el hijo de Julio López recordó a su padre
El hijo de Jorge Julio López, el albañil y militante peronista sobreviviente de un secuestro durante la dictadura cívico militar y que desapareció tras declarar contra el fallecido genocida Miguel Etchecolatz, recordó a su padre en el Día Internacional del Detenido Desaparecidos, que se conmemora este martes.
«En este Día del detenido-desaparecido, todos podemos ser López. ¡30 y pico mil presentes!«, posteó en sus redes sociales Rubén López y tras rememorar que su padre desapareció «dos veces», manifestó: «López, presente».
Luego, en declaraciones a radio Provincia, Rubén admitió que «esta fecha genera mucha ansiedad por no tener información” sobre el paradero de su padre y destacó que sirve “para recordar a aquellos que no volvieron” por razones políticas.
Consideró que actualmente no existen posibilidades para que los sectores de poder instrumenten dictaduras como en el pasado, pero pidió “estar alerta por lo que hemos visto en las manifestaciones que se hacen en aras de proteger la democracia”.
Además, López describió que “hay algunos diputados que aún reivindican la teoría de los dos demonios y son negacionistas, además de empresarios que apoyaron la dictadura y nunca fueron juzgados”.
Paralelamente, resaltó que “hay personas que están encarceladas injustamente y sin pruebas” mientras que “tenemos persecuciones judiciales como la que sufre Milagro Sala, quien es acosada junto a un montón de otros compañeros en Jujuy».
El 28 de junio de 2006, Julio López relató su secuestro de fines de octubre de 1976, cuando un grupo de tareas comandado por Miguel Etchecolatz lo capturó en su casa y luego mantuvo en condición de desaparecido en cuatro centros clandestinos de detención, donde sufrió torturas y vio torturar y asesinar a compañeros y compañeras de cautiverio.
Con detalle y precisión, identificó a los hombres y mujeres que estuvieron detenidos en condición de desaparecidos en los mismos lugares que él, así como a los represores que torturaban, y describió los centros clandestinos en los que estuvo detenido, lo que permitió reconstruir el circuito represivo que funcionó en La Plata en aquella época.
De hecho, López pudo identificar al represor Etchecolatz como quien participó del operativo de secuestro y como uno de los que les aplicaba torturas a él y a otros detenidos en el centro clandestino de Arana.
El 18 de septiembre de 2006, López salió de su casa, en Los Hornos, para dirigirse al Salón Dorado de la Municipalidad platense donde el Tribunal Oral Federal (TOF) N°1 de La Plata llevaba adelante el juicio y debía oírse en esa jornada los alegatos finales, pero el albañil nunca llegó al edificio municipal.
Desde entonces, se encuentra desaparecido.