Al menos nueve personas murieron este jueves por impactos de bala durante la represión de masivas manifestaciones contra el gobierno militar en Jartum, la capital de Sudán, según informó un grupo de médicos prodemocracia.
Las fuerzas de seguridad dispararon gases lacrimógenos y granadas de aturdimiento para tratar de dispersar a decenas de miles de manifestantes, según reportó desde el lugar la agencia AFP, pero luego la represión se endureció y nueve personas fueron abatidas por la Policía por disparos de armas de fuego.
Al menos siete de los nueve muertos, entre ellos un menor, murieron “por balas” disparadas “en el pecho” o “en la cabeza”, informó un sindicato de médicos prodemocracia, que denunció que las fuerzas de seguridad irrumpieron y lanzaron granadas lacrimógenas en hospitales de la capital.
Ya en la noche del miércoles, cuando se formaron pequeñas concentraciones en las que se instaba a la población a salir a protestar hoy, un joven manifestante fue alcanzado por “una bala en el pecho” en Jartum, precisaron los médicos.
Sudán, uno de los Estados más pobres del mundo situado en África del este, vive una oleada de protestas en contra del golpe de Estado del general Abdel Fattah al Burhan, perpetrado el 25 de octubre de 2021.
Tras el golpe, Sudán fue suspendido de la Unión Africana y dejó de recibir ayuda internacional, por lo que el país no deja de hundirse cada vez más en una crisis económica.
El golpe terminó con la presencia de los civiles en el poder, una condición que había sido estipulada durante las negociaciones para la transición hacia la democracia lanzada en 2019 luego de 30 años de dictadura de Omar al Bashir.
Al Bashir fue derrocado en abril de 2019 por el ejército después de un movimiento de protesta masivo.
“El pueblo quiere la caída del general Abdel Fattah al Burhan”, gritaban los manifestantes el jueves. “Aunque tengamos que morir todos, los militares no nos gobernarán”, coreaba la multitud.
El 30 de junio es un día simbólico por dos razones. Por un lado es el aniversario del golpe que llevó al dictador Al Bashir al poder en 1989. Por otro, marca el inicio de las manifestaciones de 2019 que llevaron a los generales a integrar a civiles en el poder tras haber derrocado al dictador.
En abril de este año la Organización de las Naciones Unidas (ONU) pidió hoy una investigación “rápida” e “independiente” sobre los recientes enfrentamientos tribales en el oeste de Sudán en los que murieron al menos 213 personas.
