Rescatistas esperaban este lunes encontrar sobrevivientes bajo los escombros de un edificio residencial en la ciudad ucraniana de Chasiv Yar (sur) alcanzado por un misil ruso que mató al menos a 15 civiles, mientras las fuerzas de Moscú intentan consolidar su control sobre la región del Donbass.
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, prometió en su discurso nocturno que los autores serían llevados ante la justicia.
«Todos los que dan órdenes para tales ataques, todos los que los llevan a cabo apuntando a nuestras ciudades ordinarias, a las zonas residenciales, matan de forma absolutamente deliberada», dijo.
El edificio fue parcialmente destruido por el ataque, según pudieron comprobar corresponsales de la agencia de noticias AFP en el lugar, donde en las últimas horas decenas de rescatistas buscaban entre los escombros con una excavadora mecánica.
El bombardeo hizo blanco en esta pequeña ciudad de 12.000 habitantes al sureste de Kramatorsk.
«Durante la operación de rescate se encontraron 15 cuerpos en el lugar de los hechos y cinco personas fueron sacadas de los escombros» con vida, dijo ayer el servicio de emergencia local en Facebook.
«Al menos otras 30 personas están bajo los escombros» del edificio de cuatro plantas que recibió el impacto de un misil ruso Uragan, explicó a través de Telegram Pavlo Kirilenko, gobernador de la región de Donetsk, donde se sitúa la ciudad.
Hasta ahora 591 civiles murieron y 1.548 resultaron heridos en la región de Donetsk desde el comienzo de la invasión rusa el 24 de febrero, dijo Kirilenko, quien el viernes afirmó que las tropas invasoras preparaban «nuevas acciones» en el este.
El Ejército ruso, que reivindicó a principios de mes haber tomado el control de la región de Lugansk, busca ahora hacerse con Donetsk, lo que le permitiría controlar toda la rica cuenca minera del Donbass, controlada parcialmente desde 2014 por separatistas prorrusos.
