Para Cafiero, la firme postura de Fernández sobre Malvinas dejó ‘sin argumentos’ a Johnson
El canciller argentino Santiago Cafiero consideró que el premier británico, Boris Johnson, «se quedó sin argumentos» ante la firme postura que el presidente Alberto Fernández le transmitió en la reciente reunión bilateral que mantuvieron, en relación a que cualquier avance comercial entre ambos países está condicionado a la aceptación de Reino Unido a discutir la soberanía de las Islas Malvinas.
El Presidente mantuvo el lunes una reunión con Johnson y, si bien ambos hablaron de una potencial complementariedad económica entre ambos países, el mandatario argentino señaló que no existe posibilidad de avances mientras no comience una negociación por la soberanía de las Islas Malvinas.
En una conferencia de prensa realizada ante los medios argentinos presentes en Alemania, donde asistió a la reunión del Grupo de los Siete (G7), el jefe de Estado informó que el diálogo bilateral incluyó la temática de la guerra en Ucrania y otros temas, pero que todo intercambio era imposible sin tratar la cuestión del Atlántico Sur.
«Johnson me agradeció la participación en el G7 y escuchó las particularidades de la posición argentina sobre Ucrania. Pero en un momento le dije: ‘Quiero ser honesto con usted, es difícil que nos podamos sentar a hablar de otros temas sin sentarnos a hablar de Malvinas'», dijo Fernández.
Esta mañana, en declaraciones a Radio 10, Cafiero contó que «el Presidente le planteó a Boris Johnson la importancia de poner sobre la mesa el tema de la soberanía de Malvinas, nuestro territorio está siendo usurpado«. Y agregó que «si bien el primer ministro británico esgrimió el argumento de la autodeterminación como principio, el Derecho internacional le da la razón a Argentina frente a lo que sucede en las islas».
Asimismo, Cafiero explicó que frente a esto Johnson «se quedó sin argumentos» y «la reunión naufragó».
En otra entrevista, con Radio Con Vos, el canciller sostuvo que el premier británico quedó «descolocado» ante los argumentos del jefe de Estado argentino: «Creo que la actitud (de Johnson) es… Che, pensé que íbamos a tener otra reunión», graficó.
«La reunión la pide Boris Johnson y el inicio de la reunión fue un inicio en el que con mucha verborragia el premier británico empieza a comentar todas las potencialidades comerciales que existen en este contexto de incertidumbre» dado por la guerra en Ucrania, relató el canciller y detalló que ante la exposición de su par inglés «el Presidente (Fernández) lo paró en seco y le dijo: ‘No, no, no. Usted no entiende, si nosotros no logramos avanzar en la discusión de la cuestión de soberanía sobre las Islas Malvinas, nada de toda la agenda que usted está planteando va a poder avanzar».
«Creo que (el premier británico) no se esperaba esa repuesta del presidente argentino», evaluó Cafiero, y arriesgó: «Lo asesoraron mal (a Johnson) o pensaron que acá había una lectura distinta».
Sobre esto último, el canciller se mostró sorprendido por la falta de previsión del británico sobre que la Cuestión Malvinas sería planteada por el Presidente argentino en ese encuentro bilateral ocurrido pocos días después del respaldo que el Comité de Descolonización de la ONU brindara a la postura argentina en el diferendo con el Reino Unido.
«Boris Johnson queda como descolocado y entonces contesta de esa forma, dice, bueno, que ya en realidad éste (por la disputa de soberanía) es un tema que está saldado, que deberíamos superarlo. Ahí, Alberto termina explicándole cuáles son todas las razones por las que esto no está saldado, razones que, ya no son solo de la Argentina, sino de toda la comunidad internacional, que le dice al Reino Unido que se tiene que juntar con la Argentina a resolver esta disputa de soberanía que todavía está abierta», indicó Cafiero.
Asimismo, dijo que «el Presidente con mucha solvencia lo primero que le dijo fue que las guerras no otorgan derechos, y lo segundo, fue que en noviembre de 1982, después de terminado el conflicto del Atlántico Sur, hubo otra resolución con consecuentes resoluciones que justamente marcaban que todavía estaba pendiente de resolución el conflicto de soberanía, que la guerra no había arrojado ningún tipo de resultado sobre eso ni mucho menos y que esto se tenía que hacer en el marco del derechos internacional y de las relaciones diplomáticas».
Cafiero ratificó que en el tema Malvinas la Argentina continuará en el camino de «perseverar», utilizando las «herramientas diplomáticas» para «poder sensibilizar a la comunidad internacional e ir sumando países que empiezan a entender y a comprender la situación de las islas Malvinas».
El canciller contó que otro de los argumentos que utilizó Johnson en la reunión para justificar dar por terminado el diferendo entre los dos países por la soberanía de Malvinas fue que «esto se resolvió con el referéndum y los isleños determinaron que ellos querían seguir siendo parte de la corona».
«Es el argumento sobre el principio de la autodeterminación. Y ahí el Presidente le volvió a retrucar que ése no es un argumento para una población que esta impostada en un territorio», señaló.
Sobre ese punto, Cafiero recordó la histórica postura de la Argentina: «No se puede hacer un referéndum sobre una población que esta impostada» porque «carece de legalidad» como lo «determinó la comunidad internacional».
«Está documentado que, en 1833, cuando se produce la colonización de las Islas Malvinas por parte de Gran Bretaña, no solo había autoridades políticas argentinas en las islas, sino también nacimientos y una población estable que era argentina», así que «el argumento de la autodeterminación es un argumento falaz y fundamentalmente de ahí vamos consolidando la posición argentina en el resto del mundo. Ese fue otro de los puntos de conversación» entre ambos mandatarios, reseñó.
Finalmente, en una entrevista concedida por la tarde a la emisora El Destape Radio, el canciller reiteró que la bilateral fue pedida por Johnson «en el marco del G7» y que «Argentina se la concedió», y luego describió que el inicio del diálogo tuvo que ver con una «una reunión de tinte comercial» pero que una vez que terminó de hablar el premier británico el Presidente le advirtió «que la agenda con Reino Unido nunca iba a poder ser completa hasta que no se resuelva la soberanía de las islas Malvinas».