La música experimental vuelve a reunirse para hacer el Festival Ruido
Más de 20 propuestas de música experimental ocuparán el próximo fin de semana diversos espacios del porteño Centro Cultural Kirchner para dar forma a la segunda edición del Festival Ruido, en una cita con entrada gratuita que reunirá conciertos, feria, karaoke abierto y un taller de improvisación colectiva.
«El eje del festival está en la presentación de propuestas muy heterogéneas, unificadas bajo el paraguas general y ambiguo de ‘música experimental'», contó a Télam Javier Areal Vélez, director de Ruido.
«Este año convocamos a 16 representantes de distintas disciplinas sonoras prestando además especial atención a las formas con las que se puede generar y difundir el sonido en el espacio», asegura.
El encuentro, que tendrá la co-curaduría de Florencia Curci, presentará estrenos y obras adaptadas especialmente, y contará con la participación de artistas de Uruguay, Chile y Francia.
La programación nacional incluye encargos a ARO y QOA, un concierto de Los Reynols y una serie de estrenos: la primera ópera de YOTO; nuevas composiciones acústicas de El Estrecho )|( y Gabriela Areal, una obra site specific de Sol Rezza y performances del luthier electrónico j.crowe, la cantante Marax, el guitarrista Jorge Espinal y el ruidista Pablo Reche.
Las entradas son gratuitas y pueden conseguirse a través de la página oficial del complejo cultural ubicado en Sarmiento 151. Aquellos que no puedan asistir al lugar podrán escuchar el Ruido por Radio CASo, la emisora del Centro de Arte Sonoro, que organiza el encuentro junto al CCK y el Ministerio de Cultura de la Nación.
El director del festival, Areal Vélez y Curci, hablaron con Télam acerca de la esta nueva cita musical propuesta.
– ¿Cómo describirían el festival Ruido?
– Javier Areal Vélez y Florencia Curci: Mutante, falible, selectivo, colectivo, cambiante, oportuno, contemporáneo, feliz. Para nosotres es fundamental que les artistas convocades se sientan cómodes y acompañades. Nos interesa que puedan desplegar potenciales que quizás en otros espacios es difícil abordar porque no están las condiciones materiales dadas. Tenemos la oportunidad de trabajar en un Centro Cultural de primer nivel con equipos técnicos y humanos increíbles, y creemos que eso se siente a la hora de las presentaciones en los escenarios.
– T: ¿Qué destacarían de esta nueva edición?
– JAV y FC: A diferencia del festival del año pasado, esta vez contamos con la presencia de artistas que viven y trabajan fuera del país. Nos enfocamos en las colaboraciones con países vecinos porque nos interesa fortalecer la circulación latinoamericana de propuestas de música experimental, estableciendo lazos estables y contribuyendo a esta red de hacedores que se desarrolla de un modo particular en nuestros territorios. En esta edición, Tsonami Arte Sonoro (Chile), seleccionó un grupo de artistas que se presentarán en distintos espacios. También, desde Uruguay, nos acompaña el dúo CampoSanto. Por otro lado, tenemos el lujo de presentar por primera vez en América la pieza para órgano que Éliane Radigue compuso para Frédéric Blondy. Para acercar la escucha radical de Radigue al público local, editamos una publicación que se presenta y distribuye en el festival: la traducción del número 26 de la revista «Sound American», en la que distintxs músicxs que colaboraron con Radigue cuentan los procesos realizados junto a ella. Además generamos más espacios de encuentro entre el público y los artistas: la terraza del Auditorio alojará una feria de publicaciones curada por Rata Kiosco y un karaoke abierto para interactuar cantando, gritando, o lo que se tenga ganas.
– ¿Con qué criterio fue pensada la programación?
– JAV y FC: El criterio es mantener una línea curatorial clara e identificable, pero sin imponer un estilo. De los ruidos acústicos y suavecitos, a los amplificados y saturadísimos (resonando en seis salas acústicamente muy distintas), nos interesa que la gente que venga a Ruido se encuentre con situaciones de escucha contrastantes. A la vez, es muy importante para nosotres generar un cruce de públicos, lo cual no es tan frecuente. Ruido es una apuesta por el encuentro entre humanxs, arriba y/o abajo de los escenarios, y un movimiento en contra del aislamiento entre nichos. Nos interesa incentivar la producción de obras nuevas, por lo cual la mayoría de los conciertos son encargos, estrenos o versiones ampliadas de trabajos recientes.