Se abre la sexta semana del juicio por el crimen de Nora Dalmasso con nuevos testimonios
La sexta semana del juicio oral por el crimen de Nora Dalmasso, cometido en 2006 en la ciudad cordobesa de Río Cuarto y que tiene al viudo Marcelo Macarrón como único imputado, se abrirá este martes con la recepción de pruebas testimoniales.
La décimo sexta audiencia de este debate, con jurados populares y a cargo del tribunal técnico de la Cámara 1 del Crimen riocuartense, comenzará a las 19.
Si bien el tribunal dará a conocer la nómina de testigos una hora antes del inicio de la audiencia, se conoció que la apertura de la sexta semana del juicio, que comenzó el 14 de abril, continuará con declaraciones de obreros que cumplieron tareas en la casa de la víctima.
Durante el desarrollo del juicio, el tribunal receptó 38 testimonios de las casi 300 previsto para todo el proceso.
Macarrón está acusado por el delito de «homicidio calificado por el vínculo, por alevosía, y por precio o promesa remuneratoria en concurso ideal», un delito que contempla como pena la prisión perpetua.
Según el requerimiento fiscal de elevación a juicio, presumiblemente unos meses antes del 25 de noviembre de 2006, Macarrón instigó el crimen de su mujer motivado por conflictos matrimoniales y acordó con otras personas -aún no identificadas- su ejecución.
Para los acusadores, el viudo tuvo la intención de «obtener una ventaja, probablemente política y/o económica del estrépito de la eventual muerte».
El femicidio fue cometido entre las 20 del 24 de noviembre de 2006 y las 3.15 del 25, cuando el viudo se encontraba en un torneo de golf en Punta del Este.
En ese momento, al menos una persona ingresó en la casa de la familia, situada en el barrio Villa Golf, de Río Cuarto, donde atacó a Nora y «la abordó una vez que ésta se encontraba dormida en la habitación de su hija, ubicada en la planta alta de la vivienda».
De acuerdo a la causa, el atacante la mató utilizando «el cinto de toalla de la bata de baño que se encontraba en la habitación» y luego «ordenó la escena con la finalidad de simular un hecho de índole sexual, tras lo cual se retiró del lugar, sin dejar rastro alguno de su persona».