proceso más solitario y más neurótico. Después, dirigirla era algo nuevo que no tenía idea de cómo me iba a pegar y actuar dirigiéndome fue como pez en el agua»Dolores Fonzi

«Es una película universal, los vínculos, las familias, las identidades, quiénes somos, de dónde venimos, nuestros padres y nuestros hijos los atraviesa a todos y esta película me parece una joyita, algo preciado con la hermosa experiencia de hacerla porque fue muy en familia», señaló la actriz, mientras Mariano Llinás, guionista de «Argentina, 1985», la interrumpía porque no sabía donde estaba su perra.

-Tu personaje tiene algo de no querer soltar, no solo a su madre, sino también al espíritu adolescente.
-Tiene una manera de ser madre bastante infantil, porque es madre y a la vez quiere joder. Tiene una maternidad desconectada, que puede ser algo replicado de la madre propia que es el personaje de Maripaz (Roth). También algo desprejuiciado, yo no estoy juzgando al personaje. No tengo drama en mostrar una madre que deja a la nena en el auto y se va a bailar, pasa, ¿por qué no podría pasar? ¿De quién es la responsabilidad y cómo uno vive la maternidad? ¿Cómo liberarla de prejuicios, cargas y responsabilidades extra más allá de las que ya tenemos, sobre todo siendo mujeres? Entonces me parecía interesante eso de que el tío de la nena se ocupe más que la nena esté bien.

-En cuanto a tu rol como jurado, ¿cómo se trabaja?
-Pensás las películas, hablás sobre qué te pasó con cada una y armás algo que se administre de cómo podés desparramar los premios de una manera que ayude a todas y a la vez tener conciencia cuando premiás, que ejerza un beneficio concreto. Tratar de darle un empujón a las películas que más lo necesitan y repartir los premios para que todas las que reciban tenga un sentido que lo tengan.

-Por lo general, el premio del público no coincide con los del jurado.
-¡Por suerte! Si el premio del público se repitiese con el del jurado sería medio al pedo. El premio del público le da un aire mucho más democrático, ganar ese premio es de lo más lindo que te podría pasar. El jurado son cinco personas, el público es un montón. Es como ganar el Fipresci porque son todos los críticos de la prensa internacional y no es lo mismo que cinco locos que están ahí, como yo, en este caso. Esos cinco pueden determinar algo, capaz tenés que ceder, eso ya es una tómbola que es independiente a cada jurado, digamos.

-¿Cómo viviste este año en el que a varias películas argentinas les fue bien afuera y a otras excelente, como a la de tu pareja, mientras acá las asignaciones para la Cultura estuvieron a punto de desaparecer?
-Fue un año bárbaro. Hubo mucho disfrute, en un año y medio tres películas del círculo íntimo donde estás en contacto con todo; aprender a disfrutar con eso y conectar con la ansiedad de cada instancia el recorrido de la película, ponerte en juego sin que te toque la autoestima, es un gran trabajo. Además viajando con Santiago y su película, acompañándolo en este momentazo.

Pero también lo hacía negando lo que sucedía en el Congreso y, en el fondo, teniendo en mente la posibilidad de que la ley podía no salir y ahí sí que no sé de qué nos disfrazábamos. Hubiera sido una baja a la cultura de nuestro país tan grande que hubiese sido una herida a nuestra idiosincrasia cultural terrible.

-Y en el medio, tu primera experiencia detrás de cámara.
-Dirigir para mí es la mejor experiencia de mi vida, fue lo mejor que me pasó en la vida. Escribirla es más duro, es un proceso más solitario y más neurótico. Después, dirigirla era algo nuevo que no tenía idea de cómo me iba a pegar y actuar dirigiéndome fue como pez en el agua. Pero después editar la película me pareció fascinante; el color es más complejo porque es más técnico, y ahora empiezo sonido cuando vuelvo de acá. Pero dirigir la película fue lo máximo, realmente. Santiago Mitre es el productor además de mi novio.

-¿Cómo armaste el elenco?
-Yo hago de la madre de Toto Robito, que es uno de los ‘fiscalitos’ de «Argentina, 1985». La escribimos con Laura Paredes, que es Laborde de «…1985»; mi hermana es Carla Peterson, mi madre, Rita Cortese y el marido de Carla Peterson es Leo Sbaraglia. Creo que la estrenaremos en marzo. En enero la tengo que entregar. Y estamos cruzando los dedos para que entre a festivales.

Fuente: Telam

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