‘Etchecolatz murió sin arrepentirse de todos los crímenes que cometió’
La referente de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, Taty Almeida, sostuvo que el represor Miguel Osvaldo Etchecolatz falleció «sin arrepentirse de todos los crímenes que cometió y sin decir nada sobre Julio López» y consideró que «jamás va a descansar en paz».
«Efectivamente se ha ido sin arrepentirse de todos los crímenes que cometió y sin decir nada sobre Julio López. Fue, es y será un ser despreciable, estoy segura que jamás va a descansar en paz», afirmó Almeida en declaraciones para C5N.
El exdirector de la Policía Bonaerense y mano derecha del general de brigada Ramón Camps, durante la dictadura cívico militar falleció a los 93 años, y su figura será recordada en la historia argentina por ser uno de los principales responsables y ejecutores del período más oscuro del país.
Su nombre quedó asociado con la desaparición de Jorge Julio López, en plena democracia, luego que la declaración judicial del albañil como testigo fuera determinante en una causa en contra del expolicía, y por la cual fue condenado a reclusión perpetua.
Para la referente de Madres de Plaza de Mayo es «insólito» que los genocidas condenados «se están muriendo y jamás hablan ni se arrepienten».
«Más de uno dijo que lo volvería a hacer, se están muriendo y nosotras también, nos estamos muriendo sin tener la satisfacción de que digan que hicieron con nuestros hijos», añadió.
Por estos motivos, Almeida consideró que tanto Etchecolatz, como el resto de los represores, «jamás van a descansar en paz».
«La lucha continua, hay que hacer lo que las Madres hacen hace 45 años, la única lucha que se pierde es la que sea abandona y un pueblo sin memoria corre peligro de que se vuelva a repetir la historia», concluyó.
«Si bien murió condenado, el delito lo sigue perpetrando», dice hermana de víctima de la dictadura
Marta Úngaro, hermana de Horacio, uno de los jóvenes desaparecidos en la denominada La Noche de los Lápices ocurrida en septiembre de 1976, mientras reclamaban por el boleto estudiantil, dijo que si bien Miguel Etchecoltaz «murió condenado, el delito lo sigue perpetrando» ya que nunca reveló el destino de muchos de los desaparecidos durante la dictadura.
«Cuando me desperté con la noticia de que murió Etchecolatz, tuve una sensación de impunidad porque si bien estaba condenado, durante 46 años siguió perpetrando el secuestro sistemático y desaparición de personas», dijo Marta en diálogo con Télam.
«Hasta que no se encuentra a los desaparecidos, según tratamientos internacionales, el secuestro se sigue perpetrando. El sabía dónde está cada uno de los bebés apropiados en los centros clandestinos, como el Pozo de Banfield o la Comisaría Quinta y sabía dónde está mi hermano y cada uno de los chicos de La Noche de los Lápices y miles de desaparecidos de la provincia de Buenos Aires», agregó.
«Etchecolatz sabía dónde están Jorge Julio López y Clara Anahí. La sensación de impunidad es muy grande», reflexionó la mujer.
«Si bien murió condenado, pero el delito lo sigue perpetrando. Que no descanse en paz. Son viejos, ancianos, pero son genocidas, son asesinos. Él tenía muchas cuentas para dar a la Justicia», finalizó.
Rubén López: «Lamento que se haya muerto sin decir dónde están los desaparecidos»
Rubén López, hijo de Jorge Julio López, desparecido en 2006 luego de declarar en los juicios por delitos de lesa humanidad contra Miguel Etchecolatz, lamentó que el genocida «haya muerto sin decir dónde están» muchos de los desaparecidos durante la última dictadura cívico militar.
«Tengo una especie de dolor de estómago. Estoy nervioso, no es por tristeza, tampoco es por alegría porque se haya muerto una persona que quizá fue el culpable de la desaparición de mi viejo. Es muy difícil explicar el sentimiento que tengo en este momento», expresó Rubén en diálogo con Télam, conmocionado por la noticia de la muerte del exdirector de la Policía Bonaerense y mano derecha del general de brigada Ramón Camps, durante la última dictadura cívico militar.
López rememoró que Etchecolatz «desapareció a muchas personas, a muchos chicos de la Noche de los Lápices, torturó a muchos otros y se llevó a la tumba el secreto de dónde está Clara Anahí, la nieta de (Isabel Chorobik) ‘Chicha’ Mariani» y apuntó que «estaba cumpliendo 9 condenas a perpetua, pero le faltaban un par más».
«Lamento que Etchecolatz, un ser nefasto, se haya muerto sin decir nada, sin decir dónde están los desaparecidos, porque nunca aceptó sus crímenes, porque no dijo dónde está Clara Anahí, por mi viejo y las demás víctimas», agregó.
En tanto, Guadalupe Godoy, una de las abogadas que lideró la querella contra Etchecolatz, manifestó que «en los juicios siempre se juega, por más que no esté explicitado, una suerte de esperanza que (los represores) digan dónde están (los desaparecidos)».
«Muchas veces son los familiares quienes explicitan o piden dónde están los y las desaparecidos, dónde están los pibes apropiados. Recuerdo a ‘Chicha’ Mariani pidiendo que digan de una vez dónde está Clara Anahí. En el caso de Etchecolatz, la pregunta fue: ¿Dónde está López?», señaló la letrada.
Evaluó que «esta situación genera pensar en todas y todos los que pelearon tantos años para que haya justicia en este país y que lograron que Etchecolatz muera condenado y en cárcel común».