Espectáculos

salir del pueblo, probar suerte en inferiores y redimirse

Sebastián Rodríguez, director de la película. Foto: Victoria Gesualdi

«Camino al éxito», ópera prima de Sebastián Rodríguez que se estrena este jueves en el Cine Gaumont, es una «road movie» que recorre las frustraciones y redenciones de un tío mientras lleva a su sobrino a probar suerte a un club de Buenos Aires, con la mirada puesta en el amor filial, los sueños y la ambición.

«Debo reconocer que soy un jugador de futbol frustrado. Cuando jugué en inferiores, conocí mucho sobre este tipo de historias como la de Enzo. Dejar atrás la familia para hacer miles de kilómetros en búsqueda de ese sueño era un poco la idea madre del proyecto desde lo argumental», relató el director a Télam.

Sinopsis
Hugo (Sergio Prina) es un malhumorado mecánico de pueblo que vive con su hermana (Eugenia Guerty) y su sobrino Enzo (Benjamín Otero), de 11 años. A su taller cae un porteño canchero que se presenta como intermediario de jugadores y, en su recorrida pueblerina, queda encantando con las habilidades futbolísticas del niño.

Este hombre le propone a Hugo llevar al chico a una prueba en un importante club de Buenos Aires, y la oferta incluye un oscuro negocio que le permitirá también a él iniciar una nueva vida en la gran ciudad. Así es como Hugo y Enzo se largan a la ruta.

El filme es la Opera Prima del director Foto Victoria Gesualdi
El filme es la Opera Prima del director. Foto: Victoria Gesualdi

En el trayecto, Hugo intenta embaucar a unos playeros de estación de servicio, se enreda con una moza, le roba a un tío ciego y encuentra una especie de amor en otro pueblo. Enzo, testigo de todo eso, sigue adelante con tal de cumplir su sueño, sin saber que era el mismo que su tío había tenido de joven.

«El rodaje fue tan divertido como intenso debido a la logística que nos demandaba la película pero la verdad que se armó un gran equipo entre elenco y equipo técnico que fue indispensable para poder lograr lo que nos imaginábamos. Hubo un gran clima de trabajo y compañerismo que permitió poder superar los diferentes obstáculos que tenía el rodaje. Creo que ahí está una de las claves del resultado final», recordó el realizador respecto de la variedad de locaciones que requería la filmación de un filme de estas características.

«El rodaje fue tan divertido como intenso debido a la logística que nos demandaba la película pero la verdad que se armó un gran equipo entre elenco y equipo técnico»

«Siempre -agregó sobre el género que aborda la película- tuve cierta debilidad por las películas de carretera («road movie»). Me parece interesante este tipo de formato. Creo que te da mucha libertad creativa y un gran abanico de posibilidades a desarrollar».

– ¿Cómo pensaste esta relación entre el tío y el sobrino?
– Fue un gran desafío para mí desarrollar ese vínculo. Sentía que el punto de partida tenía que ser desde un aspecto de la conveniencia para ambos pero con el correr del viaje, tenía como objetivo hacer crecer esa relación y que ellos vayan conectando entre sí de manera muy natural. La idea era buscar una especie de complicidad que vaya creciendo a medida que avanzara el film. La relación tío-sobrino me permitía poder jugar mucho más no solamente con el género sino también con el tono que quería para la película porque tenía muchos menos límites que con otro tipo relación, como la que tenia Enzo con su madre por ejemplo.

– ¿Por qué hacerlo en «road movie»? ¿Qué creés que aporta el género a esta historia?
– Me quería dar un gusto en mi primera película. Soy un gran admirador de grandes películas con este tipo de relatos como «Pequeña Miss Sunshine», «Un mundo perfecto» o «Camino salvaje», entre otras. Considero que el género le permite a la historia poder contar este «viaje» emocional de nuestros personajes a lo largo de esta aventura con una gran dinámica y manejar diferentes alterativas desde el tono.

– ¿Por qué pensar en la redención del tío?
– Me gusta mucho el concepto de la redención como objetivo de los personajes a nivel general. Detrás de los grandes personajes en la historia del cine, hay un intenso camino hacia la redención. Allí se encuentra el verdadero conflicto de la película. No solo la redención con sus seres más cercanos sino también consigo mismo. Creo que es una búsqueda interna genuina y que logra una potente identificación con los espectadores.

Fuente: Telam

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