La icónica foto de Télam que se convirtió en un testimonio de vida
«Esa foto permitió saber a nuestras familias que estábamos vivos», recuerda el excombatiente de Malvinas Saúl Pérez, a poco de cumplirse los 40 años. de la guerra, sobre una de las más icónicas fotografías del conflicto, la de un grupo de soldados leyendo el diario Crónica, publicada por la agencia Télam.
La imagen de varios soldados sentados leyendo Crónica en la zona aledaña al aeropuerto de las islas -tomada por el fotógrafo Eduardo Farré, fallecido el año pasado- es una de las más recordadas del conflicto bélico que enfrentó a Argentina con el Reino Unido en 1982.
Con las limitaciones impuestas por el estricto control del gobierno militar, encabezado por el dictador Leopoldo Galtieri, y sin la tecnología actual, el equipo de fotografía de esta agencia pública de noticias fue el único autorizado a desarrollar la tarea periodística desde el desembarco y hasta la rendición de las tropas, por lo que la mayoría de las fotos divulgadas de la guerra pertenecen a los reporteros gráficos: el «Pollo» Farré, Román «Polaco» von Eckstein y Eduardo Navone.
Una de ellas se convirtió en un ícono del conflicto bélico del Atlántico Sur porque retrata la vida de los soldados previo a la llegada del ejército británico y en ese momento fue una especie de prueba de vida para muchas familias de los conscriptos fotografiados, ya que no tenían con ellos una comunicación fluida y las cartas entre el continente y las islas demoraban varios días en llegar o nunca llegaban a destino.
«Gracias a esa foto, mi familia y la de mis compañeros supieron que estábamos vivos. Yo estoy mirando el diario y no le di importancia al fotógrafo, pero mis compañeros si se dieron cuenta y gritaban emocionados», rememora hoy el veterano de guerra Pérez en diálogo con Télam desde su casa en la localidad bonaerense de Merlo.
Perteneciente a la Unidad del Regimiento de Artillería de Mercedes, Pérez recordó el contexto en que fue tomada la fotografía: «Nosotros estábamos ahí, al costado del aeropuerto, esperando la llegada de Galtieri, que vino con varias personalidades y algunos periodistas. Ellos son los que llevaron los diarios y las revistas».
«Yo me puse a leer Crónica porque me hacía acordar a mi viejo. Durante toda mi infancia mi papá laburaba de las 6 de la mañana hasta las 10 de la noche y compraba ese diario», recordó emocionado.
Y continuó: «Cuando agarré Crónica, me puse a leer la sección Deportes porque el diario no me podía contar lo que yo ya estaba viviendo y lo que decía en la tapa -‘Basta, piratas: si nos atacan ¡van a la lona!’- ni lo vi».
Emocionado por todos los recuerdos, Pérez reflexionó sobre los medios de comunicación y la cobertura de la guerra: «Me parece que los medios cumplieron un rol importante, lo que pasa es que había un Gobierno de facto y en una guerra en dictadura la primera víctima es la verdad«, remarcó.
Al igual que el testimonio de los fotógrafos de Télam, coincidió en que «las Fuerzas Armadas controlaban todo y decían que foto y que nota se podía publicar».
Y agregó: «Mirá si hubiéramos tenido celulares en Malvinas. Hubiese servido para demostrar las condiciones en las que luchábamos y hubiese servido para levantar el ánimo porque no es lo mismo estar sin saber nada de tu familia».
Con la voz quebrada, el excombatiente señaló que algunos de los compañeros que están en esa foto ya fallecieron. «El que está al lado mío, Roberto Rizini falleció de Covid», indicó.
En diferentes entrevistas, el fotógrafo Farré recordaba que los militares les sacaban los rollos de fotos: «Solo nos dejaban pasar lo que ellos creían que les servía. Nos dejaban ir solo a los lugares que querían. Saqué muchas fotos, pero ellos me las quitaban. Después me fui enterando de que las fotos se las afanaban y luego se vendían los originales«.
Los fotógrafos de esa época recuerdan que «había una avidez de imágenes fenomenal» por la prensa internacional y en «el Hotel Sheraton estaba lleno de corresponsales extranjeros» que llegaban a «pagar lo que fuera por unas fotos».