Espectáculos

‘Sin música la vida sería aburrida porque rompe con la matrix de la rutina’

«Me gustaría que quien escuche mi música se pueda sentir identificado, generar empatía. Que se interesen por lo que tengo para decir» (Foto Instagram)

 
Tomás Pueyrredón (25), alias TOM, siempre estuvo vinculado con el arte: su melliza es actriz, bailarina y cantante; su madre siempre cantó y forma parte de un coro de mujeres; su papá es fotógrafo y su tío es el reconocido César Banana Pueyrredón, a quien le ha pedido consejos sobre cómo moverse en el el mundo de la música.

«En mi casa siempre estuvo presente la música. Quizás fui el último en manifestarlo de manera explícita. ¡Eso es lo loco! Creo que siempre quise quizás de manera inconsciente hacer música, formar parte de la escena», reflexionó en los primeros minutos de conversación con Télam. 

«Mi primera aparición musical fue en primaria en el coro del colegio con Vicky (María Victoria Paz, directora del coro). Me acuerdo que en esa época yo era muuuy tímido y soñaba con que ella me mirara y me dijera ‘tenés un solo'», recordó sobre su niñez entre risas.

Lanzó “Esperando Trenes” (2021), su primer EP, tras primero haber aparecido por primera vez en las plataformas con “Amor francés” (2020) y “Me gusta lo malo” (2021), singles que entre rap y melodías, adelantaron el sonido del resto de las canciones que vendrían.

 

«Siempre fui un ‘cagón’. Antes de lanzar mi primera canción tenía terrible miedo. Mucho miedo propio y ajeno sobre qué pensarán los demás ¿Les gustará mi música? ¿Y si esto es un capricho y en un año lo abandono? Tenía mil preguntas, dudas, miedos. Pero después entendí que estoy todo el tiempo probando y no me quiero quedar con las ganas de qué hubiera pasado si… Y si llegare a dejar la música en unos años por lo menos lo intenté y lo probé, como un paso necesario para lo que tenga que venir», confesó Tom.

Con unos graves aireados, una poesía interesante y profundidad en sus letras, el joven artista reflexiona en sus canciones sobre diferentes temas: la juventud, amores, desamores, encuentros, desencuentros, amistades, la búsqueda personal constante propia de la edad y de la existencia, las fiestas y las preguntas que nunca encuentran una única respuesta. 

Tomás escribe la letra y arma la melodía, y después su productor compone el beat instrumental. Una vez que esos tres ingredientes se juntan nace una canción nueva. Su sensibilidad y profundidad hacen que tenga una conexión con su escritura que lo lleva al «autoconocimiento y la autopercepción» de sí mismo, como también a generar un mensaje con el que se público se pueda sentir identificado.

 

-¿Cómo fue el momento «click» en el que te diste cuenta que querías empezar a expresarte a través de la música? 

-Fue hace tres años que me dije «quiero hacer esto». Tengo un grupo de amigos con los que nos juntábamos a escuchar rap y a hacer freestyle. Y hubo una noche que me di cuenta que no solo quería hacerlo como hobby una vez por semana con mis amigos, no quería solo escuchar a otros, ¡quería escucharme a mí! Pensé que tenía potencial para hacer algo bueno. Me picó el bichito. Y ahí empecé a escribir. Me acuerdo cuando hice una canción que me gustó -que todavía no salió ni sé si algún día va a salir (risas)- y se la mostré a amigos. ¡Les encantó! Asi, todo empezó a tomar color y curso.

-¿Cómo se llevaron la pandemia y la música en tu rutina? 

-La pandemia, la cuarentena, si bien fue una mierda me sirvió mucho para escribir. La música y la escritura fueron buenas compañeras en el encierro. Me concentré para mejorar en mi escritura. Full enfocado. Me di cuenta de que para que al resto le gustaran mis letras primero me tenían que gustar a mí. En 2020 conocí a mi productor, Saiton, del Estudio Moscú (@estudiomoscu @saitoneprod) porque me empezó a seguir en Instagram, y tras charlar arrancamos a laburar juntos. Ahora también es el tecladista de la banda. 

 

-¿Qué querés comunicar, generar con tus canciones?

-Me gustaría que quien escuche mi música se pueda sentir identificado. Generar empatía. Que se interesen por lo que tengo para decir y se sientan representados. Sería increible. 

-¿Qué se viene para la segunda mitad del año?

-Queremos salir a tocar mucho con la banda, llenarnos de shows y poder tocar en todos lados. Poder salir a mostrar el EP y los singles. Cantar en vivo es increíble. Es muy tremendo cuando ves que otros disfrutan de lo que haces y no es solo por si aplauden o no, es más bien una sensacion en el cuerpo, no tiene explicación. 

-¿Y a largo plazo? ¿Cuáles son tus sueños?

-Vivir de la música, poder mantenerme. Lograr una estabilidad económica y emocional a partir de la música. 

-¿Y qué es la música para vos?

-La música es lo que le escapa a las 24 horas del día. Es lo que rompe con la rutina. Lo que le escapa a lo rígido, a lo recto. Sin música la vida sería aburrida. Rompe con la matrix de la rutina. La música es algo súper mágico. Me parece muy flashero cuando escuchas una canción que dice lo que estás sintiendo exactamente. Es muy dificil no conectar con la música. 

¿Cómo escribe Tom sus letras?

«Soy autodidácta y muy autoexigente. Me gustaría estudiar más porque siento que mejoraría en muchos aspectos. Cuando escribo pienso de qué manera quiero contar las cosas y de qué quiero hablar; cuál es el enfoque; cómo contar la verdad de cada uno es muy subjetivo. 

Me resulta muy difícil escribir algo que no me pasa mí, que no siento. Escribo más sobre el lado sentimental de mi vida. Conectar con el dolor, amor, tristeza, cualquier cosa que me conecte con una emoción. Me baso más que nada en las situaciones con otros, cómo me veo en las distintas relaciones y roles. 

Cuanto más escribis más te cuesta porque sos más exigente y tendemos al fracaso. Pero también respeto mi escritura y mis tiempos».

Fuente: Telam

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