El Auditorio Nacional del Centro Cultural Kirchner (CCK) acogerá el sábado a las 20 el concierto “El tango: una escultura”, que reunirá al bandoneonista y compositor Rodolfo Mederos con el flamante ensamble de cuerdas Orquesta Siete en el debut como director del violinista Luis Sava.
“Diferentes maneras de tocar y reordenar los elementos (a través del arreglo) le confieren aspectos muy distintos al original. Es la música escultórica”, razona Mederos acerca del fundamento que da título a la presentación gratuita que además podrá apreciarse por el canal de YouTube del CCK y por radio Sonido Cultura.
Además del estreno de Sava (integrante de la Orquesta Estable del Teatro Colón desde 2003) en la batuta, el conjunto reúne a Serdar Geldymuradov (concertino), Tatiana Glava, Myrian Gandarillas, Nicolas Tabbush, Diego Tejedor, Gabriela Olcese, Olga Pinchuk y Guillermo Olguín en violines; Rubén Jurado, Gabriel Falconi y Verónica D´Amore en violas, Benjamín Baez y Daniel Tavella en cellos, y Ricardo Cánepa en contrabajo.
“Poder debutar como director a partir de la música de Mederos, que siempre me maravilló por su forma de escribir y por haber sido integrante de su orquesta típica, es algo soñado”, confiesa Sava a Télam.
El repertorio previsto en “El tango: una escultura”, reunirá piezas de Mederos (como “Azúcar” y “Cerezas”), “El caburé”, de Arturo de Bassi, “Oblivion”, de Astor Piazzolla y un set gardeliano integrado por “Volver”, “Soledad” y “Melodía de arrabal”, entre otras gemas.
Sava, quien fue parte de la típica del bandoneonista desde 2004 y a partir de entonces compartieron actuaciones por el país, Sudamérica, China, Noruega y España, entre otros sitios, está familiarizado con la obra del artista de 82 años. que además forjó el grupo Generación Cero en su larga y notable trayectoria.
“Mis ganas de estudiar dirección y dirigir como algo paralelo al violín, que es mi instrumento, tiene que ver con la pluma de Rodolfo y con mi amor por el tango”, resalta el músico.
La velada que también marcará el estreno de Orquesta Siete dará cuerpo a un concierto que, arriesga Sava, “más allá de la emoción y lo que podemos lograr desde la sonoridad incluirá una forma pedagógica que es la que propone Rodolfo. Así que seguramente la gente que asista se va a llevar algún conocimiento que no tenía antes”.
